Swords & Crowns [P&C #2]

Capitulo 22

Mal.

—Who's the baddest of them all? —Murmuró mi mejor amiga, mientras forcejeaba con la brujita del mar para alejarla de mí. — I guess we're finding out tonight—Le sonrió falsamente antes de empujarla, suspiré aliviada al tenerla lejos.

—Let's go, bring it on, better give us what we want—Harry y Uma intercambiaron miradas, mientras yo me quedaba allí parada, sin poder reaccionar. —It's the wand for the crown, if you don't, it's going down

—Let's go, make your move, peace or war, it's up to you—Prosiguió Jay, quien fue lo suficientemente veloz como para colocarme detrás de su cuerpo para protegerme antes de que los piratas intentaran lastimarme.

— Give her up and do it now, if you don't, it's going down. —Masculló el hijo de Cruella, apretando sus puños.

—We want the crown, or else the queen is gone—Habló Camaroncito, sonriendo con malicia.

  Los hijos de villanos intercambiaron miradas de confusión, ellos no comprendían que esa maldita no quería mi corona, sino que el plan era que Audrey iba a conseguirla.

 Si tan solo tuviera voz para explicárselos, pensé y tragué saliva.

—Let's go, pound for pound, we're prepared to stand our ground—Exclamó la hija de la reina malvada, mirándolos con seriedad.

  Los piratas rápidamente corrieron a atacarnos.

—Estamos listos para defendernos. —Dijo el chico de cabello largo mientras les pasaba espadas a los demás, Evie me dio la mía y la tomé justo en el momento en que aquella brujita se adelantó para tratar de lastimarme pero la chica de cabello azul le bloqueó el paso al ver que yo no reaccionaba, mientras que los chicos combatían contra Harry.

—Put your swords up, put 'em up, it's going down—Gritaron mis mejores amigos a coro mientras luchaban contra esos dos bacalaos.

  Estaba viendo aquella batalla pero no podía dejar de pensar en lo mucho que necesitaba mi voz, además de que seguía estando shockeada.

— ¡M, no es buen momento para que no reacciones! ¡Estamos muy preocupados por ti!—Escuché las palabras de Carlos pero simplemente las ignoré.

—Están muy equivocados si creen que podrán protegerla por siempre...—Uma sonrió con malicia mientras seguía peleando con mi mejor amiga.

—M, no puedo hacer esto sola. Te necesito. —Susurró la hija de la reina malvada, esforzándose en alejar a la chica de trenzas de mí. —Chicos, no es seguro que esté aquí si sigue así, tenemos que llevarla a un lugar en donde esté a salvo.

— ¡Estamos en Nunca Jamás, ningún lugar es seguro! —Se quejó el chico de cabello largo mientras esquivaba al pirata.

— ¡En el jet estará bien! Tienes que asegurarte de que llegue ahí, nosotros nos encargamos de estos dos bacalaos. —Dijo el chico de cabello blanco y negro, mirando a su mejor amigo.

— ¿¡No ves que estoy un poco ocupado!? ¿Por qué no la guías tú? —Gruñó Jay.

— ¡Lo haría pero tú tienes las llaves, idiota! —Prosiguió Carlos.

No voy a irme a ningún lado hasta que recupere mi voz, pensé.

— ¡Chicos, no es el momento para que discutan! —Intervino mi mejor amiga, volteándose a mirarlos. Justo en ese instante, la brujita del mar sonrió al ver que ella estaba distraída y aprovechó la oportunidad para colocarle su espada en el cuello.

  Miré a los chicos, solo para darme cuenta de que el más pequeño del grupo estaba acorralado entre la pared y el hijo del capitán Hook, acercando cada vez más su garfio al de su víctima.