Unstable Love

CryBaby Parte 2

Una vez que llegamos le agradecí y le pedí a Otabek que no hablara de lo que había pasado. Entré al departamento para llorar tranquilamente pero en cuanto cruce la puerta mi cuerpo volvió alarmarse al darme cuenta de como se encontraba el departamento, todo en la sala estaba hecho trizas.

Sentí como mi omega estaba inquieto en mi interior, lo más probable era porque Viktor estaba en celo pero él lo estaba pasando con esa omega, mi corazón dolió de solo recordarlo. Camine alerta hacia la habitación para toparme con la cama completamente desordenadas, las sábanas estaban destruidas y las almohadas desgarradas, por un momento pasó por mi cabeza la idea de llamarle a Viktor pero no podría oír su voz sin ponerme a llorar como un niño.

Decidí llamarle a Otabek para que volviera a llevarme a casa pero sentí como cubrieron mis labios con una gran mano mientras con la otra me tomaban de la cintura para arrastrarme al interior de la habitación. Intenté luchar con todas mis fuerzas en contra de mi agresor pero mi cuerpo reacciono a un olor particular, el aroma de un alfa en celo.

Mi entrada comenzó a lubricarse al mismo tiempo que sentía una enorme necesidad de ser profanado por el dueño de esas feromonas tan dulces, un calor intenso me invadió mientras mi respiración se aceleraba. Mi agresor me arrojó a la cama sin ningún cuidado mientras se acostaba sobre mi para tocarme.

Mi ropa fue rápidamente arrancada de mi cuerpo, dejándome vulnerable ante mi agresor. No lograba entender como Viktor había llegado tan rápido al departamento si se estaba divirtiendo con esa omega, mi cabeza daba vueltas y sumándole la gran cantidad de feromonas que llegaban a mi cuerpo, las cuales no me dejaban pensar coherentemente.

-¡déjame! ¡No me toques! -grité iracundo mientras forcejeaba con mi estúpido agresor, me negaba acostarme con Viktor cuando él había pasado se celo con ella-¡no quiero!, ¡Me da asco que me toques!, ¡suéltame idiota!, ¡Te odio! -grite soltando un olor agrio y áspero pero ni eso lo detuvo.

Viktor comenzó a frotarse contra mi, logrando hacer crecer mi ira a niveles inimaginables, por más que intentara soltarme, no podía comparar mi fuerza con la de Viktor, al final él iba abusar de mi, ese era mi destino, ser violado por mi propio alfa. Deje le luchar al sentir sus dedos en mi interior mientras también besaba mi cuello, mis lágrimas rodaban sin parar al sentirme traicionado por mi propio alfa.

Los movimientos de sus dedos me lastimaban, eran bruscos y rápidos, mi garganta ardía de los gritos que hacía por pedir ayuda, no quería tener sexo con Viktor y menos sabiendo lo que él había hecho, mi omega estaba en un conflicto interno, luchaba contra la necesidad de mi naturaleza.

Apreté los labios cuando Viktor intento besarme, trato de hacerlo en varias ocasiones y en cada una de ellas, lo rechace hasta que tomo mi rostro entre sus manos para besarme desprevenidamente metiendo su lengua dentro de mi boca, por un momento me cruzo la idea de morderlo pero me di cuenta de algo.

Sus feromonas estaban limpias, no había presencia de alguien más.

Mire a Viktor y me sentí avergonzado por todo lo que le había gritado. correspondí a sus besos sintiendo como su olor se hacía más ligero, ya no era tan fuerte, ni abrumador. Sentí sus manos alrededor de mi cuerpo, tocando partes sensibles que no sabía que tenía.

Cerré los ojos preparándome para lo que venía, pasaríamos el celo juntos y fue que recordé mi mochila, ahí tenia la almohada anti-marcas que había comprado, la busque con la vista hasta que la mire sobre la cama, ahí había quedado cuando Viktor me arrojó a la cama.

Una vez que me la coloque correctamente, Viktor me miro profundamente pero no hacía nada, simplemente se quedo observándome, como si me analizará. Lo tomé del rostro y lo volví a besar hasta que lo hice reaccionar, correspondiendo de manera demandante a mis besos.
Sentí como el pene de Viktor rozó con mi muslo y al mirar hacia abajo me tope con su enorme miembro, mi cuerpo comenzó a temblar al mirar el tamaño de su gran longitud y el enorme grosor que tenía.