Capítulo 18

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Pov sara

Luego de un largo camino en silencio  llegamos  a mi casa. No sabía si debía decirle algo o sólo bajarme del auto. Opte por la segunda opción, estacioné el auto y me baje, el también se bajo para cambiarse  de asiento supongo.

Comencé a tocar mis bolsillos buscando  la llave de casa y por suerte la tenía, por un momento creí haberla perdido.

Me lleve una gran sorpresa cuando de su boca salió un leve susurró — Gracias — había sido bastante bajo, pero lo logre escuchar. Lo ignore y seguí mi camino hacia la puerta, solo quería bañarme y acostarme  con mi perro, haba sido un largo día, me sentía agotada y sucia, en serio que ese galpón era una mugre.

Abrí la puerta de mi departamento y Ares no demoro en hacerse presente en mi campo de visión —Hola amigo, te extrañe  — el movía su cola, mientras acariciaba su cabeza.  

Joder ya estaba amaneciendo, me tome una ducha rápida y caí rendida en mi cama.

Unos lenguetazos en mi rostro me despertaron.  — Ya para Ares  — dije acariciando su cabeza aún con los ojos cerrados.

Mire la hora y ya casi eran las  2 p.m, todavía debía ir a buscar mira moto, también quería presentarme en mi trabajo, no sabía si aún lo conservaba o habia sido despedida.

Me saque mi camiseta de dormir, comence a revolver mi ropero hasta que encontré mi camisa de Jean, me la puse junto con un pantalón negro y como no pueden faltar me puse mis vans. Tomé un poco de maquillaje y me puse, tenía que tapar mi cara de cansada.(multimedia)

— Vamos Ares. — el vino sin dudarlo. Coloque su correa y salimos. Ares  era tan bueno  que no hacia sus necesidades adentro, aveces tenía algunos accidentes, pero era entendible pobrecito. No fuimos  muy lejos con Ares, sólo dimos un corto paseo ya que yo me debía ir.

Esta vez decidí  tomar el autobús al trabajo, no quería tener otro inconveniente.

El viaje fue rápido, cuando baje frente a la parada habia una farmacia, no lo dude y entre, necesitaba un cambio.

— Hola, ¿que vas a llevar?— me pregunto el chico que trabajaba allí.

— Hola, quiero dos pomos de tinta verde — el chico me miro con una cara que no pude desifrar, pero era como  si fuera un bicho raro.

— Son tres dólares con cincuenta — le di la plata y tome los pomos.

— Gracias —  dije antes de darme vuelta e irme, yo si era educada.

Llegué y para mi suerte mi moto seguía  alli, solté un suspiro de tranquilidad.

Entre al local  y alli estaba el dueño como cajero. Nos quedamos mirando por unos segundos, yo estaba esperando el sermón por no haber aparecido ayer a buscar la moto y por llegar tarde hoy.

Decidi  comenzar  hablar yo — Lo sien...—  pero me corto.

— Sólo ponte a trabajar, — hizo una pausa  —  hay que reponer la bebida —  se dio vuelta y comenzó a caminar a su oficina. Este tipo era muy raro y bipolar.

Sin editar.

Sara 2 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora