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— ¿Papá?... puedes pasar.– el señor Park paso y al vernos juntos que, valla que si estábamos cerca, en la cama de su hijo sonrió sonrió incómodo.

  Pero si el se sentía incómodo ante esta situación ¿Cómo debería sentirme yo al respecto? Me estaba muriendo internamente era todo lo que no quería sentir en estos momentos. Sin embargo, aquí estaba yo, esperando y rezando a todos los dioses existentes que por favor no me fallará la capacidad de entablar otra conversación sin que mi voz fallara.

— Buenos días chicos, siento mucho si los desperté pero tengo que ir al instituto por algunas asuntos y estarán solos en casa ya que HaNeul no vendrá hoy, me quería asegurar de que Jimin coma algo.

— ¿Sabes que papá?... eso estaba intentando hacer antes de que nos interrumpieras.– soltó con una sonrisa ladina, este chico se estaba pasando de la raya.

《Un momento, ¿Acaba de decir lo que yo creo?¿con comer se refería a mí?》

— ¡PARK JIMIN!.– le grité y tape mi rostro encendido por la vergüenza bajo la manta, cuando su padre se fuera dem cuarto me voy a vengar de la situación en la que me había metido Jimin. El señor Park comenzó a reír por el comentario de su hijo.

— Esta bien, pero come algo... emm... de la cocina.

— Tomalo por hecho.– prometió.

— Me alegro de que hayas vuelto Jimin... y ______ puedes salir de tu escondite, soy muy feliz de que hayas venido.– sin embargo no fue hasta que escuche el sonido de la puerta cerrarse que salí de mi refugio. Jamás podré volver a mirar al señor Park a los ojos, ¿Cómo volvería en unos días a clase?

— Bueno, ¿Por dónde nos habíamos quedamos?

— En que eres un idiota, el mayor de los idotas que llegue a conocer.

— Yo también te quiero a ti cariño.– habló sarcásticamente y se acercó hasta besar mi frente.

— No sabía podías ser tan... mmm... ¿Cariñoso?.– comente en voz baja cosa que no funcionó para nada.

— Te sorprendería saber todo lo que puedo ser.– salí de la cama mientras el me observaba en silencio y cuando ya estuve cerca de la puerta, gire hasta quedar observando sus ojos sabiendo cual seria su reacción después de mi respuesta.

— Tampoco sabía que pudieras ser tan pervertido.– y le saque la lengua, Jimin se sentó en la cama y se encontraba para una portada de revista llevando su mano a su pelo alborotado y esa pose tan sexy.

— ¿Eso también quieres que te lo demuestre?.– antes de que pudiera contestar, el ya había salido de la cama para atraparme, pero aún así, yo fui más rápida y comencé a bajar las escaleras.

《¿A dónde iría ahora?》

  Entre a la primera habitación que encontré al bajar que, casualmente, era la cocina. No sabía como sentirme al respecto.
Cuando me tuvo sin escapatoria contra la pared y con él a sólo un suspiro, susurró con aquella voz grave que tanto me gustaba.

— Veo que te tomaste muy en serio eso de que comería algo de la cocina.

  No podía siquiera mirarlo a los ojos de lo cerca que se encontraba y mis mejillas se encontraban rosadas de la vergüenza. Cerré mis ojos por pura inercia esperando el beso de Jimin; sin embargo, este se alejó de mi riendo y cogió un paquete de chocolate que se encontraba a mi derecha en un pequeño mueble. Se lo llevó a la boca y fue camino al salón aún riendo, esta vez estaba roja del enfado, mientras que el seguía yendo dijo:

— ¿Pensabas que cuando decía comer me refería a ti?.– sabía que sólo lo hacía para molestarme, pero no podía creer que aún no supiera lo orgullosa que era. Mientras lo escuché como encendía el televisor y se sentaba en el sofá comencé a andar hacia la puerta pero cuando se dio cuenta logre escuchar de fondo al moreno gritar.— ¿¡______!?.– silencio. Sólo los pasos apresurados de Jimin siguiendome y una sonrisa maligna apareció en mis labios. Mentalmente conté hasta tres para que estuviera tomando mi muñeca: tres, dos, uno.— ¿_______?¿te vas a ir?.– y ahí estaba.

— ¿Pensabas que iba a quedarme aquí a vivir?.– pregunté para luego comenzar a reír como él lo había hecho minutos atrás. Jimin, al escuchar mi respuesta, le brillaron los ojos y puso esa sonrisa ladina que me daba tanto miedo pero que aún así me encantaba enormemente.

— ¡Oh! Creo que alguien se enfado porque no la bese, no te preocupes lo haré encantado.

— Ni se te ocurra poner tus labi...– pero antes de que terminará ya había puesto sus labios sobre los míos dando un dulce beso con sabor a chocolate, puse mis manos en su pecho intentando apartarlo y cuando se separó un poco de mi me mirro con una sonrisa en los labios.

— ¿Qué?.– soltó aún con su sonrisa de antipático en su rostro.

— Ve y sique comiendo tu dulce.– contesté con la mínima distancia entre nosotros.

— Te prefiero a ti.– habló para luego acercarse a morder levemente mi labio inferior y continuar el beso.

  Mi corazón estaba en una montaña rusa con todas las emociones que sentía en aquel momento, todo paso tan rápido que no podía caber de la emoción. El momento de estar con Jimin había llegado, todo había terminado perfectamente bien que me parecía un sueño del cual no quería despertarme.

My Sweet Bad Boy (Park JiMin Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora