Dangerous - Brad Simpson. ( Editando)

3. Noche de chicas

Brad

— Eh, amigo ¿Qué pasa? — Preguntó Tris, luego de beber de su cerveza

James me miró, esperando mi respuesta con los brazos cruzados. 

— Emily rompió conmigo. —  Respondí. 

Me observó durante unos segundos con su rostro serio; sabía que él se molestaría puesto que Emily es una de sus mejores amigas y de seguro me culparía a mí por lo que sucedió. 

— Ya lo sabía. 

¿Qué? ¿Cómo fue que se enteró? 

—¿Cómo lo supiste?

—Emily pasó aquí la noche. No supo donde más ir. 

—¿¡Por qué no me lo dijiste, Tris!? — Le reclamé. — Estuve preocupado por ella toda la mañana. 

— ¿Qué esperabas? Mi mejor amiga estaba mal y necesitaba de mi ayuda. 

—¡La busqué todo el maldito día! — Elevé mi voz porque estaba malditamente molesto.

—¡Ella estaba mal, Brad! —  Respondió de la misma forma. — Ella no quería verte, solo le di mi compañía por la noche. 

—¡Podrías haberme llamado! — Grité.

—¡La engañaste, maldita sea! – Me gritó devuelta — ¿Querías que llamará y dijera "Oh, Brad, ella está aquí, llorando por tu engaño, ven por ella"? ¡No! Emily es mi amiga, no voy a permitir que sigas haciéndole daño.

Tiré la lata vacía contra la pared. Él tenía razón, soy el mayor idiota que existe, porque perdí a la mujer de mi vida. Me senté sobre el sofá y llevé ambas manos a mi rostro ¡Soy un imbécil! Porque la necesito a mi lado, pero lo arruiné todo y la perdí. 

Podía escuchar la respiración agitada de Tristan, esta demasiado enojado conmigo. Y James, a mi lado, me acariciaba la espalda para darme su ánimo. 

—Lo arruiné ¿Verdad?

— Sí, lo hiciste ¡Fuiste un maldito imbécil que...

—¡Basta Tris! —  Lo regañó James — ¡Joder! Ya todos sabemos que se equivocó, pero detente, él está bastante mal también.

—¿Y qué pasa con Emily? ¿Acaso no te das cuenta que ella es la víctima de todo esto?

 — Por supuesto que me doy cuenta, Emily es mi hermana por si no lo recuerdas. También estoy molesto con lo que este tonto le hizo, pero es nuestro mejor amigo y esta afectado. Por favor, Tristan...

— ¡No lo entiendes, James! Me dolió como un demonio verla llegar a mi casa, en su pijama y sus ojos llenos de lágrimas. —  Gritó. — Escucha, Brad. —  Dijo fríamente y lo miré. —  Te pedí que no le hicieras daño, que la cuidaras por que ella te quería a ti. 

—¡Ya basta, Tris! Ya sé que cometí un error, deja de reprochármelo.

—¡Le rompiste el corazón! Cuando le prometiste que no lo harías

— Soy un imbécil, ya lo sé. 

-Sí, eres un imbécil. — Soltó duramente. —Tú no la mereces.

Solté una carcajada. Bien, estaba siendo duro de más ¿Qué no me la merezco? ¡Por favor! Fui quien más felicidad le dio por dos malditos años.

  — ¿Acaso tu si la mereces? — Caminé hasta él, quien ni siquiera se inmutó con mi cercanía. — ¿Tu la mereces más que yo?

— ¿De que demonios hablas, Brad? ¡Es mi mejor amiga, no te equivoques!

  — Por favor, como si nunca me hubiera dado cuenta de que siempre deseaste ser algo más.