Striper forzoso (Naruto, Naru-sasu)

Capítulo 7: La secretaria

Asahi no dejaba de mirarle mientras Sasuke preparaba la comida. Para el moreno no pasaba desapercibido que ese chico estaba planeando algo, sin embargo, él tan sólo estaba pensando en el fin de semana libre con su hijo o más o menos libre... puesto que las noches tendría que ir a bailar al club. Lo único que le consolaba era que Menma no supiera exactamente a lo que se dedicaba, que creyese que sólo servía copas.

Cuando el ruido de las llaves al otro lado de la puerta sonó, Asahi bajó corriendo del sofá y corrió hacia la puerta para saludar a su padre, aunque su mundo pareció congelarse al ver que no venía solo. Para Sasuke también fue toda una sorpresa verle entrar con Sakura. ¿Se había vuelto a casar?

- Hola, Asahi – saludó Sakura con una gran sonrisa - ¿Qué tal hoy el colegio?

- ¿Qué hace la frentona aquí? – preguntó Asahi haciendo un puchero y cruzando sus brazos en el pecho.

- Asahi, no la llames así – le regañó Naruto pese a que su hijo seguía haciendo pucheros y sacaba la lengua – Asahi, pídele perdón.

- No quiero – se quejó el niño.

- He dicho que lo hagas o estás castigado.

- Como siempre – dijo el niño marchándose hacia su cuarto.

- Lo siento, Sakura – se disculpó esta vez Naruto.

- No pasa nada, ya sé cómo es tu hijo. Necesita un poco más de mano dura.

Sasuke sonrió de medio lado y siguió lavando los platos mientras comprobaba el fuego de la olla. No podía creerse que Sakura estuviera allí, ni tampoco cómo fingía frente a Naruto. Él había visto esa mirada que había puesto cuando el niño le había llamado "frentona" y desde luego se notaba que no se llevaban nada bien.

- Perdona, Sasuke, ya estoy en casa. ¿Recuerdas a Sakura? ¿Del instituto? Es mi secretaria.

- Por supuesto. Discúlpame si no te doy la mano – comentó Sasuke con las manos mojadas, terminando de fregar y secándose las manos con un trapo de cocina – entonces me retiraré. Espero que pases un buen fin de semana con tu hijo.

- De eso tenía que hablarte...

- No, Naruto – le aclaró Sasuke abriendo los ojos, imaginándose lo que le iba a pedir – le prometiste que irías a ese partido con él.

- Pero ha surgido algo.

- Siempre te surge algo – comentó Sasuke.

- Es trabajo, Sasuke, y es importante – aclaró Sakura.

- Claro... eso quiere decir que su hijo no lo es. ¿No es así? – la silenció Sasuke – hazme un favor, Sakura, y puesto que veo que eres su secretaria... mantente al margen de su vida familiar y ocúpate sólo de sus negocios.

- Vamos, Sasuke, sabes a lo que me refería...

- Sé muy bien a lo que te referías, pero te pido por favor, que no te metas en mi trabajo como yo no me meto en el tuyo. El cuidado de Asahi es cosa mía y Naruto acaba de mentirle. ¿Sabes quién tiene que lidiar con sus rabietas? Yo porque él le mintió.

- No le mentí, iba a pasar el fin de semana con él pero...

- Sí, Naruto... se te complicó, te surgió algo... pon la excusa que quieras, la cuestión es que le dejas tirado de nuevo. Te voy a decir algo muy seriamente, Naruto, no es Asahi el que tiene un problema.