Esa noche había sido una de las más raras para Sasuke Uchiha. No podía creerse todavía que Naruto, ese idiota que se convirtió en su mejor amigo, pudiera haber dicho semejantes palabras. ¡Tantos años esperó por escucharlas, y las decía ahora! Todo era extraño.
En aquel momento, a su lado, pensó en lanzarse sobre él y besarle, movido por esa atracción sin igual que sentía por él, luego vino a su mente la imagen de su hijo y supo que debía controlarse, que debía pensar en frío toda esa situación. Sus decisiones, ésas que antaño sólo le afectaban a él y a su corazón, esta vez afectaría a terceros. No podía tomar una decisión precipitada, ni movida simplemente por un bajo instinto como lo tenía ahora.
Miró hacia el lado. Su hijo dormía plácidamente con la cabeza apoyada sobre su brazo, durmiéndolo y, aun así... Sasuke sonrió. Se le veía tan calmado y tranquilo. Todo un angelito. Ni siquiera sabía cómo iba a contarle algo como aquello a Naruto, no podía ir ahora... unos cinco años después y soltarle a ese rubio que... había sido padre. No se lo tomaría nada bien y si iniciaban ahora una relación... debería contárselo, algo que no sabía cómo hacer.
¡Una relación! Pensaba en esas palabras y realmente, sabía las veces que había soñado con que Naruto pidiera algo así, pero no esperaba ya que ese momento llegase. Ahora que lo tenía delante, dudaba. Le había dicho que rompió con Hinata, pero tampoco podía estar seguro de aquellas palabras y él... él nunca se enteró de aquello. Sakura le dijo que siempre escogería a Hinata, vio a Hinata salir de la misma clínica que él, le confirmó que estaba embarazada y tan sólo... se alejó de Naruto. ¿Y si la había dejado? ¿Y si volvió con ella sólo por el niño? ¿Y si él le hubiera contado que estaba embarazado? En aquel momento sólo tuvo miedo, miedo a que se pusiera de parte de su novia y es que... ¿Quién iba a creerle cuando le dijera que estaba embarazado? ¿Un hombre embarazado? Naruto se habría echado a reír y le habría acusado de intentar fastidiar su relación con Hinata. Prefirió callarse y dejar que fuera con el otro hijo.
El móvil vibró en la mesilla de noche, captando la inmediata atención de Sasuke. Con su brazo libre, cogió el teléfono y miró el mensaje que acababa de recibir. Por un segundo esperó que fuera Naruto. ¡Ni siquiera sabía por qué quería eso!, sin embargo, no fue así, era su hermano para preguntarle si le importaría que esa noche, se llevase a Menma con él a casa a dormir.
Aquello sólo podía indicar una cosa... ¡Su padre estaba fuera de la ciudad por negocios! Seguramente su madre iría a casa de su hermano a cenar y querría aprovechar para ver a su nieto. Tras pensarlo unos segundos, no le pareció mal la idea de tener al menos una noche completamente libre para él, así que aceptó que Menma pasase esa noche con su hermano, más ahora que con la nueva medicación parecía ir mejor.
Con mucho cuidado, Sasuke apartó el brazo aprisionado para poder salir de la cama. Aún tenía muchas cosas que hacer y quería terminarlo todo para poder relajarse ese día. No siempre podía disfrutar de un día entero para él.
Estaba terminando de preparar los desayunos, cuando su hijo apareció por la puerta del pasillo, restregándose los ojos con sus diminutas manitas a la vez que bostezaba. ¡En parte le recordaba mucho al dormilón de su padre! Sasuke no pudo evitar dejar de lado un segundo el desayuno para coger a su hijo en brazos, depositando un dulce beso en su frente.
- Hoy has madrugado – sonreía Menma aún intentando desperezarse.
- Sí. Además... el tío Itachi va a venir a buscarte.
- Entonces voy a ir a arreglarme.
- De acuerdo.
Los dos desayunaron en silencio, viendo los dibujos que salían por la vieja y anticuada televisión que Sasuke compró una vez de segunda mano. Tan sólo el timbre de la puerta hizo que Menma saliera corriendo hacia ella, bajándose del sofá de un salto.
ESTÁS LEYENDO
Striper forzoso (Naruto, Naru-sasu)
Fanfic(Adaptación de mi propia obra "Striper a la fuerza" pero con una trama diferente) Resumen: Naruto es un joven empresario abandonado por su esposa. Ante la nueva situación y con un hijo al que criar, decide contratar a un canguro para ayudarle, sin e...