014

5.7K 538 107
                                    

  Jimin me observaba desde la cama como si fuera una especie de espejismo creado por su imaginación, su pecho subía y bajaba con velocidad provocado por su rápida respiración y aquella escena me partía el corazón de una manera tan absurda que hacia que me enojara conmigo misma por no tener a Jimin como prioridad, el estaba mal.

  Le dediqué una de las mejores sonrisas que pude en ese momento, solo para que el ambiente se tranquilizara. Como si fuera de una máscara que me lastimaba al usar, esa sonrisa dolía, pero aún así necesitaba saber que era lo que tanto decían Jungkook y el padre de Jimin

— Vaya, me alegro de que no me hayas olvidado.– este, al volver a oír mi voz, salió luchando con las sábanas y se puso frente a mí, se encontraba más pálido que de costumbre y su pelo estaba más largo y revuelto.

《Esto es mi culpa, él se descuidó por mi culpa

  Jimin puso sus manos en mis mejillas, estas estaban frías y temblorosas tanto que me hicieron sentir la peor persona de este mundo por haber provocado que estuviera así o al menos eso había dicho JungKook y el señor Park.

  Jimin mientras tanto, movia suavemente sus pulgares en mis mejillas haciendo que se erizara el vello de mi piel, recé porque mis lágrimas se mantuviesen en mis ojos y que estas no se dejarán ver.

Sólo mantén la mente enfocada en él y sólo en el》

— ¿Cómo olvidarte? Eres lo único que ha estado en mi mente durante un mes, ______ perdóname por favor.– este empezó a llorar como un bebé mientras repetia que lo perdonará, y fue entonces cuando la primera lágrima se desbordó por mi mejilla.— _______ fui un maldito estúpido, debo de explicarte todo, no te vayas, no me dejes sólo nunca más, sin ti me siento vacío.– hablaba atropelladamente, como si realmente estuviera en un sueño y tuviera miedo a despertar antes de decir todo lo que sentía.

  Con la palma de mi mano retiré todo rastro de lágrimas y volví a sonreír colocando estas tímidamente en su cintura.

《¿Tan mal se sentía por mi causa?》

— Está bien, pero... ¿Por qué no te das una ducha antes? Estás espantoso.

— ¡Jamás! ¿Y si esto es un sueño?¿Y si lo es y lo desperdicio dándome una ducha en lugar de estar contigo?.– con los dedos de mi mano derecha pellizqué suavemente su mejilla.

— No lo es bobo, estoy aquí y no me alejaré de nuevo, yo también te extrañé demasiado y no te podrías ni imaginar cuanto.

  Y antes de que pudiera alejar mi mano el había puesto la suya sobre la mia, sosteniéndola sobre su mejilla y cerrando los ojos disfrutando el contacto de ambos, mi corazón volvió a latir desesperadamente con aquel insignificante acto, mis ojos comenzaron a arder de una manera inimaginable quería llorar pero sabía que no podía hacerlo porque sino todo se iba a salir de control y terminaría corriendo hasta mi casa para encerrarme otra vez en mi cuarto para no salir.

— Promételo.

— Te lo prometo.

  Luego de eso el marchó a regañadientes hacia el baño, mientras tanto yo comencé a ordenar todo poco a poco. No podía creer lo que veía, todo se encontraba tirado creando así un desorden, cuando salí de mi trance hice la cama y puse en las estanterias todo lo que se encontraba esparcido por el suelo.
  Estaba terminando de acomodar aquellas cosas con las que Jimin se había sacado su enojo durante los días que no había venido, cuando Jimin apareció, se encontraba limpio pero podría decir que tenía peor cara que la que tenia cuando llegué. Salté de la cama y corria su lado.

— ¿Jimin?¿Jimin estas bien?.– grité

— Sí... es sólo que estoy algo mareado.– rodeé su cintura con mi mano y puse su brazo sobre mis hombros, Jimin arrastraba sus pies, pero cuando quedaban sólo un par de pasos para llegar a la cama las fuerzas le fallaron y perdiendo el conocimiento cayó a mis pies.

  Grité al señor Park asustada y este apareció al poco tiempo, ambos lo llevamos a su cama donde lo acostamos y el padre de Jimin intentó animarme con que era algo que le ocurria muy seguido que despertaría cuando el descanse.
  Decidí quedarme junto a él hasta que se despertara y me acomode a su lado con su brazo bajo mi cuello mientras pensaba todo lo que estaba pasando, no podía creer que nuestra amistad lo estuviera lastimando a tal manera que se veía tan frágil y con esa imagen me quedé dormida al cabo de unos minutos.

  Comenze a sentir que aguien se encontraba tocando mi cabello con dulzura y arrastraba suavemente la llama de sus dedos sobre mi mejilla, una gran colcha se encontraba sobre mi cuerpo y me sentía en una gran y caliente nube. Abri mis ojos con esfuerzo y vi a Jimin frente a mi con una sonrisa en sus labios.

— Estás aqui...– hablo y aquello me hizo sentir mejor, se veía mal pero aún estaba el Jimin del que me había encariñado lo suficientemente para enamorarme de él.

— Te dije que lo haría pero... ¿Qué hora es?

— Es tarde pero no te preocupes, mi papá llamó a tu casa y no hubo problema.

《Park Jimin eres tan perfecto para mis ojos》

  Nos observamos en silencio y, como si fuéramos unos completos extraños que mantienen contacto visual, quité mi vista rápido para observar mis manos con las mejillas sonrojadas, sabía que partir de ahora las cosas cambiarían en cuanto comenzaramos a hablar de lo que pasó pero aún así no quería que el tiempo avanzara, habían dos posibilidades y no quería que eso pasara.

— _______... siento tanto lo que pasó ese día... Soy un completo idiota me di cuenta de todo demasiado tarde y lo hice... Lo hice justo cuando saliste de esta habitación.– dijo con la voz extremadamente lastimada, estaba triste eso lo notaba, pero no entendía el porqué.

— ¿De qué te diste cuenta?

— De que te quiero tanto como no tienes idea.

My Sweet Bad Boy (Park JiMin Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora