Capitulo 5

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— ¿De qué hablaron tú y Stefan, si es que puedo saber? —Cambió de tema entonces y se acomodó mejor en la cama, sin dejar de mirarme atentamente, dejando caer mi bolso.

—Oh, eso salió bien, supongo. En realidad no era una charla de padre e hija como creí que lo sería, resulta que me engañó, era un almuerzo familiar. —Hice una mueca, aún no me acostumbraba a decir aquello, durante años, la única familia biológica que había conocido era la emperatriz del mal, pero eso ya había cambiado.

—Por favor, dime que supieron compartir un momento perfecto como familia sin arruinarlo con acusaciones, hechizos o algo por el estilo. —Suplicó, mientras se agachaba para levantar lo que él mismo había tirado, pero cuando lo hizo, notó que el bolso estaba abierto, por lo cual tomó el libro de hechizos. —Mal... —Me dirigió una mirada seria.

—No es lo que estás pensando, mi vida... —Intenté explicarme.

— ¿Por qué lo conservarías si no es para seguir esparciendo maldad por cada rincón del reino? ¡Hechizaste a tu sobrina y la secuestraste! ¿¡Cómo pretendes que crea que no has tratado de hacer lo mismo con ella o la reina Lea!? —Me interrumpió, levantándose de la cama.

— ¡Lo hice antes de saber que tenemos la misma sangre, por Lucifer, Ben, tienes que creerme! Lea no dejó de amenazarme desde que aparecí allí, además de que llegué tarde, ¡la situación era incómoda! —Proseguí rápidamente, tratando de tomar mi libro pero él lo alejó de mi alcance.

— ¿¡Y las supuestas amenazas de tu madrastra te dan derecho a tratar de controlarla!? ¡Así jamás serás aceptada! —Elevó la voz.

— ¡Pero yo no hice tal cosa! ¡Si sigo teniendo el libro es porque es el único recuerdo que me queda de mi madre! —Insistí.

—No inventes excusas, ¡no puedo creer que le hagas tal cosa a tu propia familia! ¿¡Y qué me harás si intento quemar el libro!? ¿Me vas a convertir en tu secuaz? —Pronunció con desprecio.

— ¿¡Qué!? ¡No, yo jamás te haría eso! —Me levanté de la cama para acercarme a mi novio pero él se alejó.

— ¡Me hechizaste una vez! ¿¡Qué me hace creer que no volverás a hacerlo!? —Gritó él. — ¡Esto no es la isla de los perdidos, Mal!

— ¡Ya lo sé Ben! ¿¡Por qué no puedes confiar en mí!? —Dudé, aunque no estaba segura de querer escuchar su respuesta.

— ¡Porque sigues ocultándome cosas, siempre me mientes! ¡Creí que estábamos en esto juntos! —Dicho esto, arrojó el libro a la cama. — ¡Y estoy harto de esto!

— ¡Ben, estamos en esto juntos! —Le recordé, intentando hacerlo entrar en razón.

—No, no lo estamos, porque no puedo soportar que otra mentira salga de tus labios, no voy a seguir con esto. —Me miró por última vez antes de marcharse, dando un portazo.

  Suspiré hondo y me senté en la cama frustrada, no podía creer que él desconfiara tanto de mí.

 En ese momento mi compañera de habitación entró y me miró extrañada.

— ¿Por qué estaban discutiendo Ben y tú ahora? Escuché los gritos desde afuera, M. —Se cruzó de brazos. — ¿Y por qué está tu libro de hechizos ahí?—Señaló la cama, confundida.

  Ni siquiera le respondí.

— ¿En serio estás dispuesta a ignorarme cuando ambas sabemos que ahora es cuando más me necesitas?—Cuestionó y acomodó su cabello.

 Seguía molesta con ella por no ponerse en mi lugar, así que me quedé en silencio.

  La chica de cabello azul simplemente se me acercó y me abrazó rápidamente, la miré seria.

Swords & Crowns [P&C #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora