My Sweet Bad Boy (Park JiMin Y Tu)

030

🍃Maratón 2/2🍃

Le hice caso sin protestar a pesar de que no entendí su seguridad sobre la efectividad de nuestro plan, luego de que se fuera me había sentado en un pequeño sofá que había colocado en una esquina, tome mi celular por unos segundos cuando sentí el peso de alguien sentándose junto a mi y sin necesidad de apartar mis ojos supe de quien se trataba. El sofá se inclinó hacia mi lado, cuando aquella persona echo su peso un poco sobre el mío logrando hacerme oler su aliento mentolado con algo de alcohol justo al lado de mi rostro.

—¿Tienes ideas de lo malditamente radiante que estás esta noche?.- me mantuve en silencio para luego correrme al lado del contrario para poner un poco de espacio entre ambos.— Claro que debes de saberlo, ese imbecil de Joshua se ha pasado la noche rozando se contra tí.- su voz despectiva estaba llena de celos junto con odio y eso me sentir feliz por un momento, me había ganado un punto y esta noche por primera vez seria la ganadora.

— ¿Acaso te molesta su me rozó o no con otros chicos? ¡Vaya! Creí que entre tu y yo todo se había acabado repetir las palabras con las que todo se había roto era mucho más doloroso al hacerlo en voz alta.— Eso fue lo que diste a entender.

— Eso no significa que te puedas ir rozando con cualquiera ¿Debo suponer que no te molesta las miradas de los demás? Y además de eso ¿Que pensaran de ti?.- una risa irónica y con dolor se escapó de lo más profundo de mi garganta.

— En serio te preocupas por lo que pensaran los demás siendo tú el que se a llevado a medio instituto a su cama. ¿Precisamente tú me vas a enseñar de ética?.- Jimin endureció el rostro y sus afilados ojos me atravesaron.— No me hagas reír Park.

— ¿Quieres saber la razón por la que lo hice?
— No necesitas ni debes darme explicaciones de nada.- contesté.

Entonces Jimin pareció convertirse en el puro diablo y golpeó fuertemente con su puño al sofá para llevarse a continuación con desesperación sis manos a la cabeza y despeinarse su oscuro cabello.
Estaba completamente trastornado y el enfado está patente como si su oscura aura se hubiera hecho físico y visible a mis sentidos y también para los ojos de todos aquellos que se encontraban cerca y eran presentes del espectáculo.

— ¡Estoy volviendome loco! Lo único que quiero es olvidar tus malditas caricias de mi piel y tu sonrisa de mi cabeza. Me he tirado a muchas chicas solo para que tú  me prestara atención o al menos conseguir dejar de pensar en ti todo el jodido día pero ya veo que lo único que recibo de ti es que me ignores y me desprecies. Eso es lo que voy a hacer a partir de ahora también, a partir de este momento no existía para mi. Adiós _______.-  mis ojos comenzaron a picar por las lágrimas que amenazaban con desbordarse de mis ojos, pero no iba a hacerlo, no debía hacerlo. No mucho después de que Jimin se levantara y se fuera, Joshua apareció frente a mi rodeandome en sus brazos y ese simple gesto me hizo entrar en un mundo de paz, el era como una cueva en la que no existía el sufrimiento y me aislaba de todo lo malo que me rodeaba.

— Ven, vamos a bailar de nuevo, sé que si te quedas aquí sentada o volvemos a casa te pondrás a llorar y es lo último que quiero. Estas preciosa y todo el mundo debe de saber que eres perfecta para que ese patán te merezca.

Volvimos a la pista, esta vez pasé mis manos por su cuello, eliminando toda distancia entre ambos. Escuchad el suave latir de su corazón hacia que todo lo demás desapareciera, mis ojos estaban cerrados y podría jurar que me encontraba en una nube a solo un paso de quedarme dormida entre sus brazos mientras me acariciaba el pelo, por lo que abrí con dificultad mis ojos para encontrarme con la escena que menos esperaba en ese momento, Jimin besando a Minsu

Parecía que Jimin se la tiraría literalmente delante de todos, me encontraba en estupefacto y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo. El aire parecía haberse condensado sobre mi y el oxígeno había desaparecido de la habitación para hacerme daño en mis pulmones. Joshua pareció darse cuenta de que algo no iba bien y observó que pasaba tras el y entonces los vio e hizo más fuerte su agarre en ni cintura intentando aguantar su enfado. Miles de ideas pasaban por mi cabeza pero me sorprendí al darme cuenta de que no me dolía como supuse que lo haría, en estos mese me había sentido defraudada de tantas formas de Jimin que ya nada parecía ser suficientemente malo y este no podría caer más bajo para mi.

Entonces Joshua se separó suavemente de mí y se dirigió a paso decidido hacia Jimin, sabía lo que quería hacer, queria golpearlo hasta dejarlo inconsciente, a pesar de que el no era bueno peleándo y el hecho de saber que podría quedar herido por mi culpa hizo que mi corazón se detuviera en un instante. Mi cabeza intentaba planear algo para detenerlo de aquella locura, hoy había despertado, Jimin era una obsesión, una obsesión dañina y yo, bueno yo me había dado cuenta que había dependido tanto de él que ya no hacía lo que me hacía sentir bien a mi. Sabia que no me había gustado ver a Jimin besar a dulce pero no era por amor sino porque no quería que alguien que había querido con mi ser acabará de aquella forma, no con alguien como ella. Al principio pensé que todo el dolor de verlo así era porque realmente lo amaba pero no era así y ver a Joshua me hizo darme cuenta de ello, el era una persona en la cual podía confiar había ayudado en todo lo posible, alguien que sonreía si yo lo hacía y lloraba por mis problemas como si fueran suyas. Corrí a la velocidad que mis tacones me lo permitieron, pero sabía que no iba alegar a tes de pararlo, las lágrimas corrían mis mejilla y mi cuerpo temblaba de nervios.

— ¡Te quiero Joshua! Detente.- grité con todas mis fuerzas y entonces él paró en seco y se giró suavemente con gesto sorprendido y en un par de pasos eliminó la distancia que nos separaba.

—¿Qué... Que dijiste?

— Que fui una tonta al querer intentar llamar la atención de Jimin, no me había dado cuenta de que gracias a ti era feliz, junto a ti, lo siento no logré apreciarse hasta ahora espero que puedas perdonar lo idiota que he sido.- Joshia me dedico una sonrisa sincera que jamás había visto y un par d lagrimas volvieron a descender por mis mejillas mientras que mis manos temblorosas fueron a parar a sus brazos como si este fuera a recapacitar y volviera para golpear al de pelo oscuro sin que yo pudiera hacer algo.— Había comprado algo para ti,  durante muchos días estuve aturdida en saber que darte, pero que mejor que esto para guardar recuerdos.- dije entregándole una caja junto a un moño.

— Se supone que solo eran chocolates.- comentó riendo mientras habría mi regalo.— Es hermoso, gracias. Aunque más me gustaría que volvieras a repetir que me quieres.

Entonces tomé los bordes de su chiquita y empuje su cuerpo al mío y lo besé haciéndome estremecer. Al principio el beso fue torpe ya que estaba segura de que él no se lo esperaba,  hasta fundirnos en uno y convertirse en lo más delicioso que probaría jamás, poco después me separé.

— Te quiero.- él comenzó a reír haciendo que mi corazón saltara de alegría.

— Y yo a ti.
Fue entonces cuando precisamente Minsu la que no logró que ambos siguiéramos en nuestro mundo con sus gritos y golpes por su parte llegaron a los oídos de todos haciéndonos girar en su dirección.

—¿ A donde crees que vas idiota?.- grito hacia una multitud de gente que habla creado un gran pasillo hasta la salida donde pude ver como se marchaba Jimin.

La mejor amiga de Minsu no tardó en hacer acro de presencia frente a ella para intentar calmarla, pero todos estábamos decididos a saber que había pasado con la chica popular, aquella que no había nadie que la sacara de sus casillas por el simple hecho de que se creía superior a cualquiera que la rodeara.

— Ese maldito ingenuo me utilizo, me besó solo porque le molestó que la tonta de _______ lo ignorada completamente e intento ponerla celosa conmigo hasta que se dio cuenta de que ya era demasiado tarde para ambos.

Entonces pude darme cuenta de que lo había conseguido, me había vengado de ambos, aunque no de la forma planeada,  pero quizás con el resultado que de una manera mejor me había gustado.