Capítulo 11: Reunión
Llegamos a su oficina, la aceptación de tener que renunciar a él en un año se me hacía amarga, robando todo el encanto que me suponía estar a su lado.
¿Por qué tenía que ser así? Seguía sin entenderlo.
¿Es que no podía quedar al menos una amistad ''jefe-subordinado''?
Me senté dónde mismo lo había hecho ayer, pero él me corrigió haciéndome levantar y sentar en su silla, manteniendo el peso de sus manos sobre mis hombros.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Hoy tú serás el jefe y yo tu ayudante.—Tomó asiento a mi lado sacando los papeles.—Quiero comprobar cuanto aprendiste ayer.—Me estudió minuciosamente con la mirada a lo que tragué saliva y encendí el ordenador.
La clave era la más fácil del mundo.
''RadissonHunter'' seguido de su primer número de teléfono a la inversa.
Bueno, quizás eso ya no era tan fácil.
—Tienes buena memoria.—Sonrió.
—Lo intento.—Dije sin más.
Abrí los archivos y comenzamos, Bruce tocaba mi mano cuando quería explicarme algo, para que le mirase de frente, no entendía a qué venía ese reclamo de atención.
Yo me mantenía un tanto desganado, invadido por la tristeza tras conocer el futuro que nos esperaba.
—¿Te pasa algo? No te veo a gusto.
—Todo bien, señor Hunter.—Su brazo pasó entre mis hombros en un intento de arrimarme a él, dándome un achuchón de ánimo, a lo que me retiré educadamente.—Eh...
—Si no quiere que hayan sentimientos entre nosotros vale más que guardemos distancias, puedo tener sexo y después seguir en mi posición, pero no me de muestras de afecto, porque no soy tan fuerte, señor Hunter.
Su ceño se frunció y pude ver cierto temor en sus ojos, había algo dentro de él que le carcomía el alma.
¿Por qué no lo soltaba de una vez?
—Tienes razón, discúlpame.—Agachó la mirada y me entrego un fajo de facturas.—Después tendremos una reunión sobre gastos que tendremos que afrontar en las próximas construcciones que nuestra empresa llevará a cabo y los márgenes de beneficio.
—Vale, ¿tengo que ir obligatoriamente?
—Por supuesto.
—¿No podría quedarme aquí entre las montañas de papeles? Me siento más cómodo, soy tímido y aborrezco el rodearme de personas desconocidas.
—Es lo que te espera Nicolás.
—No.—Negué de inmediato.—No sé lo que usted tenga pensado para mí señor Hunter, pero al igual que yo debo aceptar que no volveremos a vernos en un año, usted debe aceptar que después de ese año, yo llevaré mi vida tal cual quiera llevarla, así que, lo que me espere el día de mañana, es decisión mía, solo mía.
Su nerviosismo se acrecentó, delate de ello fue la forma en la que se repasó el pelo, evitó mi mirada y se removió en la silla.
Era como si acabase de darse cuenta de algo ''que había pasado por alto''.
—Me refería a que es lo que te espera durante este año.— Gruñó, no muy convencido de ello.—De todas formas, aprender una profesión como esta y desaprovecharla es de imbéciles, deberías aferrarte a la oportunidad que te estoy brindando.
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La pesadilla de Bruce
RomanceLa vida de Bruce Hunter es tan perfecta, fría y calculada como todo el dinero que hay en su cuenta corriente. Dueño por herencia tras la muerte de su joven padre, de una empresa de construcción. Soltero de oro, codiciado como nadie, perseguido hasta...