Capítulo 38: Tiempo a solas.

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Todavía estaba confuso y no sabía muy bien cómo reaccionar al ver que Sasuke se marchaba a paso rápido. Llamó con rapidez a sus dos hijos que jugaban aún con unos sombreros y unas gafas de sol y los tomó del brazo para llevarlos tras el moreno.

Podía escuchar con claridad a la mujer pronunciando el nombre de Sasuke y antes de salir de la tienda, se giró una vez más para ver el rostro sorprendido del marido. Recordaba brevemente al padre de Sasuke, más de haberle visto por los pasillos con ese rostro inexpresivo o de alguna bofetada que propinó a su hijo al enterarse que estaba en una banda de música. No es que le cayese especialmente bien, era un hombre demasiado recto, uno acostumbrado a que todos le obedecieran. Sabía que marcharse de aquella casa había sido duro para el moreno, pero por otra parte, también pensaba que le había hecho cierto bien no tener que soportar todas esas expectativas.

Caminó hacia el parking sin pronunciar palabra alguna y el silencio reinó hasta el mismo apartamento. Los niños jugaron en el asiento de atrás con unos muñecos articulados y pese a que Sasuke estuvo inmerso en sus pensamientos y no apartó los ojos de aquella ventanilla que se empapaba con la lluvia, Naruto de vez en cuando aprovechaba para mirar por el espejo retrovisor del interior del vehículo y comprobar que los niños estaban bien. No parecían haberse percatado de nada.

Al llegar a casa, Naruto siguió a Sasuke por el pasillo. Había dicho que iba a cambiarse de ropa por una más cómoda, así que aprovechó su propia excusa para ir con él y hablar sobre el asunto. Cerró la puerta tras él y le observó resoplar mientras intentaba encontrar algo de ropa vieja en el armario.

- Sasuke... ¿Lo hablamos? – preguntó Naruto al verle tan ofuscado.

- No hay nada de lo que hablar.

- Yo creo que sí. Sé que has pasado por mucho y no te lo discuto, es algo que jamás podré perdonarme. Cargaste con todo, te echaste todo a los hombros y seguiste con tu vida. Te dejé embarazado, te sacaron del instituto, te echaron de tu casa, te tuvieron que pagar las cosas y pasaste por el embarazo y la experiencia de ser padre tú solo, sé lo duro que es. El trasnochar, las preocupaciones que trae un niño, levantarte a sus horas de comer y encima estar preocupado por el dinero... es una situación que no desearía a nadie que pasase solo y tú lo hiciste. Sé que necesitabas a tus padres o a tu pareja y lamento eso, pero también creo que fue algo bueno, conocí poco a tu padre, pero creo que distanciarte de él te ha dejado algo de libertad, sobre todo a Menma.

- Eso es cierto – susurró Sasuke al darse cuenta de ello – no me habría gustado que Menma viviera lo mismo que yo viví en esa casa. Las expectativas son muy altas, ni siquiera habría podido ser un niño, sólo le habrían exigido cada vez más responsabilidades.

- Entiendo que no quieras verles, pero... creo que tampoco eres ya aquel chico al que echaron de la casa. Mírate Sasuke – le dijo Naruto cerrando el armario y dejando el espejo de la puerta frente a ellos para que pudiera verse – eres un chico atractivo, vas a empezar un nuevo y espero que mejor trabajo – sonrió Naruto – tienes un niño, puede que algún día te decidas a tener algo realmente enserio conmigo... ¿Quién sabe...? ¡Quizá hasta nos casemos!

Aquello hizo sonreír a Sasuke por primera vez en toda la tarde, aunque ambos sabían que era demasiado pronto para hablar de temas como aquel. Por ahora Naruto se conformaba con que hubiera aceptado vivir con él y poder estar con sus dos hijos. No quería acelerar las cosas y poder perderle en el camino.

- No eres aquel chico que estaba solo, ya no.

- Tengo miedo de ser como él – comentó Sasuke finalmente – no quiero ser como mi padre.

Striper forzoso (Naruto, Naru-sasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora