Quince minutos no es que fuera demasiado tiempo para explicarle a ese chico todo lo que tenía en mente, de hecho... era tan poco que sabía que debía hacer un grandísimo resumen. Pensaba cómo abordar el tema tras cerrar la puerta del copiloto y dirigirse al volante. Nada más sentarse, miró las llaves colgadas sobre el contacto y suspiró. Él siempre había sabido qué decir... pero por algún extraño motivo, hoy no le salían las palabras adecuadas y estaba perdiendo ya unos valiosos segundos.
- No te vayas así – fueron las palabras que le salieron a Minato.
- ¿Irme así? ¿Así cómo? – preguntó Deidara extrañado.
- Como si te hubieran derrotado una panda de niños malcriados sólo porque sus familias sean o más importantes o con mayores ingresos. Tienes el mismo derecho a estar en ese hospital como ellos, te lo has ganado, has estudiado igual o más que ellos, estas compitiendo por una plaza y tienes opciones, muchas diría yo, así que no te dejes derrotar así sin más.
- Todo el hospital sabe lo que hago – comentó Deidara mirando por la ventana del coche parado en ese parking oscuro.
- ¿Que te desnudas? Bueno, yo también me desnudo, todas las noches antes de cambiarme al pijama – sonrió Minato como si eso quitase hierro al asunto, lo que hizo sonreír momentáneamente a Deidara.
- Sabes a lo que me refiero. Me desnudo frente a otras personas.
- ¿Y qué? ¿Lo haces porque te gusta acaso o porque necesitabas el dinero? – aquellas palabras hicieron que Deidara agachase la cabeza ligeramente hacia sus manos, se notaba que estaba nervioso por cómo entrelazaba sus dedos y los movía con rapidez – mira, Deidara, tal y como yo lo veo, no me importa el trabajo que tengas si lo que buscas es conseguir un sueño. Puede que desnudarte frente a otros no sea un trabajo muy bien visto, que tus compañeros aprovechen para reírse de ti pero... es tan digno como cualquier otro y si eso te permite pagar las facturas, llegar a fin de mes y encima sacarte los estudios, entonces es perfecto. No le debes nada a nadie y aunque es tu vida y puedes tomar las decisiones que quieras, no me gustaría ver cómo desperdicias todos estos años de sacrificios y lo tiras por la borda ahora que estás tan cerca de conseguir lo que querías.
- El hospital no aceptaría que estuviera allí sabiendo lo que ahora saben.
- Yo puedo ocuparme de los altos cargos del hospital, este asunto se debatiría, pero yo puedo estar presente. Si puedes salvar la vida a cientos de personas ¿qué importaría que en un pasado te quitases ropa por dinero? – preguntó Minato con una sonrisa – lo único malo de que quisieras volver es que yo me quedaría sin ver alguno de tus espectáculos.
- Oh... te haría un privado – sonrió Deidara casi como si bromease, lo que hizo sonreír a Minato.
- Qué halago – sonrió Minato al escuchar aquello, aunque no esperaba algo así – hablo en serio, Deidara, me gustaría que lo pensaras, porque tengo un puesto para ti en cardiología. Me gustaría mucho que trabajases conmigo y aprendieras junto a mis pacientes y al resto de los médicos de mi planta.
- Tendré que pensarlo, Minato. No es sencillo volver por el hospital escuchando los rumores sobre mí y dudo que muchos pacientes quieran que esté cerca de ellos un stripper – sonrió – y ambos sabemos que la noticia ya debe andar por todos los rincones.
- Piensa lo que quieras, pero quiero que sepas que sólo he podido aplazar los trámites hasta pasado mañana, si no das marcha atrás a tu dimisión, no podrás volver y lamentaría esa decisión, porque pienso que puedes ser un gran cardiólogo. Dime dónde vives, te acerco a casa – arrancó el motor.
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Striper forzoso (Naruto, Naru-sasu)
Fanfiction(Adaptación de mi propia obra "Striper a la fuerza" pero con una trama diferente) Resumen: Naruto es un joven empresario abandonado por su esposa. Ante la nueva situación y con un hijo al que criar, decide contratar a un canguro para ayudarle, sin e...