Capitulo 10

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  Abrí las puertas y me escabullí ahí, sigilosamente, la vi mirándose al espejo, hablando sola, con el collar tan extraño que había llevado a la pijamada.

—Yo sabía que estabas loca pero no sabía que estabas tan loca, ahora te llamaré princesita Barbie loca. —Le sonreí falsamente.

— ¿Barbie porque soy hermosa y rosa?—Musitó la castaña, negué con la cabeza.

—No, porque eres plástica e inútil. —Respondí, ella me fulminó con la mirada, simplemente reí.

—Aquí la única que está perdiendo la cabeza eres tú, debo admitir que hacemos un buen trabajo al destruirte, te estamos dando lo que te mereces—Prosiguió y me acerqué más a mi sobrina.

—Es obvio que eres demasiado inútil como para armar todo esta distracción sola pero no van a ganarme, yo derroté a la emperatriz del mal, ¿qué te hace creer que no puedo hacerte desaparecer junto con mi madrastra? Con solo chasquear mis dedos las desterraré y nadie me detendrá. —Dije mientras mis ojos empezaban a brillar nuevamente, entonces me percaté de que lo que llevaba en el cuello era un collar con forma de caracola marina. — ¿¡Cómo mierda lo encontraste!?

   No tardé mucho en reconocerlo.

 Era el collar de mi archienemiga de la isla.

—Me lo robó cuando volviste a casa con ella después de que arruinaras la coronación. —Respondió una voz muy familiar, miré al interior del espejo y la vi, ahí estaba aquella brujita disfrazada de pirata que tanto odiaba.

—Camaroncito, qué bueno que estás aquí, serás la única testigo de una lenta y dolorosa muerte... aunque no podrás salvar a tu amiguita, no estás aquí. —Sonreí falsamente, no necesitaba ningún arma, acabaría con ella con mis propias manos. Salí de mis pensamientos, noté que el reflejo de la chica de trenzas había desaparecido, reí con malicia.

—Eso creí, es una cobarde, al igual que tú. Te metiste con la persona equivocada, ahora deberás pagar las consecuencias. Morirás sola...—Exclamé, rodeando el cuello de la castaña con mis manos rápidamente.

—Eso es lo que tú crees. —Susurró en mi oído la pirata que hace muchos años había sido mi mejor amiga antes de colocarme su espada en la garganta. —Suéltala. Ahora. No vas a lastimarla. —Ordenó, ejerciendo presión sobre aquella zona de mi cuerpo con su arma.

  Ella me miró, pero no me moví, yo nunca obedecía a nadie, y menos a una inútil con sombrero de pirata y olor a marisco podrido.

—Mátala y lo perderás todo, tus amigos, tu familia, tu novio... —Reflexionó seria, la miré con odio.

—No te atrevas a meterlos en esto, Camaroncito, porque si lo haces yo... —Le advertí.

— ¿Tú qué? Cuidado con tus palabras, un movimiento en falso y todo terminará para ti, princesita. —Ella sonrió con malicia, bufé, de mala gana saqué mis manos del cuello de mi víctima, que intentó desesperadamente recuperar el aire perdido. La pirata me soltó, entonces la pateé y la empujé rápidamente, haciendo que se estrellara contra la cama.

—Ahora, en cuanto a ti... lamentarás haberte metido con alguien que tiene magia, ése fue el peor error que has cometido. —Gruñí mirando a mi sobrina.

—No se lastima a la familia, Mal, nadie va a perdonarte si lo haces. —Susurró ella con un hilo de voz, mientras mis ojos empezaban a brillar intensamente.

—Oh por favor, primero asesiné a mi madre, ahora haré lo mismo contigo pero no te preocupes, no voy a dejarte sola en el infierno con la peor de las villanas, también enviaré a Lea allí. —Dije con tranquilidad. —A la mierda la sangre, ninguna de las tres ha sido parte de mi familia. —Gruñí antes de abalanzarme sobre la castaña para empezar a ahorcarla, era la única manera que tenía para arrancarle aquel artefacto mágico del cuello.

Swords & Crowns [P&C #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora