Capitulo 12

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Las incandescentes luces de la habitación, y el ruido lejano, pero constante, hacen que despierte. Miro a mi alrededor, y caigo en cuenta que estoy en el hospital. En la habitación, y frente a mí, la cama en donde se encuentra Andrew.

Suelto un enorme suspiro, mi preocupación ha vuelto, y me levanto, para ir hacia él. Su rostro se ve tranquilo, calmado, y casi puedo asegurar que está en paz en estos momentos. ¿Quién hizo esto? ¿Quién dejo esa terrible nota? Y mi mente hace aún muchas más preguntas, preguntas que esperan respuestas, y las cuales, no se cuando demonios llegarán. Un mensaje de texto de mamá me hace salir de esa desgastante preocupación.

He llevado a Danna, Stefan la llevara a comer mas tarde. Cuídate.

No respondo, pero me quedo mas tranquila saber que Stefan se encargara de ella, aun no siendo mi persona favorita del mundo. Trago saliva, y me dedico a admirarlo nuevamente.

—Buenos días. —La voz dulzona, de la enferma me distrae. —Deberías comer algo, chica. Necesitas tener energía si piensas pasarte los días acompañándolo.

—Si, eso haré. —Le respondo. Y en verdad tengo hambre, necesito una buena dosis de cafeína, y algo de carbohidratos. —Iré a la cafetería, no tardo.

—Descuida, él estará bien. Ya ha pasado lo peor. —Esta me sonríe, y sin duda alguna, me hace sentir un poco de tranquilidad.

Bebo un poco de café, y jugueteo con mi móvil. Observo el sándwich de pollo a la mitad, y el paquete de galletas de coco frente a mí. Y por un segundo, siento que mis ojos se cierran. Necesito mi medicamento, necesito terminar de comer e ir a ver a Andrew.

Media hora mas tarde, me encuentro en la habitación. El doctor pasa visita, y su diagnóstico es favorable, la bala no daño ningún órgano importante milagrosamente, solo fue necesario extraerla y suturar. Una gran carga sale de mi cuerpo. Antes que pueda salir detrás del doctor, una voz femenina se hace presente, inmediatamente mi cuerpo se pone alerta.

—¿Sí? —Pregunto, dudosa.

—Hola, soy Eva. —Ella extiende su mano, y dudosa, repito la acción.

—Abygail. —Digo. —¿Tu eres? —Pregunto, algo temerosa, y no por que la chica rubia me de miedo, simplemente por que el extraño sentimiento dentro de mí, le da pavor escuchar alguna otra palabra.

—¿Abby? —Una tercera voz, aparece en la habitación. Dejo todo a un lado, y me dirijo hacia el ojiazul. —¿Dónde demonios estoy?

—En un hospital. Tú...

—Hola, Andy. —La rubia se acerca, ambos la miramos, y puedo notar como el ojiazul palidece. ¿Quién es esta chica?

—Eva...creo que deberías irte.

—¿Pero, por qué? Yo quiero estar aquí, contigo.

—No es el momento, Eva, por favor. —Andrew, dice. Su mirada es penetrante, tanto que hace incomodarme. La chica desvía la mirada, y se enfoca en mí.

—¿Y ella? —Pregunta, sin dejar de mirarme.

—Eva...

—¡Ni una mierda! —La chica responde, alterada. —Él es...él va a acabar contigo. —La rubia, dice de pronto.

—¡Basta! —Andrew ruge. —Vete de aquí. ¡Ahora!

Desconozco que pasa entre ellos, y sinceramente, no quiero ser parte de esto. Carraspeo, para llamar la atención del ojiazul. Este rápidamente voltea a verme.

Ghost: Destructiva Adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora