Examinaba su cuerpo a través del espejo, acariciando parte de su pierna al sentir el pantalón demasiado ajustado a su piel, no lo estaba, pero tampoco estaba acostumbrado a utilizar esos tipos de ropas, eran demasiadas para él. Era un jeans de color negro que decoraba con una cadenita color oro en los bolsillos delanteros, combinado con una camisa de mangas hasta los codos de color rojo, sus camisas de él siempre eran poleras, y mayormente rotas y sencillas, bajó la cabeza y miró el ticket de precio, concentrándose en la cifra dibujada a tinta roja.
Era cara. Solamente la camisa era cara.
Sus ojos detallaron nuevamente su reflejo, encontrando detrás de él unos ojos gatunos que lo veían desde la puerta del probador, su sonrojo se hizo presente, no sabía exactamente cómo se veía, si bien o mal. Se giró mirándolo, el pelinegro se acercó a él con su típica seriedad y le abrochó el último botón que no había visto, que torpe se sentía ahora, seguramente por la cabeza del mayor pasaba la idea de que ni siquiera podía vestirse bien, se apenó.
Su cuerpo cobró vida, al sentir la respiración del mayor en su oreja, su pecho junto al suyo y sus manos tomando su cintura y haciendo unos movimientos para meter la camisa bajo el pantalón, lo había hecho temblar, cerró los ojos tímido, además de que el mayor estaba muy cerca, demasiado, estaban solos en el vestidor y cualquier persona que pudiera verlos podía pensar mal, otra cosa que no fuera que solamente lo ayudaba. Cuando se separó y lo miró, él también lo hizo en el espejo, no siendo capaz de demostrar cómo estaban rojas sus mejillas.
- ¿Te gusta?.
La voz ajena, áspera y profunda, sonó como eco, rebotó contra el espejo y fue directo a su rostro, se miró de nuevo, era demasiado linda, cada una de las prendas, pero no podía abusar del poder que tenía Jong Woon con el dinero, no quería.
El pelinegro frunció el ceño curioso, observó la manera en cómo Ryeowook miraba la tiqueta que colgaba del pantalón con desanimo; soltó un suspiro y fue a él para bajar su mano y retirar el pedazo de papel duro que examinaba, lo miró por un momento fijo a sus ojos color miel y lo volteó de nuevo al espejo, quería que viera lo muy bien que le quedaba esa ropa, y seguramente muchas más también.
- Perfecto, esa llevaremos.
- Ah, hyung. En realidad..- volteó a verlo, tímido e inseguro - no me gustó..- susurró.
- ¿Qué no te gustó?, Podemos cambiarla - lanzó directamente, si iba a mentir que lo hiciera bien. Nuevamente lo observó tomar la etiqueta, tomó su muñeca, captando su asombrada atención - Da igual el precio que sea, corre por mi cuenta.
- Jong Woon hyung, no quiero abusar de ti, ni de tu dinero.
- Dime algo, te gusta esa ropa..¿Sí o no? - empezaba a conocer a ese pequeño, empezaba a saber cómo sus acciones, su manera de hablar, y su manera de mirar las cosas expresaban lo que realmente quería, sus ojos avellanas, color miel y grandes, irradiaban un brillo que afirmaba su pregunta, que le decía que estaba en lo correcto. Asintió con la cabeza, así era - Te ves bien, esa ropa fue hecha para ti, además yo la quiero comprar, así que te llevas esa.
- Hyung, no quiero ser una molestia.
- Oh, créeme que tú y tu circo lo fueron desde que llegaron a mi vida - lo miró bajar la cabeza levemente, ladeó unos segundos la cabeza para mirarlo nuevamente, suspiró- pero ya no lo son tanto.
Ryeowook levantó la cabeza con una pequeña sonrisa, nuevamente ese brillo en sus ojos atormentaron al pelinegro, sintió unos brazos rodear su cuerpo, ¿A qué hora Ryeowook había avanzado hacia él para abrazarlo?, El reflejo de ambos en el espejo lo había ver que el enano tenía que hacer puntitas para alcanzarlo completamente, y aún así le faltaba, sonrió burlesco, esos pequeños detalles le daban risa. Borró su sonrisa de poco a poco, estaba abrazando a un cirquero, o mejor dicho, estaba siendo abrazado porque hasta ese momento no le había correspondido, y no iba a hacerlo tampoco. Tomó sus manos y lo separó de él, siendo testigo de su sonrisa.
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El Circo Del Amor [YeWook]
De TodoHistoria Original. Kim Jong Woon, hijo del empresario más importante de todo Corea del Sur, sufre un radical cambio de vida al ser enviado al circo de los Kim, teniendo que vivir una vida distinta a lo que acostumbraba y aprendiendo que no todo es c...