Sneak Speek

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Acabábamos de robarnos la varita mágica.

  Acabábamos de dejar atrás a todos los buenos.

 Finalmente todo estaba saliendo como estaba planeado y estaba orgullosa de que todo nuestro esfuerzo haya valido la pena ya que teníamos el artefacto mágico en nuestro poder.

   Miré a mis mejores amigos, veía en sus ojos que estaban asustados pues no sabían qué iba a suceder apenas lleguemos a casa, probablemente creían que algo saldría mal y nuestros padres nos destruirían tal y como lo habían prometido cuando nos asignaron esta misión.

 Pero, a pesar de que yo sabía perfectamente que los villanos no necesitaban un motivo real para castigarnos, realmente esperaba que no lo hicieran.

  Nos habíamos estado arriesgando muchísimo solamente para complacerlos y lo logramos, ahora se los demostraríamos.

[...]

Unos minutos después, ya estábamos en casa. Bajamos del auto y cubrimos el mismo porque no queríamos que nadie se lo robara.

—Todo esto es muy extraño, no deberíamos haber vuelto. —Dijo Evie algo asustada.

—Tranquila, no te dejaremos sola. —Afirmó Jay.

—Lo que menos necesito es encontrar a mamá así que debemos pasar desapercibidos, tenemos que ser discretos. —Murmuró Carlos.

—Chicos, esta es nuestra casa, no nos harán nada porque tendrán lo que desean, mantengan la calma. —Intervine, me sentía completa de nuevo.

  Haber regresado me hace mucho bien.

 Empezamos a caminar para dirigirnos hacia el castillo de las Gangas, sentía cómo todos nos miraban y susurraban cosas, pero no me interesaba.

[...]

— ¡Ya volví! ¡Mamá! ¿Estas aquí?—Exclamé, el lugar se veía tan sombrío como siempre.

 Avancé por el pasillo hasta que llegamos a la sala de estar, era el lugar favorito de mi madre, porque ahí estaban su preciado trono y su cetro.

  Tal y como esperaba, allí estaba sentada, limándose las uñas y maldiciéndome, como siempre.

—Mamá, estoy aquí. —Dije de mala gana.

— ¡Mal!—Se sobresaltó al percatarse de mi presencia. —Ya era hora, pequeña. Dime que has hecho algo bien en tu vida y has podido cumplir con lo que te he pedido, porque no sé cómo te atreverías a volver aquí si no es así...—Se levantó y sus ojos empezaron a brillar, Jay me alejó de ella, porque todos sabíamos de lo que la emperatriz del mal era capaz.

—No tienes que alterarte, sí la he robado, tal y como me lo pediste. —Afirmé y Carlos me la dio.

 La mujer se acercó pero alejé el artefacto rápidamente.

—Hicimos un trato. —Le recordé. —Dime quien fue mi padre. —Exigí entonces.

Swords & Crowns [P&C #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora