Capítulo 25

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Pov Zachary

Me miro por varios  segundos creo que analizandome, por su cara  parecía que había visto un muerto — estas vivo — fue lo único que pudo decir .

— ¿Ya me extrañabas nena? — No entendia  que hacia ella en un lugar así y saliendo de la oficina del dueño, sus ojos estaban llorosos y su ropa un poco desarreglada, miles de ideas pasaban por mi cabeza pero ninguna cuerente. Tampoco pensaba preguntarle, no quiero que piense  que estoy interesado en ella.

Ella se sonrojo, era tan tierna  con sus cachetes  de color carmesí. Un carraspeo me hizo dejar de mirar a la chica, ella se hizo a un lado dejando a la vista dueño  del  bar.

— Nos estamos hablando — Dijo ella y se fue. Una rafaga de furia recorrio  mi cuerpo, "nos estamos hablando", significa que ellos tenían algo, no entendía porque pero el mal humor se había apoderado de mi.

— Hablemos de negocios — Dijo sentándose en la silla de su escritorio. Pase al despacho  y cerre la puerta tras de mi.

—Seré claro, — dije a secas — 100 euros  el gramo. ¿ Cuanto quieres?

— 2 kilos y quiero rebaja.

—Sabes que eso no se negocia, parece que no me conocieras.

— Entonces no tenemos trató — Joder, si pierdo un cliente el viejo me mata.

— Si compras 4 kilos, te hago rebaja y es mi ultima palabra.

— Trató — dijo estirando su mano, dude un poco en agarrarla, este tipo  no me caía bien, pero no me quedaba otra que comerme mi orgullo y darsela. — Si no hay problemas cuando me la entregues  y es de calidad quiero 100 píldoras.

— ¿Qué problema  va a ver? — dije serio y apretando mis puños  debajo de la mesa, me estaba  aguantando  una buenas ganas de darle un golpe — no es la primera  vez que te vendo y lo nuestro siempre es calidad .

— No lo se, me han llegado unos rumores — dijo tomando el teléfono — ¿la misma de siempre?

—No, una mas rica  — necesitaba sacarme a esta chiquilla de la cabeza, él  tomo el teléfono y dijo algo que no escuche, no le estaba prestando atención, no era tan chismoso.

— Te espera  en el cuarto 3.

Pov Sara

Había estado toda la noche dando vueltas, sin poder  pegar un ojo habían sido  demasiado información y emociones en unas horas.

Como todas  las mañana salí a correr  con mi perro, era una mañana tranquila, un poco fresca, ya que se estaba viniendo el invierno.

Estaba llegando al edificio y pude divisar a lo lejos una camioneta de alta gama  en color negro. Mire disimuladamente para dentro, pero no se veía nada, tenía vidrios oscuros, era raro ver una camioneta de estas por  el barrio. Había un hombre de traje negro  parado en la puerta, esto si era muy extrañó, no entendía que pasaba.

— ¡Buenos dias! — le dije al portero cuando entre al edificio. Él  sólo respondió con un movimiento  de cabeza.

Estaba subiendo  las escaleras cuando él  móvil  que me había  regalado Emir, comenzó a sonar.

— ¿Hola? — Dije mientras abría la puerta de casa.

— Sara, soy yo Emir — suspiró — anoche te has ido mal y no estoy  tranquilo con eso, ¿Será que nos podemos  juntar hablar?

— Emir nosotros  ya hemos hablado todo — me tire  en la cama — creo que no hay mas nada para hablar, aparte que trabajo hasta tarde.

—Sara de eso también te quiero hablar — ¿y ahora que?, pensé — quiero que trabajes  para mi, es una manera de estar juntos denuevo y conocernos.

— No Emir, no te confundas. Yo no voy a trabajar  de prepago  en tu bar.

— Sara, jamás dejaría que trabajes  de prepago para mi, sólo trabjarias de mezera o sirviendo tragos, mis seguridades te van estar cuidando siempre  y ganarias mucho mas, yo se que  necesitas la plata. Piénsalo — la verdad que era una oferta tentadora, pero no parecía correcto.

—Esta bien — suspire — lo pensaré  y te aviso.

Pov Zachary

Llegué a mi casa un poco pasado de copas y luego de una noche desenfrenda de sexo. En ese lugar tenían ricas chicas. Me tire en mi cama y no tarde nada en dormirme.

Gritos  y ruidos de cosas rompiéndose, me despertaron. Tenía una resaca de puta madre, pero intente reaccionar rápidamente. Tomé mi pistola  y salí del cuarto.

La imagen que vi, me lleno de rabia, estaba el viejo agarrando a mi madre del cuello, pude ver a mi hermana escondida  detrás del sillon, era un mar de lagrimas.

Soltala — grite empujandolo, intentando apartarlo  de mi madre, enseguida varios sonido de pistolas destrancandose  se hicieron presentes, no había notado que este mal nacido no había venido sólo  — con mi madre no te metas cabron.

— Hasta que apareciste, ¿ se puede saber donde estabas y porque no respondes las llamadas?— podia notar que estaba drogado, sus pupilas  estaban dilatadas y tenia un fuerte  aliento a alcohol , me coloque  delante de mi madre intentando protegerla.

— No te tengo que dar explicaciones — mis nudillos se estaban quedando blancos, mi madre tocaba  mi espalda intentando tranquilizarme —Váyanse  a la habitación — les dije a mi madre y mi hermana, sin sacarle la vista de encima a esta escoria.

Holaa ¿como están? Espero que muy bienn, les cuento que en mi país estamos en cuarentena hace varios dias, así que he tenido tiempo para escribirles  espero que les guste y cuidensen, no salgan de sus casas .

Sara 2 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora