Tranquilo coña #6

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Capítulo 6

Los pensamientos de mi cabeza jamás, pero jamás se han detenido, millones de ideas fluyen en mi cabeza formando millares de travesuras que bien podía realizarlas, pero mis miedos a no estar en un infierno mayor que en la que me interiorizaba, prefería mantenerlos ahí, en mi cabeza, mientras tanto intentaba estaba al margen en el calabazo llamado escuela. ¿Quién lo invento? Ni idea. ¡Vaya! pensándolo bien ¿Quién invento la escuela? Y peor los exámenes, pruebas semanales o como quieran llamar al papel con letras marcadas, que definía sí tus calificaciones merecían aumentar sus signos vitales.

Deje de ser una buena estudiante desde que pise la secundaria, la vida se me hacía tan patética aquí, llena de gente sin personalidad y esponjosa que se absorbían con lo que todos llamaban moda, pero el golpe más duro para mi sin lugar a dudas fue el primer año, tuve que reprobarlo 2 veces para darme cuenta que mi personalidad no iba con el ambiente y no por eso iba cambiar el lugar a mi estilo porque a mí no me pareciera, y ahora con mis 19 años me encontraba en un colegio para adultos en la cual no me sentía para nada una adulta, intentado llevar las cosas a flote.

Podría pedir permiso para ir al baño y tirarme de las escaleras, ¡O mejor! Podría ir al baño, mojar el suelo y fingir que me resbale ¨accidentalmente¨ y que me torcí un tobillo —«juajaja eso suena divertido» manifiesta mi mente macabra— ¿A quién engaño?, no soy capaz de hacerme daño a mí misma, necesitaría pagarle a alguien para que hiciera esos planes por mí

Xdxdxdxdxdxdxdx. Lo desafortunada que es ser cobarde. Suelto el suspiro más largo o mejor dicho uno de los más largos de mí colección de suspiros. «Nada más a mí se me ocurre coleccionar suspiros»

«¡Joder Venus Lady!, estás pensando en todo menos en el estúpido examen de francés que tienes en frente. ¡Magnifico! Eres todo un cerebro.» Reprocha mi subconsciente.

Miro mi examen por enésima vez y lo único que puedo vislumbrar son; «bjdbdndlekghsysbkslnddndjdjndnnddndbdbdnjdjjddjjddn»

Todo está tannnn, pero tannnn claro que «bjd» era una letra muy común en mi diccionario lexical—Tos sarcasmo— La verdad es que nunca llegaré a entender por qué demonios imparten esta mierda en la escuela. Sería más fácil prestar atención sí el profesor de francés fuera guapo y sexy, así por lo menos sabría pronunciar las palabras; "Sexo, follar, hacer el amor, verga, vagina, boca labio" .... Ja,ja. Así yo sería una máster en francés. Pero no, mi profesor es un delgaducho enano y horrible. ¡Qué asco! Parece sufrir de anorexia, y para el colmo, parece no enterarse de que existen los enjuagues bucales y los blanqueamientos dentales. Porque para tener la boca echa un desastre era un perfecto sabio.

Ya con el cuello a punto de fracturarse por estar fijándome de la chica de al lado, decido dejar el examen por la mitad y entregarlo, de lo contrario me que daré ciega de tanto abrir los ojos y descuellada de tanto estirar el cuello para fijarme.

—Muy fácil su examen profesor —El sarcasmo podía medirse con un sarcascometro.

«No me pregunten que es sarcascometro solo lean»

—Sí, lo hice con mucho cariño para ustedes —Odiaba su voz afeminada y la saliva que diluía de su asquerosa boca al hablar. ¡Me bautizó el brazo que le entregaba el examen! Ahora tendré que lavármela con amoníaco.

Mí exageración está pasando de su límite. No me culpen, estoy con los ánimos por el suelo.

—Sí ya lo noté — Le regalo la misma sonrisa fingida que él me dedicó —Marica de mierda susurró entre dientes cuando paso por el umbral de la puerta.

Ya fuera del aula un sonido estruendoso se apodera de mis intestinos delgados y gruesos.

¡Perfecto tengo hambre!

Seducción De Venus #PGP2020  #Watty2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora