El movimiento del tráiler se había detenido, abrí los ojos sin evitar bostezar y los froté con mis puños. Sentí la boca reseca, había dormido sin lavarme los dientes.
Cuando acostumbré mis ojos a la luz para mantenerme despierta, noté al instante que ya no era de noche, el sol daba directamente a mis bellos ojos negros.
—¿Goku? —Le llamé cuando me di cuenta de que no estaba en el asiento junto.
Estiré mis piernas para que la circulación volviera a ellas y dejara de sentir las características hormigas.
Giré desesperada buscando a ese extraño tipo que conocí apenas la noche anterior, busqué bajo los asientos, como si fuera a estar ahí, en el cristal del parabrisas, y en la pequeña ventanilla que daba a la parte trasera del camión, donde estaba la caja de transporte -por la cual no se veía nada además de oscuridad-.
Hasta que asomé por mi ventana.Suspiré en cuanto lo vi. Definitivamente no iba a dejarme ahí varada, y por supuesto no iba a caminar hasta el pueblo más cercano, así que encontrarlo sano fue un alivio.
Un alivio que no duró bastante cuando observé con atención, estaba de espaldas, entre los arbustos altos, mirando con detenimiento hacia abajo.
Maldije en voz baja, sentí mi pulso acelerarse y la sangre subir a mis mejillas en cuanto me di cuenta de lo que pasaba. ¡Ese tal Goku estaba haciendo del baño entre el pasto!
-Cerdo asqueroso- fue lo primero que pasó por mi mente.Cubrí mis ojos con las manos y volví mi vista hacia el frente.
Jamás había visto un hombre desnudo en mi vida y ese día no iba a ser la excepción, mucho menos tratándose de un amargado muerto de hambre como él.La noche anterior, apenas arrancó el vehículo, intenté cruzar palabra alguna. Primero le agradecí el que me haya aceptado para ir con él hasta donde tenía que hacer sus entregas, no respondió. Segundo, le hice un halago diciendo que la pintura de si tráiler era genial, tampoco respondió. Y tercero, le pregunté qué tipo de mercancías llevaba en la caja, ni siquiera se molestó en mirarme.
Rendida ante su indiferencia, crucé los brazos y cerré la capucha de mi suéter, recargué la cabeza en mi ventana miré la carretera hasta quedar dormida y despertar, para que lo primero que vea en el día sea a él haciendo sus necesidades fisiológicas en medio de la nada.Sin darme cuenta la puerta del asiento del piloto de abrió de golpe y por él entró ese tal Goku. Se acomodó mientas yo no dejaba de mirarle y estuvo a punto de encender de nuevo el tráiler cuando fui yo la que hablé.
Pensé en reclamarle por lo que estaba haciendo minutos antes, desistí en esa idea.—Yo también quiero ir al baño —Dije con una sonrisa, tratando de sonar cordial.
Rodó los ojos y buscó debajo de su asiento. De ahí sacó un rollo de papel higiénico que me entregó, más bien, lanzó.
—No voy a ir entre el pasto —Me quejé, esta vez engrosando mi tono de voz.
—Pues no hay de otra —Habló, sorprendiéndome— La gasolinera más cercana está a kilómetros de aquí, así que ve, si no quieres que te deje.
Inflé las mejillas y volví a quejarme.
—¡No iré en la carretera!
—¡Vas ahora o avanzo sin importarme qué te pase! —Gritó igualmente.
Fruncí el entrecejo y lo miré desafiante, no iba a ceder.
Hizo contacto con mis ojos y levantó sus dedos, empezó a contar como si fuera mi padre.
Uno.
Dos.
Tres.°°°
Después de un tiempo, salía del cuarto de baño de una tienda de autoservicio 24/7 con la vejiga totalmente vacía.
Suspirando de alivio.
Con un conjunto de ropa limpia que saqué de mi mochila, los dientes recién lavados y un corte de cabello que me hice yo misma frente al espejo sucio con unas tijeras de ropa que cargué igualmente.En el colegio solía ir con mis anteojos y un flequillo con mechones en mis orejas. Cuando comenzaron a hacerme burlas estúpidas sobre mi aspecto dejé crecer mi cabello y lo sujetaba en una coleta alta.
Ahora mismo, no me interesaba nada de eso, quería volver a ser yo y sentirme como yo, después de todo, nadie me conocía por esos rumbos.Salí de la tienda y tras recorrer la gasolinera con la mirada encontré el tráiler de doce ruedas de Goku. Caminé rápido y subí a mi asiento, él ya estaba ahí.
Iba a decir algo, algo estúpido seguramente, pero cayó al verme. Mi nuevo aspecto lo asombró de alguna forma.
—Gracias —Dije. Después de todo le debía el que me haya llevado a un baño más o menos decente.
No dijo nada. Sacó una bolsa de plástico de quién sabe dónde con el logotipo de la tienda de autoservicio y sacó de ella dos sándwiches, de esos envueltos en plástico que llevan sólo Kami sabe cuánto tiempo en las neveras de exhibiciones.
—Te compré un sándwich de jamón —Exclamó.
Coloqué mis manos en cuenca y lo recibí un tanto confundida.
Observé el sándwich con detenimiento, de arriba hacia abajo, él dejó lo que estaba haciendo para seguir mis movimientos.
Noté un pedazo de queso amarillo.—Soy intolerante a la lactosa.
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Enséñame El Mundo «Gochi» [Completa]
FanficSubí al asiento del copiloto con dificultad, me miró extraño, dijo que me bajara. En su lugar le dije que me enseñara el mundo. Y así lo hizo. -_-_-_-_-_-_-_-_-_- •Los personajes de esta historia no me pertenecen. •Universo Alterno. •Copias y adap...