ᴀᴅᴅɪᴄᴛɪᴏɴ • .¸ ♡ 𝒥𝒾𝓀ℴℴ𝓀 ♡ ¸. •

.15.

Veinticinco minutos, ese es el tiempo que me toma llegar al hospital, de camino aproveche de comprar helado para Jimin, solo si quiere, si no lo acepta me lo comeré yo después de todo el helado es vida, además que use mi precioso dinero para comprarlo.

Mientras voy en el ascensor veo mi reflejo en las paredes de metal y comienzo a sentirme nervioso al notar nuevamente mis grandes ojeras, cierro por un segundo mis ojos antes de apoyarme contra una de las paredes intentando apartar de nuevo el recuerdo del beso, pero cada vez que hago eso, este parece volver con mucha más fuerza y nitidez.

Tomo varios respiros antes de tocar la puerta de su habitación y rápidamente consigo un "Adelante" y vaya, me encuentro con un Jimin con ojeras bastante parecidas a las mías. Sacudo mi cabeza antes de darme falsas ideas.

--Hola Jimin--le saludo adentrándome en el lugar hasta llegar junto a su camilla. El alza una ceja como queriéndome decir algo con ese gesto, pero no le comprendo.

--Que descarado Jungkook, hablarme de esa forma como si fuéramos muy cercanos--él es el único descarado, llamándome "Bebé" como si eso fuera lo más común.

--Supongo que tus malas costumbres se pegan, Jimin--le sonrió con cinismo.

--Tienes una ojeras horribles ¿Acaso no dormiste?--infiernos, ¿Por qué tiene que preguntar? ¿No le basta con que el tan solo verlo me recuerde el beso y me haga querer estar entre sus brazos nuevamente? Tonto e inconsciente Park Jimin.

--Oh, no, me quede viendo películas hasta muy tarde así que no dormí mucho--qué forma tan descarada de mentir Jeon Jungkook--¿Qué hay de ti? Tienes una cara de espanto Jimin.

--...Llámame señor Park o Jimin Hyung, es molesto que te refieras a mi de esa forma--quiero reír por la expresión que me está mostrando en estos momentos, a pesar de que sus palabras son ligeramente duras sus ojos parecen bailar de diversión. Me encojo de hombros quitando importancia a sus palabras y él suspira rendido al parecer--Solo me quede pensando toda la noche y olvide que tenia que dormir.

¿Se habrá quedado pensando en el beso?

--Oh...--yo quiero y necesito preguntar. Levanto mi cabeza, ya que sin darme cuenta la había bajado para no verlo a la cara--¿Podría saber en qué pensaba, Señor Park? Claro, si no estoy siendo demasiado entrometido.

--En una canción--decepción, por un segundo ese es el sentimiento que envuelve todo mi cuerpo, pero tan rápido como aparece yo lo desecho, no debo sentir eso.

--¡Vaya, eso es genial!--menciono con emoción, verdadera emoción, a pesar del sentimiento anterior yo sinceramente estoy entusiasmado por saber sobre la canción. Tomo la silla que está cerca de la camilla y la acomodo para sentarme, cuando hago eso recuerdo que le traje algo.--Oh, le traje helado, no estaba seguro de que sabor le gustaría.

No menciona nada, pero estira sus manos hacia mi para que le entregue el helado, así que eso hago, mientras él come no decimos ni una sola palabra y aunque quiero decir que es algo extremadamente incómodo no lo es, porque su mirada parece llenar esos silencios logrando que no sean molestos y es algo tan acogedor que me asusta.

Sentir que incluso el silencio es agradable junto a otra persona da miedo, porque cuando no haya nadie a mi alrededor y ese silencio aparezca, solamente tendré presente esa mirada y aquello suena demasiado aterrador.

--Delicioso, gracias--menciona luego de comerlo y yo solo le puedo sonreír feliz al ver que realmente le ha gustado.

--Jimin--le llamo, me muerdo el labio nervioso pues siento que estoy pisando terreno peligroso, quiero preguntarle porque me beso el día de ayer, pero no estoy seguro de querer escuchar su respuesta, creo que sería muy desilusionante escuchar una respuesta como "Solo quise hacerlo" --¿De qué trata su canción?--y si, soy un maldito cobarde.

--Eres muy curioso bebé--ya me extrañaba que pasara tanto tiempo sin llamarme así. Mira hacia todos lados como asegurándose de que no hay nadie cerca, lo cual es muy divertido pues es obvio que estamos solo los dos, pero aun así no digo nada por su tierna actitud--Ven--sus palabras son apenas un susurro y con el ceño fruncido en confusión me acerco a él. Su respiración choca contra mi cuello y siento mis piernas temblar ante eso, me quedo estático cuando susurra contra mi oreja "Es un secreto, bebé" .

Estoy por abrir la boca para quejarme por burlarse así de mi, pero esas palabras mueren rápidamente cuando se adueña de mi boca, todo mi cerebro grita ¡Apártate!, pero mi cuerpo no responde, al menos no de la manera en la que debería. Mis manos suben hasta su cuello y una de ellas sigue avanzando hasta enredarse con sus cabellos, son suaves y sedosos.

Tira de mi labio inferior con sus dientes, abro la boca de la sorpresa y eso es un paso libre para su lengua. Vainilla, puedo saborear la vainilla del helado en su lengua. ¡Demonios! debo detenerme, se que debo alejarme de él pero no puedo y no quiero. Nos separamos un momento para recuperar el aire y todo lo que hay en nuestros ojos es fuego, pasión y deseo.

--Tu eres aun mas delicioso, Jungkook--su voz rasposa causa vibraciones en todo mi cuerpo, la forma en la que habla después de un solo beso me pone nervioso y ansioso.

Detente, detente, detente.

Mi cerebro sigue dándome esa orden, pero nuevamente la ignoro comenzando nuestro tercer beso y esta vez es mucho más intenso, no se como ni porque pero termino casi encima de él, si no fuera porque suelta un quejido de dolor-ya que pase a tocar su pierna rota- no se que más hubiera sucedido.

Me bajo de un salto de la camilla, mi cuerpo tiembla de pies a cabeza, mi pecho al igual que el suyo sube y baja sin ningún ritmo fijo. Ambos somos un desastre, estoy seguro.

--No te vayas, no huyas esta vez Jungkook--sus palabras calan en mi, detengo el movimiento de mi mano al querer abrir la puerta para correr otra vez lejos de él. No sé que hacer, nunca he actuado de esta forma antes.--Por favor.

Sin darme cuenta lágrimas caen de mis ojos, me siento perdido, confundido y tan, tan cansado. Doy media vuelta hacia él y no estoy seguro de cómo reaccionar ante el tipo de expresión que está poniendo, solo se que no puedo evitar correr a sus brazos abiertos y refugiarme en ellos, aunque sea por un momento.

Porque quizás esté dispuesto a que me rompas el corazón.