Algo inexistente

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La espuma rodeó los pies descalzos de ambos chicos que idos en un mundo alterno al que estaban, reaccionaron al agua helada que lo inundó hasta los tobillos. El pelinegro fue el primero en distraerse y así le siguió Plisetsky que cubría su cara con sus cabellos rubios al mirar sus pies.


Te vas a resfriar...


Recordó que hace algunos días Yuuri había estado muy resfriado y no quería que se enfermara otra vez ya que se la pasaba trabajando y eso no era muy beneficioso.


Tú deberías resfriarte ahora.


Dijo Katsuki. El ruso sonrió y negó un par de veces.

¿Por qué?


Lo miró curioso sin dejar la curva en sus labios.


Creo que te lo debo.


El asiático soltó una carcajada ya que se había dado cuenta que no había sido algo del todo amable, al menos la había intentado. La atmosfera comenzaba a ser relajada y amigable.


Vaya, si tú lo dices.


Yurio corrió de sorpresa adentrándose en el mar hasta la mitad de sus muslos, luchando contra la marea que de vez en cuando mojaba sus pantalones más arriba de lo mencionado.


OE, ¿QUÉ CARAJOS HACES?!


Yuuri no supo que hacer, no sabía si arriesgarse a meterse al mar y resfriarse otra vez o solo observar como el otro se divertía en las pequeñas olas.


¡¿Qué qué hago?! ¡Pues, enfermarme hahaha!


Recibió una respuesta ingeniosa del ruso, cosa que lo hizo reírse sin contenerse y esbozar una sonrisa que el otro desde lejos se quedó procesando si lo que estaba viendo era real o sarcasmo, pero lo comprobó cuando esté achinó sus ojos y luego al abrirlos un poco captó un brillo, un brillo que podía hacer resplandecer a las más tristes estrellas en este día tan deprimente donde el cielo se cubría de una neblina nostálgica y un viento que traía gotas de tristeza pero esa sonrisa, esa maldita sonrisa de Katsuki lo hacía brillar todo.

¡Si te caes, ni pienses que iré a buscarte!


Agregó cruzandose de brazos, aceptaba que el ambiente de la nada se hacía agradable y que sin motivos una felicidad le llenaba acompañado de un mocoso que hacía el payaso en el agua sacandole carcajadas.


¡¿Crees que podría hacer un salto en medio del agua?!


Dijo Yurio como si le desafiara sacandole una sonrisa ladina que se traía algo entre manos.


Lo opuestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora