Capítulo 3

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Después de algunos días de visitas en las noches o mejor dicho "la hora feliz de Jimin" cada vez más era inevitable no poder enamorarse más y más del pálido de nuevo.

Jimin lo llevo hasta su habitación en cuanto lo observó llegar en el jardín, ahora la habitación de ambos.
Ambos se dieron una mirada cómplice y sonrieron con amor, acariciando sus mejillas y cuerpo ante el frío clima. Por que después de todo ellos solo necesitaban su calor.

[...]

Después de unas cuantas horas de sumo "ejercicio" Jimin se encontraba dormido en los brazos de su amado, el cual le veía con suma contemplación. Sin dejar de pensar en el daño que podría ocasionar el volver con su familia.

Suspiró y miró una vez más aquella cicatriz que suponía había marcado tanto.

-¿Que te hicieron, pequeño?.-Su voz sonaba dolida, sintiendo que de alguna forma era su culpa.

[●●●]

Eran al rededor de las 5 de la mañana y YoonGi debía irse.

Dio varios besos desde el vientre hasta sus labios, dando un dulce recorrido.
Jimin se levantó rápidamente al sentir aquellos peculiares labios de su novio.

-¿Ya te irás? Es muy temprano...

-Vamos, sabes que me tengo que ir.-YoonGi rió y le dio varios besos húmedos en la zona de su cuello.

-Podrían descubrirnos.

-No lo creo...Despiertan hasta las 9.

El castaño acariciaba los cabellos del mayor con ternura y adoración.

-Confiaré en ti. Si me quedo un rato más...¿Que haríamos?.-YoonGi le dio una mirada picarona y rió después.

-No lo sé, ¿Que propones tú?.-Acariciaba sus pequeñas manitas.

-Quisiera que habláramos  sobre aquella marca en tu vientre, cariño.

Jimin tragó en seco.

-Me lastime en una pelea, es todo.-Se sentía mal al mentirle pero sentía que era algo necesario para no verle sufrir.

No quería verle tan mal como él, tan triste y sin fuerzas. Sin duda sería algo desgarrador para alguien que hablaba todas las mañanas sobre tener bebés en un futuro no muy lejano.

-Bien, me daré un ducha. No tardó pequeño.-Besó su mejilla no tan convencido de las palabras de su novio.

Jimin jadeó desesperado, tenía ganas de llorar al recordar a su pequeño bebé irse de su vientre de un día a otro.

Trató de calmarse cuando se dio cuenta que las lágrimas comenzaban a salir sin darse cuenta.

Se acercó a su cajón y sacó los pequeños pañuelos para limpiarse el rostro con suavidad, tratando de que no quedará una sola pizca de tristeza o lágrima en este.

Respiró hondo y buscó más a fondo para encontrar sus pastillas para la depresión, puesto que ya sabía cuando iba a volver a caer.

Tomó las pastillas de siempre y las tragó con ayuda de su botella de agua que siempre mantenía en su cómoda.

Sintió relajarse un poco al paso del tiempo, cerró el bote de las pastillas y se sobresaltó al escuchar la voz de YoonGi.

-¿Por qué tomas esas pastillas?.-YoonGi frunció el ceño y trató de quitárselas.

Sin embargo Jimin reaccionó más rápido y se alejó.

¿Debería decirle?

No. No quería hacerle daño.

-Yo...Desde que cumplí la mayoría de edad mi cuerpo exige tener bebés. Mis hormonas están muy altas por aquello. Ya sabes, cosas de la raza roses...-No mentía, sin embargo esa no era la razón por la cual las tomaba.-Tenía que controlarme para no llegar a extremos no deseados.

Sí, le había mentido tremendamente en gran parte, pero aún así no podía evitarlo. Lo que le hacía actuar así era su mente tan defensiva para "proteger a YoonGi".

Este se acercó a él y lo miró relajado, observando su rostro con detalle.

-Amor...-YoonGi tomó las mejillas de su novio mirándolo con tristeza.-¿Por qué siento que mientes? ¿Tienes miedo de hacerme daño...?

-D-Digo la verdad. Créeme.-Cada vez se volvía más notorio que escondía algo, pero como siempre él lo seguía negando.

El suspiró y negó decepcionado de él.

-Como digas. Los secretos tarde o temprano saldrán a la luz de todos modos, Jimin.

El nombrado tragó en seco y asintió.

Jimin había amanecido con algo de temperatura, pero ambos al saber lo que era YoonGi simplemente había preparado la tina.

Le quería relajado en su etapa de celo.

-Anda quítate la ropa. La tina esta esperándote justo hora.

Asintió y obedeció. No había nada de lo cual avergonzarse, ya había visto todo de si... Aún así se sentía avergonzado y apenado consigo mismo.

YoonGi chifló ante aquella hermosa vista.

-Igual de precioso, amor.

Ambos se metieron a el baño privado que tenía Jimin y YoonGi aspiró hondo cuando el aroma a rosas se intensificaba cada vez más atrayendole sin querer.

Una vez que Jimin se adentró a la tina  dio un gemido ahogado. 

YoonGi comenzó a lavarle justo cuando se metió a la tina.

-¿Está bien el agua, Jimin?

Él asintió con las mejillas sonrosadas.

-Muy bien, Hyung. Se siente rico.

YoonGi sonrió al notar aquél anillo de compromiso en su cuello, como si fuera un dije, un pequeño collar.

-¿Convertiste nuestra promesa de amor en un collar, bebé?.-Acariciaba sus muslos suavemente.

Jimin algo perdido en las sensaciones asintió.

-L-Lindo ¿No?.-Abrió un poco más sus piernas para recibir contacto directo.

-Lo es.-Al notar su intención acarició levemente su entrada.

-YoonGi...

-¿Sí?

-¿Tienes condones?

Roses y;mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora