Capitulo 18

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—Agh, ¿cómo no se me ocurrió que tú estarías involucrada en esto? Ahora entiendo que todo eso de perdonarme y tratarme bien durante el último mes fue una farsa para que nadie sospeche de ti por esto...—Bufé.

—No te diste cuenta porque eres una estúpida, claro que estaba mintiendo, de todas maneras todos van a creer que te has ido por voluntad propia, así que no vendrán a buscarte. —Confesó la castaña. —Fue muy fácil robarte el libro de hechizos, estuviste tan ocupada que jamás te diste cuenta.

— ¡Así que fuiste tú, zorra!—Exclamé furiosa.

—No te conviene insultarme cuando estas atada, estás completamente a mi merced ahora. —Dicho esto, mi sobrina y Uma intercambiaron miradas, sonriendo.

— ¿En serio crees que te tengo miedo? ¿A ti? Por favor, no seas ridícula, yo tengo magia, tú solamente tienes ese vestido horrendo, en cuanto pueda usar mi magia te vas a arrepentir...—Amenacé e intenté desatarme pero no podía pues los nudos de las sogas eran muy fuertes. Los tres se rieron de mi patético intento de huir.

—Aunque te desates, que obviamente no va a suceder, no lograrás llegar a tiempo a tu gran día porque no sabes cómo volver a tu castillo perfecto y además no hay manera de que salgas de esta cueva sin que lo sepamos. —Habló Harry.

—Hay algo que no entiendo, ¿¡por qué demonios se aliaron con ella cuando todos sabemos lo mucho que ambos odian a las princesas!? ¡Esta chica es el ejemplo perfecto de princesita primorosa insoportable!—Gruñí mirándolos a los tres, aunque sabía que no me iban a explicar nada. — ¿¡Por qué mierda me trajeron aquí!?—Insistí.

— ¿En serio creías que ibas a poder ser reina antes que yo? Pues te equivocas, linda...—Dijo la hija de Aurora.

— ¿¡En serio haces todo esto por una estúpida corona!? ¿Por eso me odias tanto, porque estoy primera en la línea de sucesión al reino? Pues adivina que: ¡yo no quiero esa patética tiara!—Respondí frustrada.

— ¡Me estresa su maldita conversación sobre reinas!—Comentó mi archienemiga de la isla.

—Es bueno que no la quieras, porque no te la mereces, pero eso no va a detenerme. Verás, no puedes negarte a tal cargo, así que yo debía borrarte del mapa para convertirme en lo que realmente debo ser: la reina de Auradon. —Prosiguió la castaña, acercándose a mí. —Secuestrarte fue el primer paso, ha salido bastante bien, el segundo paso es terminar contigo de una vez por todas y eso haré. —Acarició mi cabello lentamente.

—Una princesita como tú no sería capaz de mancharse las manos de sangre. —Musité con tranquilidad.

—Ay querida, no tienes ni la menor idea de lo que soy capaz. —Murmuró, negando con la cabeza. —Te juro que me las vas a pagar, una por una, todo lo que me hiciste durante meses... La única diferencia es que sufrirás más porque te torturaré hasta mañana, cuando termine la coronación volveré para matarte de una vez por todas. —Aclaró antes de empezar a golpearme durante un largo rato, cada minuto se me hacía eterno y no tenía manera alguna de defenderme, sabía que esto era por la humillación que la había hecho pasar en el día de la familia.

  Maldita rencorosa, Aurora no merece tener a esta maldita como hija, pensé mientras ella seguía golpeándome, hasta que la chica de trenzas la apartó de mí.

—Suficiente por ahora, princesita. —Dijo, cruzándose de brazos. —Pero no vas a asesinarla, tú no decides eso. Yo sí, por eso soy la capitana y ahora eres parte de mi tripulación, yo estoy al mando. —Mencionó seria.

—Creo que te estás olvidando de que sin mí Mal no estaría en esta sucia cueva así que soy yo la que debe determinar cómo será ejecutada. —Replicó mi sobrina, Uma se acercó a ella, ya que nunca antes nadie se había atrevido a discutirle, excepto yo.

Swords & Crowns [P&C #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora