Pov Zachary
Subí a mi moto y acelere, me tenía que ir de allí rápido.
Creo que nunca había estado tan nervioso, sé que sueno como una niña asustada.
Pero me sentía hasta mal conmigo mismo, estar tomando algo que no me pertenecía y el ver la cara de miedo de aquella cría, lo único que intentaba pensar es que lo hacía por mi hermanita.
Vivía a dos manzanas del local, no demore mucho en llegar. Abrí el garaje del edificio y guarde mi moto, normalmente la dejaba afuera. Pero tenía miedo que alguien la allá visto y la reconociera.
Entre en el ascensor y subí hasta el quinto piso donde estaba mi departamento.
Aún tenía un leve temblor en mis manos por causa de los nervios.
— i Pequeña llegué! — Grite, cuando apenas abrí la puerta.
—Zaack. — Grito Lily. Corrió hacia mí con esa sonrisa característica suya, que jamás se borraba de su rostro.
Sus ojos color miel me transmitieron un poco de paz. Ella y mi madre eran mi razón de vivir.
Cuando llegó a mí la levanté en el aire y comencé a dar vueltas.
—Ya para Zack. Me vas a marear. —Dijo entre medio de risas.
—Vale — Dije parando. — ¿Dónde está mamá? — pregunté una vez que la deje en el piso nuevamente.
—Ella ya se ha dormido.- Susurro.
—¿Y tú que haces a esta hora despierta? — Fruncí mi ceño, haciéndome el enojado.
—Te estaba esperando Zack — Dijo con ternura. — ¿Me puedes leer un cuento?
Como podía decirle que no, si me miraba con esos ojitos de perrito mojado.
—Ya Lily saca esa cara, vamos te leeré el cuento y luego a dormir, ¿sí?
Ella comenzó a dar saltitos en el lugar, siempre lo hacía cuando algo le alegraba.
A veces me sorprendía la cantidad de energía que podía llegar a tener, pese a que no se sienta muy bien o no esté en su mejor día, nunca lo demuestra.
Lily es una niña especial, le han diagnosticado hace un mes leucemia .Los médicos están estudiando cual será el mejor tratamiento para ella, ya nos han dicho que vayamos reuniendo dinero, porque por lo general son caros.
Que tenga que pasar por todo esto, me duele y demasiado, quisiera que todo esto me pase a mí y no a ella, una indefensa niña de 6 años.
Luego de leerle el cuento a mi princesa y hacerla dormir, pase por el cuarto de mi madre y si definitivamente estaba dormida.
Me senté en el sofá, prendí un cigarro y comencé a vaciar las bolsas con dinero. La verdad es que había bastante, la chiquilla que me había atendido en el local, había sido muy obediente.
El bolsillo de mi campera comenzó a vibrar, saque mi móvil y atendí.
— Diga
— ¿Lo hiciste? — Genial ya me parecía raro que no llamara tocarme los cojones.
— Si
— Quiero la mitad mañana en mi oficina. — y sin más corto.
Genial, encima con pretensiones.
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Sara 2 (Pausada)
Teen Fiction14 años después Hoy hacia 14 años de la muerte de mi madre, hoy hacia 14 años que mi vida se había vuelto una pesadilla sin ella, hoy hacia 14 años que había dejado de ser esa niña dulce. Mi nombre es Sara. Soy una chica que no ha tenido una infanc...