POV Sara
— No te puedes llevar el coche. —Dijo agarrándome del brazo, no sé cómo había llegado tan rápido hasta mí.
— Entonces, ¿Cómo pretendes que me vaya de aquí? — Dije cruzando mis brazos, la verdad es que me estaba congelando y cansando un poco de la situación quería una solución. — Estoy segura que el servicio de uber no llega hasta aquí. — Dije con sarcasmo.
— No te pases de lista. No se camina, alguien te levantara en la ruta.
— O tal vez puedo llamar a la Policía y contarles todo. — Dije retándolo, no sé qué estaba pasando por mi cabeza.
— No llamaras a nadie. — Me tomo del brazo y comenzó a caminar hacia la puerta. Me quería soltar pero no podía.
— Suéltame, me haces daño. — Seguía resistiéndome pero era inútil, era mucho más grande que yo en todos los aspectos. El me tomo de mi piernas y me cargo como si fuera un saco de papas, esto era vergonzoso, intente patalear pero me tenía inmovilizada.
Mi cabeza estaba hacia abajo y lo único que podía ver era un trasero caído y desagradable.
El hombre me tiro bruscamente sobre un sillón del cual salió mucho polvo, no pude evitar toser.
Joder en que estaba pensando cuando lo amenace, en mi cabeza sonaba mucho mejor la idea de hacerlo.
Estaba metida en mis pensamientos hasta que el sonido del cerrojo de la puerta me hizo volver a tierra. Rápidamente me pare e intente abrirla pero definitivamente la había trancado.
—Maldito hijo de puta — Grite — Ábreme — mi manos golpeaban la puerta de metal, haciendo un ruido fuerte por el eco. Estuve así varios minutos, gritando y golpeando, hasta que sentí que alguien se acercaba, al fin.
Necesito algo para defenderme, maldición. Mi vista recorrió toda la habitación, buscando algún objeto que me sirviera pero fue en vano y ya era tarde, alguien estaba abriendo la puerta.
Un hombre de unos 50 y largos años apareció en mi campo visual, mi cuerpo comenzó a temblar. Enserio que su aspecto daba miedo.
—Así que tú eres la chica que ha traído al bastardo de mi hijo — le había dicho "bastardo" a su hijo, uff que buena relación que tienen.
—Yo solo me quiero ir a mi casa, no tendría que estar aquí.
—Bien dijiste no tendrías que estar aquí, — Suspire de alivio, creí que me iba dejar ir. — pero me han dicho que andabas de rebelde y no te quisiste ir.
—Yo...yo...yo — había comenzado a tartamudear, genial. Que buen momento para hacerlo, es que hombre me ponía muy nerviosa — no, sabia co..como volver — logre terminar la oración.
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Sara 2 (Pausada)
Novela Juvenil14 años después Hoy hacia 14 años de la muerte de mi madre, hoy hacia 14 años que mi vida se había vuelto una pesadilla sin ella, hoy hacia 14 años que había dejado de ser esa niña dulce. Mi nombre es Sara. Soy una chica que no ha tenido una infanc...