Capitulo 2

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Zayn llamó al FBI por su línea privada en cuanto se quedó solo. Pidió dos agentes y, tal

era su influencia, que le aseguraron que estos estarían en su despacho antes de media hora.

Una vez hecho eso, consideró las opciones que tenía ante sí. No permitió que su furia nublara

su pensamiento. Las emociones incontroladas no solo eran inútiles sino también estúpidas,

y Zayn no se permitía estupideces. Se tomaba como algo personal que alguien de sus empresas

vendiera programas informáticos secretos; era una mancha en su reputación. Despreciaba a la

gente capaz de vender a su país por dinero y no se detendría ante nada con tal de meterlo en la

cárcel. Quince minutos después, había elaborado un plan de acción.

Los dos agentes llegaron en veinte minutos. Zayn pidió a Felice que no los interrumpieran.

Se levantó para saludarlos sin dejar de examinarlos. El más joven tenía unos treinta años y

el otro, unos cincuenta. El primero parecía seguro de sí mismo y los ojos azules del segundo, medio

ocultos por gafas de montura metálica, mostraban cansancio, pero también un brillo inteligente.

No era ningún agente novato.

Le tendió la mano a Zayn.

—¿Señor Malik? Soy William Brent, agente especial. Mi compañero es Lee Murray, agente

especial formado en contraespionaje.

—Contraespionaje —murmuró Zayn. La presencia de aquellos dos hombres implicaba que

el FBI ya había estado investigando PowerNet—. Han acertado, caballeros. Siéntense.

—Una compañía como la suya —comentó Brent, sentándose—, que tiene tantos contratos

del Gobierno, suele ser un buen blanco para el espionaje. Además, sé que usted también tiene

experiencia en esa área, por lo que ha sido fácil adivinar que necesitaba nuestro talento en ese

campo.

Zayn pensó que era muy bueno; el tipo de persona que inspiraba confianza. Querían averiguar

si sabía algo, pero no mencionarían PowerNet si no lo hacía él antes.

—Veo que ustedes tienen ya también información —dijo con expresión inescrutable—. Quisiera

saber por qué no contactaron conmigo de inmediato.

William Brent hizo una mueca. Había oído decir que a Zayn Malik no se le pasaba nada

por alto, pero no esperaba que fuera tan listo.

Zayn lo miraba con las cejas enarcadas, invitándolo a explicarse, una expresión que mucha

gente encontraba difícil de resistir.

Brent consiguió controlar las ganas de hablar mezclando la explicación con las disculpas; lo

sorprendía sentir aquel impulso. Observó a Zayn Malik con más atención. Sabía ya muchas

cosas sobre él. Procedía de una familia culta y de dinero, pero había hecho mucho más dinero por

su cuenta y tenía una reputación impecable. Tenía también muchos amigos tanto en el Departamento

de Estado como en el de Justicia, hombres poderosos que sentían un gran respeto por él.

—Mire —le había dicho uno de aquellos hombres—. Si hay algo podrido en alguna de las

empresas del Grupo Malik, le agradecería personalmente que avisara a Zayn Malik antes

de hacer nada.

—No puedo hacerlo —repuso Brent—. Pondría en peligro la investigación.

—De eso nada —replicó el otro—. Yo confiaría a Zayn los secretos más difíciles de este

país. La verdad es que ya lo he hecho en varias ocasiones. Nos ha hecho... favores.

—Es posible que esté metido —advirtió Brent, reacio todavía a la idea de informar a un civil

sobre la situación que ocurría en Alabama.

Pero el otro hombre movió la cabeza.

—No. Zayn Malik no.

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Amando a una mujer ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora