El sustituto de Santa - Julio Miguel Choza Herrera

226 37 7
                                    


Es mi tiempo libre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es mi tiempo libre. Rápidamente voy al cobertizo para ocultarme del elfo que me supervisa. Entiendo su noble tarea: tengo que aprender todo muy rápido y de manera excelente. Pero, ¿es necesario que esté a mi lado todo el tiempo? ¡Vamos! Por algo Santa Claus ha confiado en mí para ser su sustituto.

 Pero, ¿es necesario que esté a mi lado todo el tiempo? ¡Vamos! Por algo Santa Claus ha confiado en mí para ser su sustituto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi nombre es Jimmy Rosso. Nací el 1 de diciembre de 1989. La historia que te voy a contar sucedió en diciembre del 2016, mes que nunca voy a olvidar por dos razones: la primera, fue mi gran aventura como sustituto de Santa; y la segunda, igual de bella y especial, fue cuando me enamoré perdidamente.

Soy el tipo de chico que es bueno en todo, pero con muy poca suerte en el amor. Me gradué como ingeniero con honores a los veintiún años. Tengo un excelente trabajo en una fábrica de juguetes ubicada en el sur del país donde vivo. Trabajo como voluntario en una misión cristiana para ayudar a varios orfanatos, sobre todo en las épocas navideñas, repartiendo obsequios a tantos niños, a los que considero como pequeños hermanitos. Tengo una gran familia y eso es en parte gracias a Nicholas Sparks, que escribió el que ahora es mi libro favorito, "Un paseo para recordar". Lo único que le reprocho es que, a pesar de que con un personaje me inspirara a trabajar en estos apostolados, abrió un vacío en mi corazón que solo alguien podía ocupar. Lo cierto es que tengo una gran y bella familia, pero aún me falta mi Jamie Sullivan.

Estoy cubierto de pies a cabeza por una tienda de ropa completa: un gorro hecho de cuero y varias telas por dentro, con cubre orejas; tres camisas y un abrigo grueso; un bóxer, una licra, un short y un pantalón canvas; por último, calcetines grues...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy cubierto de pies a cabeza por una tienda de ropa completa: un gorro hecho de cuero y varias telas por dentro, con cubre orejas; tres camisas y un abrigo grueso; un bóxer, una licra, un short y un pantalón canvas; por último, calcetines gruesos, medias de fútbol y unas botas de cuero. El gorro, el abrigo, el pantalón y las botas tienen algo en común: están forrados con una suave lana. A pesar de todo esto, aún siento mucho frío y tirito. Nunca hubiera imaginado que la nieve tuviera una fuerza tan desgarradora. Pero, no es tanto el frío externo lo que me hace estremecer, sino el interior, producto de aquel hueco en mi corazón que solo alguien podía ocupar, y para protegerme de este frío no existe ningún tipo de prenda en el mundo.

Antología "Luces de Navidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora