Sus palabras me pegan de golpe. Me pegan con todo. Me hacen sentir vulnerable, me hacen sentir como si un balde de agua helada cayera sobre mí. Todo retumba en mi cabeza, quiero salir corriendo, quiero simplemente irme, tomar aire y no verlo más.
No se en que momento me encuentro cerrando los ojos, para procesar lo que ha dicho. ¿Matarme? El...Andrew, mi Andy, el chico de ojos azules, el chico de ojos oceánicos, tenia que matarme.
¿Cómo se supone que deba sentirme?
¿Qué se supone que debo hacer?
Mi corazón late con tanta fuerza, que siento como si de pronto fuera salirse de mi caja torácica. Mi estomago se contrae, y me causa un nudo enorme, doy por hecho que tengo que salir inmediatamente de ahí.
Dejo a Andrew, y salgo rápidamente de la cafetería. Escucho mi nombre un par de veces, y juro por dios, que quiero detenerme, quiero sobreponerme a lo que siento, escucharlo, buscar como solucionar todo. Mi subconsciente, mi cuerpo, mi alma, no me dejan hacerlo, es como si luchara internamente para que mi cerebro mande la sinapsis a todo mi cuerpo.
—¡Abby! ¡Detente, por favor!
Y entonces, lo hago. Lo hago, y no tengo idea de cómo.
—No quiero verte, no quiero. —Digo.
—Abby...bonita, por favor. —Sus manos sobre mis hombros, es lo único que me detiene. Siento como si en cualquier momento fuera a caer, como si en cualquier momento fuera a derrumbarme. —Perdóname, sabes que no voy a hacerlo, lo sabes ¿Verdad? —Su pregunta, me saca de balance.
—Yo...yo no sé. Ahora mismo no se que decirte. —Respondo, como puedo. Tratando de contener esa sensación de nausea que siento.
—Dime que me crees, es lo único que te estoy pidiendo Abygail. Tu sabes que no lo haría, lo sabes perfectamente.
—Andrew...—Niego con la cabeza. Y me alejo un poco. —Como quieres que te diga eso, como quieres que lo haga. Querías matarme...tu, el chico con el que estuve, por el que siento cosas, es la persona que quiere matarme...
—Yo no quiero matarte. ¡Por dios! Es una locura Abby. Cuando te vi por primera. —Hace una pausa, sin dejar de mirarme. —Lo supe, supe que no iba a poder con esto, supe que tenía que acercarme a ti, para protegerte, para evitar que el enviara a otra persona. Siento muchas cosas por ti, siento tantas cosas que yo...yo no podría lastimarte, no podría.
El tono que usa, la manera en como me mira, la forma en como su piel reacciona ante la situación, en verdad hacen que algo dentro le mi le crea, porque tal vez todo lo demás fue cierto, por que tal vez el si me quiere, el siente algo por mí, el sabía que nunca iba a lastimarme físicamente, el sabia que...nunca iba a matarme.
—Si no lo haces tú, lo hará alguien más...
—No voy a permitirlo. —Su intensa mirada me traspasa. Niega con la cabeza y se acerca a mí, esta vez no me alejo, esta vez dejo que sus brazos me rodeen, por un momento dejo acepto que su cuerpo este junto al mío.
—Tu haz dicho que tu padre puede ser la peor persona Andrew, y yo no quiero, no puedo permitirme que te pase algo por mi culpa. Si no soy yo, eres tú. —Y al momento que lo digo, me estruja aún más.
Es como si mis palabras lo asustaran, como si no hubiera pensando en esa posibilidad. Si no estamos juntos por que su padre quiere matarme, lo matara a él.
El ojiazul me mira, al momento que se separa de mí. Y entonces puedo casi deducir que el ha comprendido lo mismo que yo, que ha entendido como serán las cosas, si el no toma una decisión.
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Ghost: Destructiva Adicción.
RomanceA veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR) (SIN CORREGIR)