*Capítulo sin editar... Posible cáncer de ojos*
Tanto Chris como yo decidimos tomar el mismo vuelo para ir a Colombia, incluso makkachin había venido conmigo, después del accidente me negaba a separarme de él. Me sentía muy emocionado de visitar esta ciudad por primera vez, aunque me hubiera encantado hacerlo por otro motivo. El vuelo duró diez horas en las que me sentía muy nervioso por como se encontraba makkachin, por más que intente explicarles a los empleados de la aerolínea lo que le había pasado, no quisieron subirlo al avión conmigo y lo tenían en el área de equipaje especial que era solamente para mascotas.
Durante el vuelo me puse a buscar un lugar donde makkachin y yo nos pudiéramos quedar, había sido irresponsable de mi parte el no haberle tomado importancia al viaje y tampoco haberle dicho a Casandra del viaje, si le hubiera avisado sobre el viaje ella se hubiera encargado de buscar un lugar.
—¿Qué estas haciendo? —pregunto Chris, el alfa semi rubio había pagado dinero extra para sentarse a mi lado—aún faltan nueve horas para que el vuelo termine, mejor duérmete —dijo mientras se recargaba en su acierto, eran las tres de la mañana.
—estoy buscando un lugar donde dormir una vez que llegamos a San Andrés —respondí mientras miraba mi computadora buscando el lugar perfecto, ya tenía una idea de como seria; tenia que ser grande, con un enorme jardín para que makkachin pueda jugar, también tiene que tener más personas viviendo, por si tenía que irme, por lo menos makkachin tendría compañía.
—no puedo creer que no tienes un lugar donde quedarte, podrías dormir la primera noche conmigo pero solo hay una cama y no te dejarían entrar con makkachin —respondió Chris más dormido que despierto.
—da igual, ya buscaré algún lugar para mi y makkachin, además no quiero que me toques dormido como siempre lo haces —le reproche, no era la primera vez que teníamos que compartir una habitación porque ya no quedaban más, en muchas de esas ocasiones nos tocó compartir la cama y era cuando mi estúpido amigo aprovechaba para tocarme.
—es inevitable, tu cuerpo es muy calientito y cómodo — respondió entre risas y bostezos, Chris se durmió al fin y pude aprovechar para buscar con más tranquilidad un lugar. Había escuchado de compañeros de trabajo que había lugares donde familias abrían las puertas de sus casas para quedarte a vivir con ellos por un tiempo.
Muchos de los chicos habían mencionado que pasar el tiempo ahí era lo mejor, ya que siempre se aprenden cosas nuevas y estabas en compañía de personas que te trataban como si fuera un integrante más de la familia y sin duda eso era lo que deseaba para mí y makkachin. Seguí buscando por Internet, hasta ahora tenía tres opciones que había escogido pero no podía decidirme. Estaba entre dos casas y una posada que se dedicaba a recibir extranjeros para pasar las vacaciones en dicho lugar.
Termine escogiendo la posada, ya que era la más cercana a la Playa y habría más personas ahí, además de que en las fotografías se mira que es un lugar muy lindo y hogareño. Una vez que confirme mi espacio y lo aparte, estaba por apagar mi computadora cuando mi celular vibro. Un calorcito se situó en mis mejillas al ver que era de Eros, en su mensaje me decía que me extrañaría mucho y que me deseaba un viaje agradable, no supe como responderle del todo, mi corazón latía fuertemente en mi caja torácica mientras recordaba lo que pasó entre nosotros.
Yo nunca había besaba a otra persona que no fuera Yuuri por el simple deseo de hacerlo, no hasta que conocí a un omega azabache de lindos ojos verdes. Me sentía tan extraño al estar a su lado, cada cosa que vivíamos era completamente nueva para mi, en muchas de esas ocasiones actuaba de la manera incorrecta pero no podía evitarlo, nunca había vivido algo así. Eros siempre es paciente conmigo y últimamente me siento muy bien a su lado, pero cierta parte de mi es consciente de que todo es mentira y nuestra relación solo es por dinero.
Es tan gracioso como a mis veintiún años aún no he tenido una pareja, después de todo Yuuri y yo nunca hemos sido nada y con Mila sucede exactamente lo mismo, es curioso sentir que con Eros es distinto a todo lo demás y eso también es muy peligroso, poco a poco esta entrando en mi y por más que lo desee no lo puedo permitir, debo destruir estos sentimientos que están creciendo dentro de mi antes de que sea inevitable y eros me destruya.
Tal vez el estar separado de Eros por unos días me ayude a deshacerme de estos nuevos sentimientos que están naciendo y presiento que muchas cosas importantes van a suceder, solo espero no tener ningún accidente, a pesar de haber traído suficientes estabilizantes.
Al ver que eran las cuatro de la mañana decidí apagar mi celular y la computadora para descansar unas cuantas horas.
(00000 00)
El avión aterrizó en Cartagena Colombia, porque se habían terminado los vuelos directamente a la isla San Andrés, en cuanto pusimos un pie en dicho lugar quede maravillado con la variedad de colores, pero no pudimos quedarnos mucho tiempo ya que teníamos que irnos rápido para buscar algún cajero y sacar dinero suficiente como para tomar otro vuelo que nos llevara a la isla y para comprar algo de comida. Pedimos un taxi, al cual le preguntamos donde estaba el aeropuerto más cercano y nos llevó al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, Está ubicado entre la costa del Caribe y el pantano Ciénaga de la Virgen, en el centro de Crespo, un barrio en el norte de Cartagena.
Fue así como tomamos otro vuelo para llegar a la isla, me sentía irritado porque odiaba volar en avión y no era que tuviera miedo, simplemente no me gustaba. Llegamos al aeropuerto y compramos nuestro boletos, por desgracia no nos tocó juntos porque los boletos de los asientos de enseguida ya estaban vendidos. El vuelo duró una hora y media en la que no dejaba de mensajearme con eros y Chris.
Al llegar a la ciudad pude admirar lo hermosa que era, el agua estaba cristalina y de un hermoso color azul, además los hoteles eran muy grandes y lujosos. Makkachin y yo tomamos un taxi para que nos llevara a la posada de Santa mar, era el nombre del lugar donde nos íbamos a quedar. Según lo que había leído en Internet era un lugar atendido por una pareja de betas, los cuales año tras año recibían a cientos de personas para darles alojamiento en su casa por un precio accesible, muchas de las personas mencionaban que la pareja era muy amable y que los trataban como a un integrante más de la familia.
Cuando llegue al lugar pude darme cuenta de que era muy colorido y bonito, en cierta forma me recordó el hotel de la madre de Yuuri, aunque no recordaba los nombres de los familiares del omega testarudo.
El ambiente era muy hogareño y cálido, fui recibido por la señora Martha, la dueña de la posada. Ella nos dio una cálida bienvenida a mi y a mi peludo acompañado e incluso nos llevó a nuestra habitación.
Una vez que me instale, me quedé acostado en la enorme cama que tenía mi habitación, al no tener nada que hacer intente ver el televisión por un momento, sin embargo perdí el interés demasiado pronto. Me encontraba acostado en mi cama sin saber que hacer hasta que tocaron a mi puerta, era la dueña diciéndome que la cena estaba lista y que si lo deseaba podía acompañarlos a ellos y a la otra familia que también se hospedaba ahí.
Me quedé sentado en la orilla de la cama pensando si ir a comer con esas personas o quedarme en mi habitación y pedir comida. Mire a makkachin acostado en su cama, parecía estar aburrido, entonces recordé porque había elegido quedarme aquí en lugar de un lujoso hotel, quería convivir con las demás personas, no es la hora para comenzar a sentirme nervioso. Salimos de nuestra habitación con rumbo al comedor, me sentía emocionado por lo que fuera a suceder.
Al llegar al comedor estaba una familia completa, una pareja vers de edad avanzada en compañía de sus hijos y a mi juicio, también estaban sus nietos. En total eran más de diez personas sin contar a los cachorros, los cuales eran unos siete niños de entre los ocho y tres años.
En la primera mesa estaban sentados las dos parejas mayores, la pareja de betas dueños del lugar y la pareja de vers. En la siguiente mesa estaba dos chicas omega y tres Alfas conversando animadamente entre ellos y en la última mesa estaban todos los cachorros sentados junto con una joven omega, todos parecían estar compartiendo un momento agradable hasta que notaron mi presencia, ya que todos se quedaron en silencio mientras me miraban de los pies a la cabeza.
—que alegría que decidieras acompañarnos a cenar Viktor, vamos siéntate donde desees mientras voy por tu comida—Me dijo la beta contenta mientras se levantaba de su asiento para irse. Me quedé parado sin moverme ni un centímetro de mi lugar mientras miraba a todos los que se encontraban sentados.
—puedes sentarte con nosotros si quieres —susurro la omega que estaba sentada en la mesa con los demás cachorros. Susurre un débil gracias para tomar asiento justo enfrente de ella, quedando aún lado de un par de cachorros de unos siete años, los cuales no despegaban su vista de mi.
—usted es un señor muy guapo, tus ojos son como el mar —dijo la pequeña niña con un perfecto inglés sin dejar de verme, mis mejillas se sonrojaron al escuchar las palabras de la pequeña, no era la primera vez que escucha eso pero si era la primera vez que provenía de una niña tan pequeña. Todos los que se encontraban ahí comenzaron a reírse por el atrevimiento de la linda cachorrita, todos excepto la omega que estaba sentada enfrente de mi, ella la regaño por el atrevimiento.
—no debes decir cosas así como así—dijo la omega joven sin dejar de verme con sus ojos verdes, iguales a los de cierto omega que no ha salido de mi mente.
—pero si no miento, el señor es muy guapo, es más guapo que mi papá —dijo inocentemente la pequeña, provocando que todos se soltara a reír, incluso también me reí al escuchar lo que había dicho la cachorra.
La omega de larga cabellera anaranjada y ojos color esmeralda no apartaba su vista de mi y aunque al principio intente aparentar que no me daba cuenta, al final me fue imposible no conectar mi mirada con la suya, lo cual duró unos minutos sin embargo ella aparto de manera brusca su vista de mi. Debía admitir que era muy linda pero ella me recordaba demasiado a eros, no sólo porque tenían el mismo color de ojos sino porqué ella olía a fresas y ese era el aroma que normalmente se frecuentaba en eros.
No pude evitar sonreír al recordar al omega azabache, en mi mente solo me preguntaba ¿que era lo que estaba haciendo? o ¿con quien estaba?, ¿si acaso estaba pensando en mi como yo pienso en el desde que nos besamos?. Ni siquiera habíamos hablado sobre el beso y aunque no pudiera admitirlo frente a él, me había gustado mucho besarlo.
—aquí tienes Viktor, espero te guste—dijo la beta mientras me daba un plato con camarones en una salsa de chipotle y arroz —puedes comerlo con una ricas arepas recién hechas, están rellenas de queso —propuso Martha mientras me pasaba las dichosas arepas, las cuales eran unas bolitas aplastadas de masa de maíz cocidas.
Todos los presentes miraban ansiosos esperando que probara la comida, mire mi plato y Tomé una arepas para cortarle un pedazo, llevármelo a la boca junto con un camarón y arroz. quede maravillado al sentir la combinación de todos los sabores juntos, incluso solté un vergonzoso gemido de satisfacción pero el platillo lo ameritaba. Todos comenzaron a reír y aplaudir al ver que me había gustado la comida.
—¿y de donde eres muchacho? —pregunto el alfa mayor el cual estaba sentado en la misma mesa que los dueños del Lugar.
—soy ruso—respondí mientras terminaba mi comida, pude darme cuenta de que la omega que olía a fresa no apartaba su vista y cuando nuestras miradas se encontraron simultáneamente deshizo el contacto a brutalmente, algo muy común en Eros.
—y dinos Viktor, ¿tienes pareja? —preguntó una omega que estaba sentaba junto con el alfa, todos guardaron silencio mientras esperaban mi respuesta, siendo sincero se me hacía extraño que no preguntaran eso.
—soy soltero —respondí mientras miraba a la pareja de alfas, los cuales abrieron los ojos impresionados por mi respuesta.
—es increíble, pero si eres demasiado atractivo, si quieres ahí esta mi torpe hermana —respondió una de las omegas jóvenes que estaba sentada en la mesa, todos comenzaron a reír excepto la omega y yo. El ambiente era demasiado hogareño, realmente me hacía sentir feliz y en compañía.
Todo el mundo siguió conversando de cosas triviales mientras yo me dedicaba a terminar el segundo platillo que me habían servido, con cada cucharada que meto a mi boca, mi paladar se deleita por la combinación de sabores únicos. El ambiente es hogareño y cálido, la última vez que me sentí de esta manera fue cuando tenía diez años, mis padres aún estaban juntos y ellos se amaban intensamente, nosotros solíamos reír y hablar sobre lo que nos ocurría en el transcurso del día, esos recuerdos que ahora solo están en mi corazón, Mire a todas las personas que me rodean en este momento, ellos son una feliz familia, todos ríen y bromean sobre cosas graciosas.
Todo esto es tan nuevo para mí, estoy acostumbrado a tener noches frías con la compañía de makkachin aunque eso cambio gracias a cierto omega que entró a mi vida como un tornado, revolviendo todo de pies a cabeza. Eros logró abrir muchas puertas que el dolor y el miedo habían cerrado, no puedo evitar sentirme extraño al pensar en los sentimientos que despertó en mi, esos sentimientos que pensé que habían muerto.
—¿quieres otro más? —pregunto de pronto Martha, la dueña de la posada, la cual apoyo su mano suavemente sobre mi hombro para llamar mi atención, gire mi rostro para mirarla y agradecerle por la excelente atención que he recibido, topándome con su cálida sonrisa, lo cual me hizo sentir muy bien.
—gracias por la comida, estuvo deliciosa pero me retiro, sigan disfrutando de la noche —dije levantándome de mi lugar para tomar mi plato y llevando a la cocina, una vez que lo limpie me fui a mi habitación para descansar ya que mañana sería un día agitado, sería la revisión el evento y tanto Chris como yo tendríamos que estar ahí para organizar que todo saliera a la perfección.
Mientras me desvestía para dormir, mi celular vibro en el bolsillo de mi pantalón, mi corazón comenzó a latir rápidamente al pensar que podía ser eros pero al mirar que en realidad era Chris, me sentí decepcionado y más al ver que solo me llamaba porque me había conseguido a una omega para “divertirme”, fastidiado deje caer mi cuerpo completamente desnudo sobre la cama para mirar la conversación que tenía con eros, dándome cuenta de que aún no ha leído mi mensaje.
Entre San Andrés y París hay siete horas de diferencia, aquí a penas son las once de la noche por lo tanto ya eran las seis de la mañana del siguiente día en París, eros ya debía estar despierto, el ya tenía el desayuno listo para cuando me despertaba. Al imaginar los miles de escenarios del porque no había contestado mi mensaje solo me dieron ganas de llamarle para escuchar su voz, por lo cual busqué su contante para llamarle pero me arrepentí al instante, no tenía ningún motivo válido para llamarle, además de que no sabría de que hablar con él por lo qué mejor decidí envolverme en las suaves sábanas para dormir.
(00000)
El tiempo pasó y supe que estaba dormido porque de pronto me miré a mi mismo sentado en unas bancas frente a una pared con muchas puertas, parecía la sala de espera de un hospital, por lo cual tuve un mal presentimiento de que sería otra desagradable pesadilla.
Con cautela me acerque a paso lento cuando de pronto escuche que gritaron mi nombre, ambos volteamos a ver para saber de quien se trataba, un hombre vestido con atuendos blanco como los de un doctor camino hacia donde estaba sentado mi otro yo para decirle algo, provocando que se levantará rápidamente de su asiento para dirigirse al lugar del cual había salido el doctor.
Lo seguí tan rápido como mis piernas me lo permitieron, para encontrarme con una escena que ni en mis más locas fantasías podría suceder, estaba abrazando y besando en los labios a una persona, el cual se encontraba acostado en la camilla con la expresión de agotamiento en su rostro mientras me besaba y abrazaba con mucho cariño, tal y como yo lo hacía. Los miré atónito hasta que una enfermera entró con un pequeño bulto envuelto en un cobertor azul, el cual lo deposito con extremo cuidado sobre los brazos del chico, me acerque lo suficiente para admirar que era un pequeño cachorro de cabello plateado y ojos verdes, ambos arrullan al bebé con tanto amor que me dejo un sentimiento que no podía describir con palabras.
Al mirar al chico pude ver que se trataba de Eros, el cual tenía los ojos llenos de lágrimas mientras abrazaba y besaba al pequeño bebe en sus brazos, me quedé sin palabras al mirar esa conmovedora escena.
Al despertar me sentí completamente extraño, no podía describir la mezcla sentimientos que yacían en mi pecho, soledad, tristeza, felicidad y sobre todo emoción. Me quedé hipnotizado mirando el techo de mi habitación hasta que makkachin comenzó a ladrar y a rascar la sabana de la cama para llamar mi atención, me acerque a él para acariciar su peluda cabeza y sus suaves orejas, mirándolo con cariño sincero.
—makkachin. ¿Adivina que fue lo que soñé? —le pregunté con entusiasmo, como si mi canino pudiera entender lo que decía, makkachin solo agitaba su esponjosa cola de un lado a otro para después lamer mi mano —soñé que tenía un bebé. ¿te lo imaginas makkachin? Era tan lindo y pequeño, su cabello era como el mío y sus ojitos…—me detuve a brutalmente al comprender el significado de mis palabras, gire mi cuerpo para quedar de sentado sobre la cama mientras sentía mi corazón en mi garganta.
—su mamá era Eros. ¿Puedes creerlo? tenía sus hermosos ojos verdes —dije en voz baja como si no quisiera que nadie escuchara mientras cubría mi rostro con mis manos, me sentía muy avergonzado por lo que había soñado, sin embargo me preocupe al darme cuenta del significado de mi sueño —¿acaso quiero tener una familia con Eros y no con Yuuri? —me pregunte mientras dejaba caer mi cuerpo pesadamente sobre la cama y miraba el techo de mi habitación, me sentía culpable y confundido por desear tener un hijo con un omega que no es mi destinado.
No entendía porque me sentía de esa manera, no había nada malo con desear lo mejor para mi y sabía que por mi propio bien eso ya no lo encontraría con Yuuri, ya he sufrido lo suficiente y estoy tan cansado de cargar con estos sentimientos que me duele amarlo, deseo amar y ser amado así como tener una familia al lado cualquier persona que me ame con la misma intensidad que yo lo haga.
Intente conciliar el sueño nuevamente pero no pude lograrlo, aún sigo pensando que significa mi sueño o más bien no podía olvidar el rostro de mi supuesto hijo, él era hermoso y no podía dejar de pensar que era mi cachorro, mío y de Eros.
En el pasado ya había soñado que tenía una familia al lado de Yuuri. en mi juventud solía soñar en una vida juntos, amándonos intensamente y rodeados de amor para nuestros cachorros. Siempre soñaba con una linda casa simple, con un lindo Jardín al cuidado de mi Yuuri y con nuestros tres o cuatro Cachorros jugando con las crías de makkachin.
Un largo Suspiro salió de mí al darme cuenta de que no iba a poder dormir por todos los pensamientos en mi mente, decidí Levantarme de la cama y coger una pequeña agenda que había traído conmigo para organizar de manera eficaz mi tiempo y las actividades pendientes. Tomé una bata para vestirme rápido y cubrir mi desnudez.
Por inercia me dirigí hacia la cocina para tomar un poco de agua ya que mi garganta se sentía realmente rasposa. al llegar a la cocina Me encontré con la señora Marta la cual traía puesto una bata de vestir sobre su pijama, ella se encontraba cortando unos frutos frescos para colocarlos sobre un recipiente.
—Hola Viktor ¿Qué haces despierto a esta hora? — preguntó con un tono de voz alegre al darse cuenta de mi presencia, le regrese el saludo de manera cordial mientras aceptaba un poco de la fruta que había contado, la comida era sin duda una de las cosas que jamás rechazaría.
—no puede conciliar el sueño, eso es todo —respondí metiendo un trozo de mango a mi boca, recordando el olor de mi padre.
—eres demasiado joven para tener problemas para dormir, de seguro es culpa de esos aparatos que siempre usan —respondió tomando a ciento enfrente de mi.
—puedo asegurarle que no es por el uso del celular, son problemas… torpes problemas personales —le conteste mientras me comía el último pedazo del curioso fruto de color anaranjado, tenía un delicioso sabor peculiar que hacía cosquillas en mi paladar.
—y cuéntame, ¿Qué hace aquí un joven, guapo y soltero alfa completamente solo en un lugar como este? —preguntó recargando su rostro sobre su mano para después mírame de manera curiosa, esperando mi respuesta.
—bueno, estoy aquí por un viaje de trabajo, me dedico a crear artículos de uso personal como perfumes, cremas, lociones y cosas por el estilo pero también tengo una agencia de modelaje y… surgió un evento al que estoy obligado asistir —le respondí.
—¡vaya! ¿Y que edad tienes para tener un imperio tan grande? —preguntó sorprendida.
—tengo veintiuno años, los cumplí en diciembre —respondí mirando su rostro sorprendido al escuchar mis palabras.
—pero si aún eres un cachorro para estar a cargó de todo eso, por eso tu aura esta tan inestable muchacho, tienes un gran peso sobre tu corazón y tus hombros —respondió acariciando de manera maternal mi mejilla para después levantarse de su asiento, envolviéndome entre sus brazos de manera cariñosa. Su abrazo se sentía muy bien que correspondí a él gustoso, extrañaba los abrazasos maternales, aquellos que sólo estaban en mi memorias.
—y usted no me ha dicho ¿por qué esta despierta a esta hora? —le pregunté aun en sus brazos, ella había comenzado acariciar mi cabello de manera suave, mi gran debilidad desde que era un pequeño y frágil cachorro.
—es un problema que surgió después del parto de mi segundo cachorro, todas las noches me despierto a esta hora y no puedo dormir, los doctores dicen que es un problema psicológico o algo así, pero no saben que me sucede, pero yo lo aprovecho para hacer muchas cosas —respondió deshaciendo lentamente el abrazo, ella acomodo mi cabello de manera cariñosa y me sentí avergonzado al darme cuenta de que había ronroneado al sentir sus cariños.
—vaya, no se que decir — exprese sorprendido mientras la miraba fijamente, por su parte la señora Marta me miro con cariño para darme una sonrisa mientras se levantaba de su asiento para llevar los recipientes sucios y reemplazarlos por dos vasos de agua fresca, la cual acepte gustoso.
—no es tan malo, siempre estoy en compañía de la luna, la hermosa playa y conmigo misma. Además siempre aprovecho mi tiempo para acomodar mis pensamientos o simplemente me pongo a limpiar, es muy grato pasar un momento agradable con mi soledad —respondió honesta para después beber del vaso de agua sin apartar su vista de la mía.
Ambos nos quedamos en un agradable silencio mientras admirábamos la hermosa vista que teníamos frente a nosotros, la playa estaba a unos escasos metros de aquí, era precisión de cruzar el jardín cubierto de grandes palmeras, árboles y lindas bancas esparcidas alrededor. Mirábamos atentos el reflejo de la luna y las estrellas sobre la playa.
—es una vista muy hermosa y romántica, a pesar de los años no me canso de mirar la playa —dijo la señora Marta con un tono de nostalgia, los dos seguimos mirando el hermoso paisaje hasta que llegaron el grupo de jóvenes que se hospedaba aquí, se miraba que venían en estado de ebriedad ya que estaban haciendo mucho ruido y apenas podían caminar.
—la fiesta estuvo muy buena, ¡fue la mejor de mi vida! —grito eufórica una de las omegas pelirrojas bajo la influencia del alcohol, la pobre chica apenas y podía caminar lo que causaba gracia verla en ese estado.
—bueno, fue un placer para mi poder conversar contigo pero necesito llevar a estos chicos a sus habitaciones antes de que había un desastre o que se lastimen, que descanses Viktor—dijo la señora Martha mientras intentada dirigir al grupo de vers a sus destinos.
Al quedarme completamente solo decidí sentarme en una de las bancas que se encontraban en el jardín. En cuanto tome asiento saque la libreta que había traído conmigo, cogí mi celular para mirar el itinerario del evento, tenía que organizar las actividades así como asegurar que todo saliera impecable ya que mi nombre estaba en juego.
Estaba concentrado anotando el orden de las actividades cuando mi celular comenzó a sonar, de repente mi corazón comenzó a latir con rapidez al imaginar que se podía tratar de Eros, con lentitud tomé mi celular para mirar que en realidad se trataba de mi amigo Chris, un bufido salió de mis labios al ver que se trataba de él, sabía que solo me hablaba para decirme una estupidez como las de siempre, mientras me debatía entre contestar la llamada o dejar a Chris esperando como idiota, decidí no contestar su llamada por lo que seguí anotando las actividades pero no podía concentrarme por el ruido que provocaba el celular, mientras esperaba a que Chris dejara de joder no puedo evitar pensar en Eros, me pregunta que podía estar haciendo.
Tome mi celular con la intención de enviarle un mensaje a Eros pero torpemente al tomar mi celular me equivoque y termine contestando la llamada de Chris.
“¿hola?, ¿eres tu Viktor?” pregunto Chris a través del teléfono, su voz es escuchaba extraña por lo que me imagine que se encontraba ebrio.
—Chris ¿Qué es lo que quieres? —le respondí irritado al escuchar que se encontraba en ese estado, el muy inconsciente era demasiado irresistible como para perder su tiempo en una fiesta cuando mañana tendríamos mucho trabajo por hacer.
“wow, wow, wow, creo que la falta de sexo te está afectando, alguien no está de muy buen humor pero quiero dejar muy en claro que es culpa de esa personita por hacerse el difícil” respondió con valentía gracias al alcohol.
Tome mi celular y puse la llamada en alta voz para poder seguir con mi trabajo mientras escuchaba las estupideces que decía mi ebrio amigo.
—no estoy molesto por la falta de sexo, he vivido siente años sin tocar a una persona. Además yo podría acostarme con quien se me de la gana pero no soy como cierta persona que solo piensa con la cabeza de abajo —respondí indignado por sus palabras, independientemente de si quiera tener sexo o no, mis padres me habían inculcado a respetar mi cuerpo y respetar el cuerpo de otras personas.
Ellos me enseñaron a que el sexo no solo se hacía con la finalidad de buscar placer sino también para demostrar a una persona lo importante que es para mí con algo tan íntimo como fundir los cuerpos en uno y eso era lo que Chris no lograba entender, que no buscaba saciar mis instintos porque no somos animales y en cierta parte me molesta su actitud de conseguir a una persona para divertirse, en realidad lo que me molesta es que quiera meterme en sus fechorías.
“como digas, en realidad te llame para que vengas para acá, el hotel en el que estoy rentando organizo una increíble fiesta con música, mujeres hermosas y lo que más te gusta….¡Deliciosa comida típica de aquí! “ dijo completamente emocionado.
—no puedo creer que te estés perdiendo tu tiempo en una fiesta cuando mañana tenemos que estar temprano en el lugar del evento, no puedo creer que seas tan irresponsable —respondí enojado mientras miraba todas las actividades que teníamos pendientes para mañana y lo más probable es que tendría que encargarme de todo yo solo.
“vamos viejo, no es para tanto además no me escuchaste, te dije que este lugar esta lleno chicas hermosas y ardientes que buscan una noche de diversión y lo mejor es que no quieren compromiso “ respondió alzando la voz, podía escuchar la música de fondo al igual que las voces de otras personas que estaban en el lugar.
—no me interesa eso, no quiero acostarme con ninguna chica, lo único que quiero es que te vayas a dormir porque mañana tenemos que hacer muchas cosas y con resaca no te necesito —le exigí enojado al escuchar su propuesta, la misma propuesta de siempre.
“está bien, si no quieres acostarte con una chica también hay omegas varones, puedo apostarte por mi vida a que ellos darían lo que sea por estar en tu cama una sola noche, tal vez y con algo de suerte alguno te guste y te haga olvidar a ese omega hijo de puta” respondió haciendo que me quedara atónito por su comentario para después sentirme furioso.
