Capítulo 11

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Pov Sara

Me di media vuelta y comencé a caminar en dirección a mi trabajo. Todavía tenía que ir a recoger mi moto y con suerte llegaría a mitad de las carreras.

Sólo había sido una pérdida de tiempo.

No salvaría la vida de la persona que me apuntó con un arma. Lo sé, lo repito muchas veces ese hecho, pero he llegado a la conclusión que he quedado con un trauma.

—Por favor, no te vayas. — me gritó con mucho esfuerzo, se notaba que ya no podía más.

Yo no era igual que él, mi madre no estaría orgullosa si dejo morir a un hombre, por más que sea un sicario.

Me di vuelta y camine nuevamente hacia él. No puedo creer que esté haciendo esto.

—Me debes la vida — Le dije cuando ya estaba junto a él de nuevo.

—Gracias— murmuró — mi auto está en la vereda de enfrente.- Su voz era cada vez más baja.

Pase su brazo por detrás de mí nuca para que se apoyara y poder ayudarlo a caminar.

Sus pasos eran lentos y la verdad es que pesaba bastante, estuvimos más de 5 minutos para poder cruzar la calle.

—Las llaves están en el bolsillo de mi chaqueta. —Dijo una vez que llegamos.

Busque en su chaqueta y saque las llaves.

La calle estaba muy oscura y pude identificar el modelo del auto cuando quede frente a él. Estaba impresionada. No podía creer que este tipo tuviera un Chevrolet Camaro, no es por desmerecer a nadie, pero me parece que voy cambiar de trabajo.

Estuvimos otros 5 minutos intentados que subiera al auto.

Nunca había manejado un auto así. Si no fuera porque tengo a un hombre agonizando a mi lado, sería emocionante el hecho de que estoy manejando este auto.

Ahí me callo la ficha, a donde íbamos.

A mi departamento no lo podía llevar no solo porque todos mis vecinos me verían con un hombre herido, sino que también hay que subir escaleras.

— ¿Dónde vives?

— Llévame aquí. — No sé qué apretó en la pantalla del auto que enseguida se activó el GPS con una dirección.

—Pero eso está como a 20 minutos y es en el medio de la nada. Necesitamos que te vea un médico ya.

—¡Un médico no!.-Volvió a decir un poco exaltado— Allí sabrán que hacer.

La verdad es que no estaba acostumbrada a colocarme el Cinto de seguridad pero lo abroche porque iba un poco rápido, necesitaba llegar. Estaba muy pálido y sus ojos se estaban cerrando.

¡Sus ojos se estaban cerrando! Mierda.

—No te duermas, ya casi llegamos — Dije lo más tranquila que pude, pero la verdad no lo estaba y faltaba bastante para llegar.

Pise un poco más el acelerador, sentía a adrenalina correr por mi cuerpo, me sentía como si estuviera corriendo una carrera.

Sara 2 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora