Capitulo 19

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No dejo de pensar en las palabras que mi madre me ha dicho, no dejo en ningún momento de sentirme tan impotente, tan débil y tan fracasada. No sé en qué instante, todo cambio. Saco la cajetilla de cigarrillos, y salgo por unos momentos, necesito comprender las palabras que traspasan y taladran mi mente.

Mi padre...no es quien yo pensaba. Mi padre, no es quien decía ser.

—Cariño...

—Si mamá. Lo haremos. —Respondo, cuando termino aquel cigarrillo.

—Siento no haberlo dicho antes.

—Debiste hacerlo, pudiste crear un problema peor. Aunque en realidad, paso algo horrible...

—No hay pruebas de eso Abygail. —Mi madre frunce el ceño, hace una pausa, como recordando lo sucedido, mientras que un nudo en la garganta se apodera de mí. —No hay pruebas... —Repite, pero esta vez, no con la misma seguridad de hace algunos segundos.

—Pero sabes que hay una posibilidad... ¿Verdad?

—No...

—Ya no te ciegues más, mamá. —Suelto una risita llena de sarcasmo. —Si pudo exponernos a tanto, como demonios no crees que eso fue una venganza, como ahora.

Mi madre no dice más, las dudas la han asaltado, y no puedo comprender como es que dejo pasar eso, como es que simplemente decidió olvidar ese GRAN detalle. Entro a casa de mis abuelos, solo para agarrar mis cosas, y salir. No quiero ver a mamá, solo quiero ir a algún lugar donde pueda procesar todo.

...

No se cuánto tiempo pasa, y la puerta se abre. Su aspecto desalineado, su ropa deportiva, y el aroma a sudor y fragancia, me hacen volver a mi adolescencia, en donde lo más seguro que tenía, eran sus brazos, en donde lo único que me reconfortaba era su voz y una sonrisa, de esas que sin duda enamoran. Se que esto es una mala, una pésima idea, por que a pesar que puedo exponerlo, estoy casi metiéndolo a la boca del lobo. El me observa confundido, era obvio, no esperaba verme aquí, en su departamento, con mi rostro hecho una mierda, con la sensación de ser perseguida, y con la peor confusión que hace explotar mi cabeza.

Sin más, entro a su departamento, el no dice absolutamente nada, y es mejor, porque así puedo solo sentarme y calmar estas ansias tremendas, así simplemente puedo descargar la ira en lágrimas.

Minutos mas tarde, siento como el sillón se hunde, y puedo percatarme que me observa con esos ojos encantadores que siempre ha poseído. El olor a té me hace dar una pequeña sonrisa.

—¿Quieres contarme? —Pregunta, cuando bebo un poco.

—No lo sé. —Respondo, una vez que me siento mas tranquila.

—Es él, ¿verdad? —Su voz, tiene un ligero aire de molestia.

—No en específico. —Digo, una vez que guío mi mirada hacia Sebastian. — Mi padre no era quien yo pensaba. —Niego con la cabeza. —Siento como si el fuera el culpable de la muerte de Allison. Él es el único culpable. —Afirmo, finalmente. —Sabes que se siente saber eso, es algo que me causa rabia.

—¿Estas completamente segura?

—Si, mamá de lo dijo. Mi padre no es decía ser, no era mas que un hombre que se dedicaba a destruir la vida de los demás, y en ese camino se llevo a mi hermana.

Observo finalmente a Sebastian. Su mirada perdida, su respiración tranquila, me hacen pensar que esta analizando la situación. Muerde ligeramente su labio inferior, y segundos después guía aquellos encantadores ojos, hacia los míos.

Ghost: Destructiva Adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora