Lo opuesto

Caricias y muchos besos.

Después de semanas del gran campeonato, Yurio obtuvo el segundo lugar, luego de una mala racha en los campeonatos anteriores, estaba más que agradecido a que al fin había subido de posición después de estar tanto tiempo en las sombras del desamor aunque ahora no era tan así, no es que tuviese que ver a Katsuki todo el tiempo, pues éste a veces aparecía en el hotel, se quedaba a charlar pero a veces sentía que necesitaba que Yuri estuviese más cercano físicamente a él, pues siempre estaba a distancias prudentes o en los entrenamientos lo observaba y sonreía o simplemente no mostraba señales de vida, pero ahora la pregunta era para Katsuki... ¿Cómo? Ambos eran de distintas culturas, y una relación a distancia no era la mejor opción por lo que la mejor decisión para Yuri fue...

Yakov...

Oh, Yuri, ¿Cómo te va? es bueno verte de vez en cuando por aquí en las prácticas aunque supongo que, me debes una explicación.

Habló el anciano que se encontraba sentado en la galería monitoreando el entrenamiento de la selección rusa.

Sé que mi retiro del equipo fue demasiado...

¿Drástico? Sí, lo fue, tus compañeros aún no se explican el porqué.

Estuvo mal lo sé, ni siquiera sé si la razón es suficiente para pedirte que me reintegres...

Bajó la voz avergonzado y con la vista gacha, no quería mirar lo molesto que estaría Yakov por pedirle tan osada propuesta.

Hmn... Yuri, han pasado dos años de tu desaparición, todos hemos estado preocupados y sabes que yo no soy el jefe.

Lo sé... Sólo piénsalo.

No tengo nada que pensar, ah...Lo hablaré con el comité olímpico y esperemos que sea una buena respuesta.

¡Gracias, Yakov!

¿!AH!?

Se había quejado el entrenador por tan cariñoso abrazo de Katsuki que lo apretujaba hasta dejarlo morado de la asfixia, en esas se acerca Viktor que como siempre iba a molestar al entrenador.

Vaya, a nosotros ni nos deja hacer muestras de cariño.

¡Es porque Yuuri siempre obedeció y ustedes hacen lo que quieren,holgazanes!

Y ahí se quedaron discutiendo como niños , gritos iban y venía sólo que Katsuki no quiso seguir el juego y se fue a apoyar al borde de los fuertes que delimitaban la pista, viendo los entrenamientos, más bien, el entrenamiento de Plisetsky, se le hacía tan interesante ver al rubio tan concentrado e inexpresivo que le era difícil creerse que se venían buenas cosas junto a él pero antes de empezar debían tener lo que toda futura pareja hacía por ley y es que esa idea se le vino durante el camino cuando vio una pareja caminando por el parque comiendo los típicos helados.

Dos horas después.

¡¿UNA CITA, CÓMO CARAJOS PLANEO  CITA?!

Le dijo gritando a Nikiforov que lo miraba aguantándose la risa, era demasiado gracioso cuando Yuuri no tenía un plan a seguir.

Bien, tengo una idea.

Te escucho...

Yurio tiene una personalidad fuerte, lo sabes, es joven y arriesgado, deberías ir a un lugar a solas y mostrar, ya sabes...

¿Qué sé yo? Dime

Tu eros, Yuuri, tu lado seductor pero no completamente, me refiero de una forma cariñosa, coqueta y amable al mismo tiempo.