Capitulo 21

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En lugar de enfadarse, con lo que solo conseguiría que ella se obstinara aún más, preguntó:

—¿No puedes cambiar a veces el turno con Craig si lo avisas con tiempo?

La mujer sonrió, haciéndolo ver que empezaba a aprender.

—Supongo que sí.

—¿Mañana?

Esa vez ella casi soltó una carcajada.

—Mañana no puedo —tenía una cita con el médico a las diez de la mañana. Aunque le había dicho a Zayn que no quería acostarse con él, sabía que tenía un efecto físico muy fuerte

sobre ella. Por supuesto, no le diría que pensaba empezar a protegerse; él lo consideraría como una luz verde para hacer el amor.

El hombre suspiró.

—¿Pasado mañana?

—Se lo preguntaré.

—Gracias —repuso él con un asomo de ironía.

**************

Zayn recibió dos llamadas a la mañana siguiente. Estaba en el porche leyendo unos papeles que le había enviado Felice por fax; empezaba a descubrir que era muy fácil estar al día con el teléfono, el ordenador y el fax. La primera llamada fue de Madelyn.

—¿Cómo va todo por Alabama?

—Hace calor —repuso él. Llevaba solo un pantalón corto de gimnasia. La lluvia del día anterior había hecho que todo pareciera aún más verde y los olores más intensos, pero no había conseguido disminuir el calor. El sol de la mañana caía sobre su pecho y piernas desnudos. Por suerte, su complexión morena hacía que no tuviera que preocuparse de las quemaduras.

—Aquí hace un tiempo ideal. ¿Por qué no te vienes el fin de semana?

—No puedo —dijo él—. No sé cuánto tiempo estaré aquí, pero no puedo irme hasta dejarlo todo atado.

—La invitación sigue en pie —dijo su hermana—. Si tienes un par de días libres, nos encantaría verte.

—Intentaré pasar por allí antes de volver a Nueva York —prometió él.

—Hazlo. No te hemos visto desde la primavera. Cuídate.

El teléfono volvió a sonar casi de inmediato. Esa vez era el hombre al que había contratado para vigilar a Landon Mercer.

—Anoche tuvo un visitante. Lo seguimos cuando se marchó y estamos tratando de identificarlo.

No ha habido nada de interés en los teléfonos.

—De acuerdo. Siga vigilando. ¿Ha descubierto ya que lo siguen?

—No, señor.

—¿Encontraron algo en su casa?

—Está limpia. Demasiado. No hay ni recibos del banco. Vimos que tiene una caja fuerte, así que quizá guarde los papeles ahí, pero todavía no hemos conseguido abrirla. Estoy intentando conseguir una copia de sus recibos del banco.

—Manténgame informado —dijo Zayn. Colgó el teléfono. En unos días más, Mercer empezaría a sentir un leve apretón. Al principio no le daría mucha importancia, pero no tardaría en

volverse sofocante.

Sus planes con _____ también iban viento en popa, tanto en lo personal como en lo económico.

Amando a una mujer ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora