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  Después de aceptar la propuesta de Viktor, me fui a trabajar, era jueves y para mi desgracia hoy tendría que trabajar primero en la florería, me encontraba barriendo el almacén donde estaba las semillas, lo único bueno es que hoy sería el último día en trabajar aquí ya que lo iban a cerrar por un tiempo para agrandar el lugar y cambiar el inventario que estaba cruzando el almacén de semillas para ponerlo en la terraza.

En total serían dos semanas las que estaría trabajando tiempo completo en el restaurante por lo menos hasta que las vacaciones terminaran, que para eso faltaba menos de una semana, tendría que recuperar la materia en la que había salido mal, además de que tendría que seguir tomando clases con Yurio, pero no me preocupa, ya tengo más tiempo libre.

Asistir al trabajo y a la escuela no era tan agobiante como lo era antes, ahora las clases eran más amenas, me levantaba temprano para dejar todo listo para ir a trabajar por la mañana o tomar clases con Yurio, aún recuerdo la tercera clase que tome antes de ver a Viktor, en ella aprendí hacer un oral.

*flashback *
Estaba parado en el departamento de JJ junto con cuatro omegas más esperando a Yurio para que nos enseñará algo nuevo, normalmente sus clases consistía en treinta minutos donde nos enseñaba una nueva técnica para usarla en el sexo, los otros treinta minutos los usábamos para aprender una técnica de seducción y la última hora Yurio la tomaba para enseñarnos a bailar, el argumentaba que el baile era otra forma de seducción y de eso no tenía dudas ya que usaba a Otabek como señuelo para mostrarnos que su técnica si funcionaba.

Era divertido ver como Otabek siempre caía en las trampas de Yurio, en una ocasión puso girl gone wild de Madonna, era una canción muy movida con un ritmo rápido, se puso enfrente de nosotros y comenzó a bailar menando sus caderas de un lado a otro mientras que con sus manos viaja de su cabeza acariciando su cuerpo hasta llegar a su trasero, el cual le daba un ligero golpe, todos estaban atentos a los movimientos que hacía Yurio pero cuando mire a Otabek pude ver el deseo en su mirada, parecía que le arrancaría la ropa entre más bailaba y me preguntaba si Viktor podría verme de esa misma manera.

Al terminar de bailar Yurio nos hizo hacer calentamiento antes de ponernos a nosotros a bailar la canción, mire a las demás chicas, en su mayoría eran omegas que estaba aquí por gusto, ellas querían conseguir un millonario que les diera una buena vida, no las juzgaba, después de todo ellas hacían lo que querían.

Cuando la clase termino Yurio me retuvo como siempre, hoy me enseñara dos cosas nuevas, nos quedamos nosotros dos en la habitación extra que tenía JJ, la misma que usábamos como estudio de baile, la cual estaba vacía, solo tenía un enorme espejo del tamaño de una pared y un conjunto de tres mesas circulares para tres personas y dos sofás.

—tengo una sorpresa para ti—respondió Yurio mientras cogía su mochila y de ella sacaba unas figuras de penes—hoy te enseñaré como hacer un oral—respondió contento, mostrando el consolador.

Me sonroje salvajemente, a duras penas asimilaba la idea de que estaría nuevamente en sus brazos en navidad, como para también hacer lo mismo con mi boca, eso no era correcto, yo ¿haciéndole eso a viktor? Por Dios, claro que no ¡que vergüenza! Tal vez en mi celo pero consciente nunca.

No respondí nada, solo me queda sentado en el suelo con el rostro como un tomate, yurio tomo una de las dos figuras y me la dio, el consolador era de largo y grueso, de color piel además de que tenía un nudo, era la viva representación de el pene de un Alfa.

—primero te enseñaré a poner un condón con tu boca— respondió pasándome un preservativo—una vez abierto tienes que aplastar la punta para sacarle el aire.

—después te lo pones en la boca, cuidando de no morderlo, acercas tu rostro al pene y con tus labios en forma de o, desliza con la ayuda de tu lengua hacia abajo—dijo tomando el preservativo y colocándoselo a la figura con su boca.

Lo mire asombrado, lo hizo ver tan fácil, no tardo ni cinco minutos en hacerlo, mire el pene de plástico que tenía en mis manos sintiendo el sudor recorrer mi frente, estaba tan nervioso que no podía abrir el preservativo con mis manos, cuando lo iba hacer con los dientes, yurio no me dejó diciendo que así no se hacía.

Una vez que tenía el preservativo en mis manos lo coloque en mi labios como me lo había indicado yurio, tome la figura y metí la punta en mi boca, deslice mi cabeza hasta llegar al nudo porque sentí que había tocado mi campanilla provocando una arqueada.

—despacio, respira por la nariz y abre tu garganta— respondió Yurio tocando mis manos y mi cabeza, jalándola hacia atrás.

Cuando solamente la punta quedo en mi boca, las lagrimas no dejaban de caer, intenté nuevamente hacerlo pero esta vez respirando con calma por la nariz y al sentir otra vez las arcadas cerré los ojos y con una mano deslice el resto del preservativo hasta la base del juguete.

Mientras sacaba el objeto de mi boca sentí como un extraño líquido viscoso bajaba por mi garganta, cuando llegó a mi paladar me dio sabor a látex, retuve esa cosa en mis mejillas para tirarlo pero para poder hacerlo tenía que cruzar todo el departamento con el peligro de encontrarme con Isabella o JJ y eso sería muy humillante por lo que tuve que tragarlo sintiendo arqueadas por la textura viscosa.

—wow lo tragaste, eso era exceso de saliva, normalmente para eso se usan los condones de sabor—respondió entré risas al ver mi rostro el cual estaba pálido pero con las mejillas rojas y mis ojos llenos de lagrimas.

Guarde silencio, sentía mi labios secos y un poco adoloridos, no era tan horrible como creí, solo un poco más de práctica y lo lograría.
— Yurio ¿por qué tengo que aprender todo esto si solo me contrato por una noche?—le pregunte, dudo que Viktor me pida hacer todo eso, después de todo solo sería sexo por unas horas.

—el pidió con amplia experiencia, si te pide algo tú debes saber que es y como hacerlo, no quiero que corras peligro—-respondió serio — bien ahora sigue la felación o sexo oral, como quieras llamarlo.

Yurio tomó su juguete y comenzó a lamerlo, después lo metió a su boca para mover su cabeza de arriba hacia abajo, a veces se detenía solo para decirme algo, ya sea que ese era un lugar sensible o que no tocará ahí porque podía resultar incomodo.

Cuando a mi me toco intenté imaginar a Viktor, mi mente creo al dulce alfa que conocí, el joven de ojos color cielo y cabellera larga de plata, aquel príncipe que me salvó.

En mi fantasía Viktor estaba parado frente a mi, vestido de la misma forma en que lo conocí, el abrigo negro junto con el suéter del mismo color y el pantalón deportivo gris, en su rostro había un tierno sonrojo.

Dejo caer su abrigo al suelo y camino hacia mi, arrodillándose a mi altura para besar mi frente, era tan hermoso, que parecía real pero era cociente de  que estaba soñando despierto.

Se levantó y yo me quedé arrodillado en el suelo, tomando el elástico del pantalón deportivo y lo baje junto con la ropa interior, mostrando su entrepierna la cual lucía como siempre.

La tome entre mis manos y con mi lengua toque la punta mirando su rostro sonrojado, sus cejas curvadas por el placer al pasar mi lengua por su pene hasta llegar donde debí estar el nudo, le arranque un grito de placer al dar una fuerte succión en ése lugar.

— Yuuri eso fue delicioso pero quiero más— respondió recuperando el aliento mientras movía sus caderas, restregando su falo en mis mejillas.

Volví a tomar su miembro erecto y a repartir besos y succiones por todas partes, olvidando que Yurio estaba aquí o que en realidad estaba besando un pene de plástico, incluso olvide que esté Viktor no era real y que está solo era una de las tantas fantasía que tenía.

—Yuuri te amo —grito Viktor al tener la punta, comencé a mover mi cabeza despacio de adelante hacia atrás sin dejar de ver los ojos de Viktor, los cuales estaban oscurecidos.

Aumente la velocidad de mi cabeza al mismo tiempo que las succiones al momento de sacarlo casi por completo  dejando solo la punta dentro, sentí como empezó a embestir mi boca, cerré los ojos al sentir como la punta llegaba a lo más profundo de mi garganta.

Al abrir los ojos mire que ya no era el Viktor joven sino el de la fotografía, el Alfa sexy de corta cabellera, sentí como tomó mi rostro, y comenzó a embestir con fuerza haciendo que me pidiera en el placer, cerré los ojos porque esto era demasiado para mi.

—nos vemos en tus sueños mi amor—susurro Viktor para besar la punta de mi nariz, matando lentamente mi fantasía, regresando a la cruel realidad.

Al abrir los ojos miré a Yurio, con una mano en mi cabeza y con la otra en el juguete, saque el consolador de mi boca y volví a sentir esa extraña cosa viscosa por lo que tuve que volver a tragarla.

—vaya eres muy bueno ¿seguro era tu primera felación?—me pregunto quitando los preservativos mientras yo me limpiaba el exceso de saliva que había caído incluso al suelo—porque pareces un experto, sin duda vas a enloquecer a ese alfa.

Ambos nos quedamos en silencio por unos momentos, hasta que tocaron la puerta, sabia que era otabek no solo por su olor sino también porque ya había terminado la clase, ellos se irían al departamento y yo a trabajar como siempre.

*Fin del flashback*

Ahora voy de camino a la universidad después de haber salido de una clase de Yurio, hoy nos enseñó como jugar con la cuerda, no solo amarrar a nuestro amante sino también a soltarnos, cada vez las clases son más intensas, aún recuerdo las caras de envidias de mis compañeras cuando descubrieron que Viktor era mi cliente.

Al llegar a la universidad me encontré con Renardo quien al verme me saludó alegremente, fui y me senté en mi asiento, en la segunda mesa junto a Sara y Michael, la alfa italiana se arrojó encima de mi en cuanto me vio, ya llevaba una semana asistiendo a clases pero para la italiana  me trataba  como si fuera el primer día en  en verme.

Cuando por fin conseguí despegármela llegó el maestro para ver un nuevo tema, ya sea la historia de un platillo o un ingrediente en particular, siempre me encantaba las clases de repostería.

Al salir de la universidad los chicos me invitaron a ir a un restaurante, pero hoy me tocaba trabajar por lo que tuve prácticamente que correr al departamento para ir por mi uniforme y correr al trabajo.

Al llegar al departamento me di una ligera ducha y me cambié con un atuendo casual, me lleve el chaleco en la mochila y partí a toda prisa al trabajo.

El trabajo estuvo tranquilo como cada lunes, hoy me tocaba pedir las órdenes pero como el restaurante estaba solo, me puse a limpiar la mesa por quinta vez hasta que nuestra jefa nos dejó ir a casa después de repartir las propinas.

Al llegar a casa prepare la cena junto con Yurio, Otabek llegaría un poco más tarde porque lo habíamos mandado por pan, en lo que nosotros hacíamos pasta con salsa Bechamel y camarones, uno de los platillos favoritos de los tres.

Yurio puso a cocer la sopa en agua junto con algunas especias como pimienta, ajo, laurel aparte de cebolla y Chile pero siempre en pequeñas cantidades mientras yo preparaba la salsa pero a mi estilo, puse a cocinar camarones con verduras finalmente picadas, tome la harina y la combine con mantequilla derretida, batí la mezcla hasta que quedó suave y sin grumos para después, ponerla a cocer, cuidando de no pegarla al final del recipiente.

A la mezcla le agregué la leche y la revolví para sazonarla con pimienta y nuez moscada, una vez lista le agregué el queso y dejé que se derritiera, a Yurio le encantaba esta salsa, solía comérsela con verduras al vapor, en especial el brócoli.

Le puse la pasta que había dejado Yurio después de estársela robando mientras yo cocinaba la salsa, cuando toda la pasta quedó cubierta Yurio le agrego albahaca picada, lo revolví y lo deje cocinar mientras miraba a Yurio limpiar  el  recipiente con el  dedo.

Al llegar Otabek con el pan un una botella de vino tinto, los puse a preparar la mesa en lo que yo preparaba los panes, eso estaría en unos minutos listos, entré a mi habitación para quitarme el uniforme del trabajo y juntar la ropa sucia para lavarla, al pasar por la cocina mire a Yurio y Otabek, ambos arrodillados enfrente del horno tal y como los perros en Navidad, me daba ternura verlos.

Al poner mi ropa y la de yurio en la canasta para mañana muy temprano ponerla a lavar, camine de vuelta al departamento para servir la pasta, ya que todos estábamos hambrientos.

Llegue al comedor y me lleve la sorpresa de que ya había acomodado todo, incluso ya estaban sentados, serví la comida y platicamos alegremente de cómo fue nuestro día, Yurio dijo estar ansioso por la llegada de una nueva maestra, ella era de San Petersburgo y era muy estricta.

Otabek dijo que esta semana estaría llena de eventos por lo que era probable que Yurio se quedará a dormir en su departamento, la cena fue agradable, muy diferentes a las que tenía en Japón donde cada día descubríamos que un Omega había roto las reglas, mi familia siempre tenia un constante miedo de que algo nos pasará, vivir bajo esta dictadura era el infierno en la tierra.

Al terminar la cena tanto Yurio como Otabek se encargaron de limpiar mientras que a mi me dejaron descansar, me fui a la cama temprano para mañana por la mañana poder lavar la ropa sucia ya que estaría solo por un día y medio.

Al despertar tome la canasta y la lleve al área de lavandería de los departamentos, separé en dos conjuntos la ropa oscura y la de color. El área de lavandería consistía en un enorme lugar donde una de las paredes había treinta lavadoras y treinta secadoras, en el centro había dos bancas con ocho asientos cada una, las paredes eran de color azul y el suelo tenia azulejos blancos, no por nada era tan caro el alquiler, bueno, por eso y otras cosas más.

Cuando las dos tandas de ropa estuvieron listas, las metí a la secadora para que al salir solamente me los llevará al departamento para doblarla, sabía que hoy era quince por lo que tocaba pagar la cuota del alquiler que por arte de magia ahora era cada quince días, en lugar de una vez al mes como lo era antes.

Saque la ropa limpia de la secadora y la metí en la canasta, salí de la lavandería, eran las seis de la mañana así que casi todos los inquilinos debían estar dormidos o preparándose para irse a sus trabajos como siempre.

— joven Katsuki—dijo el Señor Fiquet quien había salido de su despacho, al oír su voz intente ignorarlo y subir lo mas rápido las escaleras pero me alcanzo cuando iba al tercer escalón, agarrándome de brazo — espere, no quiero hacerle daño aquella ocasión fue un error.

Al ver que no podía liberarme de su agarre deje de forcejar para que al soltarme pudiera correr a mi habitación lo mas lejos de su presencia, no volvería a caer en su trampa.

—veo que necesitas ayuda—respondió quitándome la canasta con ropa, mientras subíamos las escaleras veía como estaba olfateando disimuladamente mi ropa, acto que realmente me molestaba por lo que le gruñí y solté un olor picante.

Al llegar a la puerta la abrí rápido con la intención de entrar y cerrarle la puerta en la cara, debía estar loco como para dejarlo entrar pero sin previo aviso simplemente entró y caminó hasta el sofá donde se sentó.

—hoy es día de pago, ¿espero tenga la cuota?—pregunto arrogante provocando que mi molestia aumentará, camine rodeando la mesa la cual separaba la cocina de la sala de estar hasta que llegue al mueble donde estaba el frasco que Yurio me había dejado el dinero.

No podía encontrar el maldito frasco, solo quería que ese hombre se fuera, pero no lo haría si no le entregaba el dinero. Estaba perdido en mis pensamientos hasta que sentí un fuerte agarre en mis caderas, al girar mi rostro pude ver que se trataba del señor Fiquet.

—tu olor es tan dulce y embriagante —susurro asquerosamente en mi oído, le pise un pie fuertemente haciendo que me liberará.

—juro que si me vuelve a tocar no solo voy a llamar a la policía si no también a su familia para que sepan la clase de hombres que es usted—respondí mientras le arrojaba el frasco con el dinero en el pecho y lo sacaba a empujones del apartamento.

Me quede recargado en la puerta, le había dado el doble de lo que costaba la renta por lo menos eso quería decir que no lo vería hasta el próximo mes, deje de pensar en ese asqueroso hombre y mejor me puse a doblar la ropa para irme al trabajo.

Al llegar al estacionamiento para empleados del restaurante volví a ver a Viktor, llevaba puesto un abrigo marrón con una bufanda color vino, al verlo recordé que dentro de unos días nos volveríamos a ver pero esta vez era diferente.

El trabajo fue ordinario, me la pase todo el día en la cocina preparando las ordenas que llegaban de los clientes esperando la hora de salida para poder irme a la escuela, cuando el trabajo terminó, tome mi bicicleta y me fui lo mas rápido que pude porque había quedado con verme con Stefano, desde la ultima plática que habíamos tenido no lo había visto.

Habíamos quedado de ir a un café para hablar, al llegar al café lo vi acompañado de su novia la cual me seguía viendo de la misma forma, pero en esta ocasión no la culpaba de su odio, con lo que había hecho era razonable que no me quisiera, por lo que aprovecharé esta ocasión para disculparme con ella.

Cuando Stefano nos dejo solos me disculpe con ella y le asegure que no tuve y jamás tendría algo con el, porque no lo amaba, ella se disculpo por su comportamiento, y me pidió ser amigos a lo que acepte, al terminar la plática cada nos fuimos por nuestros caminos.

Cuando solo faltaban dos días para la cita con viktor me sentía muy nervioso, no solo el clima que se veía terrible, estaba anunciando tormentas en estos días y el cielo estaba cubierto de enormes nubes negras, sino también porque no quería que me rechazara como lo había hecho anteriormente, por lo que no me había hecho ilusiones con que las cosas se solucionaran. Esta vez iría sin disfraces, pero cuando yurio me vio me hizo ponerme el antifaz y las demás cosas.

al entrar al hotel guarde el antifaz pero no pude quitarme los lentes de contacto porque no había traído mis anteojos y no tenia donde dejarlos por lo que tuve que dejármelos, entre mas me acercaba a la puerta mi omega me decía que huyera, pero no lo hice, no lo haría de nuevo.

Junte el coraje suficiente para girar la perilla y entrar de una vez, mi cuerpo tembló a ver a Viktor parado en frente de la cama, tenia puesto un pantalón azul marino y una camisa blanca ajustada desabrochada hasta la altura del tórax,  mire como su mandíbula se tensó y se quedo mirándome dolido haciendo que mi omega llorara en mi interior.

Ambos nos miramos fijamente, mi omega temblaba asustado al ver a Viktor y pensar que volvería usar su voz en mi.

—¿porque volviste a contratarme?—pregunte

El alfa ruso me miraba perplejo lo que me ponía nervioso, me acerque a él oliendo sutilmente su aroma.

—Lamentó haber usado mi voz en ti, no era mi intención, es que esa noche yo buscaba a alguien más— respondió.

El buscaba alguien más que pudiera satisfacerlo, mi corazón dolió, no podía creer que Viktor se había convertido en esto pero no me dejaría humillar por el.

—vaya, así que creíste que no podía satisfacerte sin siquiera darme una oportunidad—respondí indignado.

—no, las cosas no ocurrieron así, verás contratarte fue un error...—respondía nerviosamente—se que te trate de la peor manera pero si me dejas explicarte que fue lo que pasó tal vez entiendas... yo no te contraté, fue un amigo quien lo hizo, el me engañó diciendo que había encontrado a... Una persona, que es mejor no hablar de ella—respondió dolido.

—eso no explica porque volviste a contratarme, si la primera vez fue un error entonces no tendría sentido esto ¿acaso solo quieres contratarme para humillarme?—respondí.

—claro que no, yo te trate de la peor manera, pero es que estaba muy asustado aquella vez.

Al ver sus ojos sabia que algo ocultaba, se miraba desesperado por descubrir algo, un enorme trueno ilumino el cielo por unos minutos dándole pasó a una tormenta eléctrica.

—estas dispuesto a todo con tal de tenerme—respondí siguiendo su juego.

—por supuesto—respondió sin moverse un centímetro de su lugar.

Me acerque a él hasta quedar frente a frente, le pedí que cerrara los ojos y que extendiera sus manos hacia el frente, al tomar sus manos sentí una corriente recorrer mi cuerpo. Uní nuestros labios por un momento pero en cuanto sintió el beso dio un paso hacia atrás dando un pequeño gruñido.

—no voy hacerlo —respondí mientras caminaba hacia la puerta, quería hacerlo caer en mi juego.

—espera no fue mi intención, no te vayas, acaba de empezar una tormenta—respondió cuando volvió en sí, mientras me tomaba delicadamente de mi mano—yo estoy muy nervioso, desde que te vi no puedo controlar a mi alfa, pero no te vayas.

—no tiene sentido que me contrates si ni siquiera quieres tocarme—respondí triste.

Sin previo aviso me jalo de la muñeca hacia el para tomarme de la cintura y besarme, envolví mis brazos alrededor de su cuello, correspondiendo al demandante beso haciendo que mi omega vibrara contento en el fondo de mi ser.

—solo dame tiempo—susurro en mis labios mientras seguía besándome.

—lo haré con una condición—respondí separándonos por un poco de oxigeno—todas las noches dormiremos juntos.

—de acuerdo— respondió dudoso

—pero lo haremos desnudos—respondí pícaramente—es la única condición que te pongo y comenzara ahora—respondí mientras lo empujaba levemente hacia atrás hasta que sus pantorrillas toparon con la cama, Viktor estaba en una clase de trance, no había ningún movimiento ni sonido alguno, parecía una estatua.

Comencé a desabrocharle la camisa blanca para dejar su pecho al descubierto queriendo sentir el sabor de su piel, cuando iba a desabrocharle el cinturón reaccionó de su trance tomándome de las manos y quitándolas de su cinturón.

Lo miré fijamente a los ojos, perdiéndome en ese infinito océano, tome su manos y las puse en los botones de mi camisa negra.

—desnúdame—le exigí demandante, mirando como sus mejilla se tornaron ligeramente carmesí en cuanto desabrocho mi camisa y miro mi pecho desnudo.
Cuando ambos quedamos en ropa interior puse mis manos en el borde del elástico de su última prenda, la deslice hacia abajo dejando su espectacular cuerpo desnudo, podía ver que estaba igual de nervioso y ansioso que yo, su pecho subía y bajaba con brusquedad, además de que su cuerpo tenía un ligero temblor por lo que decidí sentarlo en la cama mientras tomaba sus manos y hacía que también quitara mi ropa interior.

No solo sentí como mi piel se erizaba con su toque, sino también sentía el temblor de sus manos mientras se encargaba de desnudarme.

Al quedar completamente expuestos tome su mano para levantarlo de la cama y acostarlo correctamente en ella, al estar justo en la mitad me subí a la cama y comencé a gatear como un felino hacía su dirección teniendo nuestros rostros muy juntos uno del otro.
Me acomode a un lado de él, tomando su brazo para usarlo como si fuera una almohada recargando mi cabeza en su pecho mientras escuchaba sus latidos.

Cualquier persona que nos viera pensaría que acabamos de hacer el amor, el escuchar su loco corazón y sentir su respiración hacia que todo lo demás desapareciera y solo fuéramos él y yo.



Continuará... 

bueno quiera decirles que para san valentin, habrá un especial, a mi me sorprendió que ganara, ya que había puesto la opción de doble actualización y gano el especial.

¿en que va a consistir ese especial?

 simple, sera un final alternativo todo cute y diabetico de como hubiera sido sus vidas si no se hubieran separado.

 ojo, solo puse cosas cute nada sad.

estaré publicando spoilers  en el grupo de face

https://www.facebook.com/groups/149041952372329/


si tienen preguntas háganlas, no voy a morderlos... a menos que me lo pidan ~ guiño guiño~ que no les de vergüenza, también publique sus teorías, por mas "ridículas" que sean, me encanta leerlas.

  

Unstable Love Where stories live. Discover now