Abro la puerta del refrigerador en busca de algo que sacie el hambre que tengo. Son las 8 de la noche, y mi madre ha quedado en salir con unas amigas, Danna se ha quedado en casa de los padres de Stefan. Estas semanas, me ha sorprendido el acercamiento que ambos han tenido, cosa que en verdad agradezco, pues influye positivamente en Danna. Se que Allison estaría agradecida.Minutos más tarde me encuentro preparándome un omelett. Two Feet, suena en toda la casa, y mientras bailo y canto, termino de preparar la cena. La pantalla de mi móvil se enciende, y el nombre de Anastasia aparece, mi corazón se acelera, y no sé qué demonios hacer. El móvil deja de sonar, y suelto un enorme suspiro, segundos después la música de Bring me the Horizon, vuelve a sonar. Lo pienso un poco, y entonces la música deja nuevamente de sonar. Minutos mas tarde vuelve a sonar, pero esta vez el nombre de Andrew, aparece. Dudosa, y apenada, respondo.
—¿Sí?
—Abby, necesito verte. —Su voz barítona, me hace sentir un cosquilleo en mi interior. No lo he visto desde hace 1 semana, no me he atrevido a contestar desde aquel patético desplante que hice, ante su madre. Y no hay día en que no me aviente en la cama y de un grito frustrado, por semejante escena, debido a ese miedo que conlleva a conocer a los padres de alguien que te interesa. ¿Espera? En que momento dije que, Andrew me interesa.
—Yo...—Quisiera decirle que yo también, por que sinceramente lo siento, quiero verlo, oler ese delicioso aroma que posee, quedarme abrazada ante sus reconfortantes brazos, sentir su aliento sobre mi cabello. ¡Mierda! — ¿Te encuentras bien? —Pregunto, para evadir alguna respuesta.
—Eso creo. —Escucho que suelta un suspiro.
—¿Dónde estás? —Pregunto.
—Afuera de tu casa.
—¡¿Que?! —Me maldigo. Cuelgo el móvil, y voy directo a la puerta. La mirada de Andy se ve un poco cansada, puedo casi asegurar que hasta mas delgado, y ligeramente más pálido. Trago saliva, y trato de controlar los sentimientos que siento al verlo así.
—Abby. —Dice, y siento como unos brazos rodean mi cuerpo. —Necesitaba verte. —Sus palabras me hacen sonreír, pero no me pasa desapercibida el ligero olor a vodka, y cigarrillo.
—¿Estas ebrio? —Pregunto.
—No. Solo bebí un poco. —Su respuesta, me tranquiliza.
—Ven, pasa. —Le digo, una vez que me suelto de sus brazos. Cierro la puerta, y lo guio hasta la cocina. Le invito un poco de café y algo de lo que he preparado, sin embargo, se niega a comer.
—Abby, necesito hablar contigo. —Sus palabras, dejan la taza de café a medio camino de mi boca. Un mal presentimiento, se apodera de mí. Trago saliva y suelto un suspiro, para prepararme a lo que se viene.
—¿Sí?
—Yo...yo no soy el chico que te imaginas...yo... —Su mirada se pierde entre la madera de la pequeña isleta. —He hecho...algunas cosas que...
—Andy... —Lo interrumpo, —Si te cuesta decirlo, puedes hacerlo cuando estés listo, no quiero escuchar, ni mucho menos ver, como te duele el recordar cosas que has hecho.
—Yo...Abby. —Se levanta de la isleta, y llega hasta el fregadero, en donde suelta una palabrota. Con ambas manos se frota el rostro. Sin mas me levanto y camino hacia él.
—Puedes estar tranquilo. No quiero saberlo, ni tu necesitas decírmelo.
—Gracias. —Dice, quita ambas manos de su rostro, y sus intensos ojos azules, me miran, mi corazón se estruja. Su mano aún lastimada acaricia mi mejilla derecha. Yo dejándome llevar por tan cálida caricia cierro los ojos. Y no se en que momento sus suaves y fríos labios, están sobre los míos. Inevitable y bobamente suelto un suspiro.
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Ghost: Destructiva Adicción.
RomanceA veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR)