Con mucha anticipación, nos preparamos para las llegadas de las fiestas de fin de año, y con ello la convocatoria de nuestra segunda antología "Luces de Navidad".
Convocatoria cerrada. Gracias por su participación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Pum! ¡Cataplum! ¡Cataplum! ¡Cataplum! Sonaba algo sobre el techo de Mr. Choop's, el señor más rico de la Villa Constantine.
«Si es Santa Claus, lo mato. Lo hace todos los años. Ya le he dicho que no lo haga», pensó el muchacho de tez morena brillosa.
Sí, Mr. Choop's era un muchacho, pero el apodo lo había ganado gracias a su padre muerto, quien había perecido el mismísimo día de Navidad, hacía cinco años atrás, el mismo día que había conocido a San Nicolás, mientras lloraba en la esquina tras el gran árbol navideño.
—¡SANTA, SI ERES TÚ, JURO QUE TE MATO! —advirtió el pequeño señorito, vestido con su hermosa pijama con estampados de galletas en forma de hombres de jengibre—. ¡ES LA CUARTA VEZ QUE LO HACES!
—Pues sí, Mr. Choop's, pero soy San Nicolás y los niños necesitan sus regalos. Debéis ayudarme a darle la vuelta al mundo...
—¿En ochenta días? —interrumpió al hombre que salía por la chimenea. No le preocupaba. Se había acostumbrado a ver entrar a Santa por sus fuegos de la sala. No representaba algo traumatizador, ¿verdad?—. Porque realmente sólo puedo esta noche.
El gordo, vestido de rojo, (aunque realmente era verde, pero le gustaba la idea de la empresa de refrescos...) sonrió embelesado, quizá sorprendido. El niño ya estaba progresando. Con el tiempo sólo se olvidaría de él. O quizás con algo más que tiempo... Necesitaba ayudarlo.
‹‹No serán ochenta días, pero lo parecerán››, pensó un momento.
—¡Pero en Asia ya repartí desde ayer! No podéis preocuparse por mucho. Sólo serán unas doce horas... —dijo Santa con una gran sonrisa.
—Uhm, sólo doce. —El muchacho hizo un gesto socarrón—. Me parece perfecto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya habían recorrido medio continente europeo en tan sólo cinco horas. Mr. Choop's se encargaba de entregar los regalos más buenos y Santa de no encontrarse con Krampus, a ninguno de los dos le agradaba ese sujeto... Era muy, ¿cómo decirlo?, atemorizante.
