Lecciones

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Doble capítulo hoy porque estoy de buen humor ahre! >w<
De una vez advierto que este capítulo posiblemente este algo subido de tono:.

El plazo de una semana de viaje se vio reducida a dos ya que no nos detuvimos para nada. Ambos en el tráiler con el camino como compañía.
Según el mapa y ciertos letreros quedaban menos de 50 Kilómetros para llegar a la ciudad localizada en las faldas de la montaña Paoz, el lugar donde Goku tenía que hacer la entrega.

Metí la cabeza de nuevo tras mantenerla sintiendo la fría brisa por la ventana. Me acurruqué en la sudadera de Goku que tenía puesta y olfateé su aroma. Olía a él.

—¿Qué haremos una vez que lleguemos? Digo, no quiero llegar y regresar de inmediato —Dije con una sonrisa.

De seguro me veía tierna con la enorme prenda en mi pequeño cuerpo. Goku me miró por el rabillo del ojo y una leve sonrisa se formó en sus labios. Pude ver sus dientes.
Desde que partimos de su casa (mansión) y el beso nocturno. Habíamos iniciado otra especie de relación.
Haciendo cálculos, durante el viaje con él habíamos pasado por tres etapas. La primera, donde cada quien iba por su parte y no nos tolerábamos el uno al otro, la segunda, donde la preocupación por el otro iba en aumento, y esta, que no podía llamarse noviazgo ni nada formal, sino cercanía acompañada de besos y abrazos por parte de ambos. Goku no me evitaba, y yo no a él.

Se encogió de hombros y con una mano revolvió su cabello, alborotándolo más de lo que ya estaba.

—Bien, tenía planeado pasar ahí la navidad, quizás visitar a mi abuelo. Su casa no está muy lejos de ahí.

Levanté los brazos, emocionada.

—¡Eso me parece fantástico! —Exclamé energética. Me desplacé por los asientos y le susurré al oído— Son Goku por fin está madurando. Prueba viviente de que la edad no te define.

Giró levemente el rostro y fingió una risa, muy falsa y de aquellas que no engañan a nadie.

—Milk Ox, ya se cree adulta y aún no ha pisado la universidad —Respondió de forma arrogante.

Reí, hizo una pequeña contorsión y besó mis labios, me estremecí aunque fuera corto. Me había vuelto adicta a sus labios, la sensación de ese pequeño contacto era demasiado para mi cuerpo, temblaba y me ponía nerviosa. Yo no hacia movimientos como él, no sabía besar. Pero a él no parecía importarle, me besaba la nariz y la frente, los labios los dejaba para cuando terminaba de ofenderme o yo a él.

Mi estómago gruñó de nuevo, muestra de mi nerviosismo y mis mejillas se tiñeron de rojo. Goku rió levemente y me dijo que se estacionaría para comer.
Metió el tráiler entre el bosque y bajó una nevera que la Señora Gine le había dado, compró hielo el día anterior. Ahí llevaba sodas y lo necesario para algunos emparedados.

Cerró con llave y tomó mi mano para ingresar al bosque, buscó un pequeño claro no muy lejos de la carretera y asentó las cosas en una roca. Nos sentamos en la hierba y comenzó a preparar sándwiches. Recordó que no podía comer queso, y el mío lo hizo con sólo jamón, lechuga y tomate.
Hice una mueca, odiaba la hierba comestible, no era conejo. Goku me obligó a comerlo.

Terminé mis dos sándwiches, gasté la soda y metí una menta a mi boca. Sonriendo mientras balanceaba los pies sentada en la enorme roca. Goku estaba haciendo su tercer emparedado, no se había llenado.
Lo miré y sonreí.

—Goku —Cuando lo llamé volteó, tenía un trozo de jamón en la boca. Reí al verlo y luego bajé la vista. Jugué con mis dedos una vez más— Goku, ¿Podrías enseñarme a besar?

La carne entró de golpe a su boca y tragó grueso, quise reír pero me contuve, no quería arruinar el momento.

—¿Por qué quieres aprender? —Enarcó una ceja.

"Para corresponderte como se debe", pensé.
Con solo mirarme leyó mi nerviosismo y mi actitud. Dejó todo, se limpió las manos y se levantó del suelo. Al aproximarse hacia mí intenté retroceder.

—Bien, haremos algo. Intentaré quitarte la menta que tienes en la boca —Dijo con toda la serenidad posible, como si fuera lo más normal del mundo.

Palidecí. Que hiciera eso me parecía importante. Asentí un tanto emocionada y se acercó para sujetar mi mejilla.
Cerré los ojos, de nuevo sentí sus labios, pero esta vez era diferente.
Su lengua estaba acariciándome, separando mis labios para tocar mis dientes. Abrí los ojos, él los tenía cerrados, concentrado en su faena.
Mordió mi labio inferior y lancé un gemido, había dolido y vaya esfuerzo que tuve que hacer para no tragarme el dulce. Ese sonido logró lo que al parecer él quería, que abriera la boca, pues de inmediato sentí su lengua escabullirse en mi cavidad.

Cerré los ojos y arqueé la espalda, apreté su camisa y volví a gemir. Era la gloria, su saliva se mezclaban con la mía, casi tocaba el fondo de mi garganta.
Cuando sentí que el aire comenzó faltarme, él lo supo y se alejó curvando los labios.

Yo tenía las mejillas ardiendo lo suficiente como para derretir el plomo, él estaba con el semblante normal. Lo miré por unos minutos y luego sacó la menta de su boca, sosteniéndola con sus dientes frontales. Quedé boquiabierta, nunca supe en qué momento me la quitó.
Volvió a meterla.

—Ahora vas tú, intenta quitármela —Se sentó junto a mí. Me levanté y me coloqué frente a él.

Sostuve sus mejillas y me acerqué con temor, él posó sus manos en mi cintura y esta vez yo lo besé.
Abrió la boca para facilitarme la tarea y con temor introduje mi lengua, con rapidez sentí la de él envolverme. Temblé. Su mano pasó atrás de mi cabeza y me aproximó a él, buscando profundidad.

Me separé para inhalar, no pude quitarle la menta, suspiré cansada de intentarlo y volvió a besarme.
Él mismo me devolvió el dulce, sonreí en sus labios ante su gesto.
Sin embargo, no acabó ahí.
Dejó la parte inferior de mi rostro para continuar más abajo, en la zona del mentón. Era otra sensación, mucho mejor.

Me jaló con rudeza y me hizo sentarme en su regazo mientras seguía besándome en esa zona. Abracé su espalda con ambos brazos y jadeé.

Se separó después de un tiempo y me miró, un contacto visual que ambos disfrutamos. Era la primera vez que estaba en una situación así, y con alguien como Goku, no me arrepentí nunca.

—Creo que debemos irnos —Dijo bajándome de sus piernas.

Se acercó a levantar todo. Olvidando incluso que quería comer un tercer sándwich.

Jugué con la menta en mi boca y me toqué los labios.
Estaba feliz.

Enséñame El Mundo «Gochi» [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora