Pov Sara Harris
—Sara puedes dejar de pensar en otras cosas y ponerte a trabajar. – Ahí estaba mi molesto jefe interrumpiendo mis pensamientos.
—Claro — Dije con una sonrisa falsa.
Joder, como lo odiaba.
No me podía ver un segundo tranquila o con mi cabeza en otro lado, porque ya me venía a fastidiar.
Trabajaba desde hace unos años en lugar llamado "Tienda Inglesa", era una cadena de varios minimarket, que estaban distribuidos en todo el país. La verdad es que el sueldo era muy bajo, apenas me daba para pagar la renta y como si fuera poco, el barrio donde estaba ubicado el local donde trabajaba no era muy bonito.
El minimarket estaba abierto las 24 horas. Hay días que me toca el turno de la noche, como hoy y tengo que admitir que este turno me daba un poco de miedo. No vivo en un barrio bonito, al contrario es muy parecido a este. Pero en mi barrio me sentía más segura y protegida, ya que todos nos conocíamos.
El punto era que desde hace mucho tiempo vengo buscando otro empleo, donde tenga un salario mejor. Pero la verdad es que nunca me llaman por mi falta de estudios y mi aspecto. En muchos trabajos no creen apropiado tener a la vista del público, una persona como yo. Mi cuerpo tiene varios tatuajes, que están a la vista y esa es una de las cosas por la que soy muy juzgada.
El mundo está dividido por dos tipos de personas, las que tienen tatuajes y las que juzgan o les tienen miedo a la personas con tatuajes. Pero no saben lo equivocados que están, no por tener tatuajes soy una chica mala.
Mi cuerpo es mi diario, y mis tatuajes son mi historia.
Me gusta mucho cambiar los colores de mi cabello, me suelo aburrir del mismo color. En este momento es violeta, pero ya estoy pensando en un verde.
Lo único bueno de este maldito trabajo es que no exigían uniformes.
—Hey, tú — Sentí que dijo un chico pero no le tomé atención, ya que no creí que me hablara a mi.- Chica rara.
Claramente me estaba hablando a mí.
Gilipollas.
Cuando volteé, me encontré con un chico que me miraba con su ceño fruncido, tenía una expresión dura y me decía rara a mí.
Él estaba completamente vestido de negro. Con un jersey negro y una remera que dejaba a la vista sus tatuajes - en el cuello y en los brazos. -Su vestimenta y rostro demostraban, que era un aburrido.
—Me puedes cobrar de una vez. — Gruño.
—Sí, lo siento — Me disculpe y baje mi cabeza instintivamente.
—Niñata. — Susurró, cuando pase por su lado.
Me puse roja, pero de la bronca. ¿Quién se creía?
Primero me decía rara y ahora esto. Trate de tranquilizarme internamente y lo atendí lo más rápido que pude, para no verle más la cara al patán.
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Sara 2 (Pausada)
Teen Fiction14 años después Hoy hacia 14 años de la muerte de mi madre, hoy hacia 14 años que mi vida se había vuelto una pesadilla sin ella, hoy hacia 14 años que había dejado de ser esa niña dulce. Mi nombre es Sara. Soy una chica que no ha tenido una infanc...