Swords & Crowns [P&C #2]

Capitulo 21

— ¡Su Majestad, ya es hora! Con permiso—Habló Lumiere, golpeando la puerta para acto seguido entrar, suspiró hondo al ver a todos los presentes. —No quiero ser entrometido pero ¿por qué están todos aquí cuando deberían estar en el salón principal?

—Están preocupados por Mal pero ya les he dicho que está en el baño y que no tarda en salir, no sean impacientes... —Respondí mirándolo, no podía sostener esta mentira yo solo.

Además de que confiaba lo suficiente en mi fiel consejero como para contarle la verdad desde el momento en que los hijos de villanos habían venido a decirme lo que realmente había pasado.

—Bueno, pueden esperarla en el salón principal, tienen que marcharse, la coronación está a punto de comenzar así que por favor, retírense... —Dijo él rápidamente antes de abrir la puerta y empujar a todos para que se largaran de una vez, cuando lo hicieron, cerró la puerta y suspiró.

—No puedo más, odio mentirles...—Admití.

—Lo sé, pero menos mal que llegué para evitar que confesara todo, su Alteza, ¿en qué está pensando? Si ellos se enteran, el resto de la población también...—Murmuró el hombre. —Todavía no puedo entender cómo sucedió todo esto sin que nadie se diera cuenta, Harry y Uma no pudieron hacer todo esto solos. Señor, sé que confía plenamente en Evie, Jay y Carlos pero ya deberían haber regresado, se fueron muy temprano. Podemos enviar guardias a Nunca Jamás, como refuerzos.

—Pienso en lo mucho que me duele ser deshonesto con ellos, no se lo merecen, pero tienes razón. Nadie puede enterarse, eso solo perjudicaría a Mal y si algo más le pasa por mi culpa no me lo perdonaré jamás. —Negué con la cabeza.

—Es mejor que nadie más lo sepa. Pero, piénselo un momento, es muy extraño todo esto, ¿cómo es que pudieron enterarse esos villanos que su novia estaba sola en el momento en que la secuestraron? ¿Cómo supieron que vive en la residencia? No pudieron haber hecho esto solos, por más inteligentes que sean. —Prosiguió Lumiere, colocándome una mano en el hombro. Lo miré.

— ¿Estas diciendo que hay alguien que pudo haberlos ayudado? —Murmuré algo confundido, si el amor de mi vida no estaba cerca de mí, todo era muy distinto.

—Es la única respuesta que puedo ofrecerle, al menos por el momento, su Majestad. Tiene sentido si es que lo piensa... —Respondió mi consejero. —Pero no creo que la tercera persona involucrada sea alguien que no conozcamos, debe ser alguien que sea cercano a lady Mal...

  Sí tiene mucho sentido. Pero ¿quién podía ser esa persona? No podía desconfiar de mi pueblo, mucho menos de mis amigos.

— ¿Me estás diciendo que debo sospechar de mis súbditos? —Dudé, intentando procesar todas estas teorías que él me estaba compartiendo.

—Desearía que no pero no podemos ignorar la gravedad de esta situación, alguien tiene que estar involucrado pero debemos descubrir quién es sin que esa persona se percate de que nosotros sabemos la verdad. Y mientras tanto, tenemos que ganar tiempo para que sus amigos puedan rescatar a su novia y regresar a salvo al reino. —Dijo él.

— ¿Te refieres a que tenemos que crear una distracción para no levantar sospechas? —Relamí mis labios lentamente, si eso ayudaría a mis amigos, entonces lo haría.

— ¡Exacto! Así que levántate, porque la coronación está a punto de comenzar. —Afirmó, lo obedecí y me miré por última vez en el espejo.

— ¿Y qué se supone que tengo que decir? —Lo miré extrañado, él bufó y suspiró hondo, Lumiere era demasiado paciente.

—Usted puede improvisar un discurso en donde le diga cosas bonitas a su novia, como una introducción a este evento tan importante para todos...—Sugirió y asentí con la cabeza antes de abrir la puerta y salir de la habitación junto a mi consejero.