—¡cierra esa maldita boca, no necesito que un ebrio me diga lo que tengo que hacer! —respondí sin pensar, estaba enojado por sus palabras pero después de que se formó un silencio incomodo me arrepentí de lo que le dije —mira Chris, lamento lo que te dije, se que quieres lo mejor para mi pero realmente no necesito eso, gracias por preocuparte pero lo que realmente requiero es que descanses, mañana voy a necesitarte como nunca … así que por favor vete a dormir ahora —le pedí totalmente calmado, esperando que me hiciera caso.
“esta bien, esta bien, me rindo pero quiero que sepas que tus palabras realmente me dolieron “ respondió indignado y me alegre de escuchar que decidió hablarme.
—lo lamento, enserio lo siento mucho, soy un idiota pero por favor ya duerme — le pedí esperando que me hiciera caso de una vez por todas. Chris se despidió prometiendo que se iría a dormir y sin más colgó. Tome mi celular decidido a mandarle un mensaje a Eros pero al abrir la conversación descubrí que no había visto el mensaje.
Deje mi celular en la mesa para mirar el reflejo de la luna sobre la playa mientras dibujada pequeños garabatos sin sentidos sobre una hoja limpia de mi agenda. Me sentí algo desilusionado al mirar que no había abierto nuestra conversación que decidí hacer otra cosa, estaba tan concentrado imaginando que podía estar haciendo ese omega azabache que solo dibujaba garabatos sobre la hoja sin muchos ánimos.
—hola ¿Qué es lo que haces tan tarde? — preguntó una voz femenina a mis espaldas, detuve lo que estaba haciendo para saber de que quien se trataba y me encontré con la chica omega que se había sentado en la misma mesa que yo, ella venía vestida con una bata blanca para dormir sobre su piyama, el cual era un conjunto de un pantalón y un suéter delgado de color verde claro.
—hola… emm yo… en realidad no estoy haciendo nada, simplemente no pude dormir —respondí mientras miraba como tomaba asiento enfrente de mi, al tenerla tan cerca pude apreciar su belleza, su piel era igual de pálida que la mía y su rostro tenía un aspecto juvenil. Su larga cabellera anaranjada al igual que sus pestañas le daban toque de inocencia a su ser. Ella mantuvo su mirada baja la mayor parte del tiempo que estuvo sentada frente a mi, podía ver que estaba nerviosa porqué no dejaba de jugar con su cabello el cual estaba recogido el una trenza de lado.
No supe que hacer o que palabras decir para matar incomodo silencio que había entre los dos, mi mente parecía estar en una clase de transe porque no sabía de qué decir y al parecer ella estaba en la misma situación que yo porque la miraba mover sus labios pero no salían palabras de ellos.
—ehh ¿cu-cuál es tu nombre? —por fin pude preguntar haciéndola reaccionar con mi pregunta.
—me llamo Caris… Caris Campbell —dijo con un tono de voz dulce pero con firmeza —y el tuyo es Viktor, ¿no es así?, ¿Eres hijo del gran Grisha Nikiforov y de Sasha Ivanovna? —preguntó dejándome perplejo al saber de mi familia.
—si ellos son mis padres pero… ¿Qué es lo que sabes de ellos? —pregunté curioso, quería escuchar que tanto sabía de mi familia.
—en realidad no mucho… se que el gran Grisha Nikiforov es un hombre súper millonario y tiene muchos negocios, en realidad es un hombre muy atractivo y te pareces mucho a el—respondió tranquila mientras me miraba directamente a los ojos.
—¡¿lo conoces?! —pregunte sorprendido por la manera en que hablaba de mi padre con tanta familiaridad.
—ahh si, mi padre y el son socios en una de las empresas de tu padre, lo conozco desde que era solamente una niña pero jamás había visto a su esposa o a ti en persona, solamente en revistas o en televisión —respondió con un sonrojo en su rostro —bueno… de Sasha Ivanovna se que es una famosa y reconocida dispensadora de moda además de ser dueña de una de las revistas más populares en estados unidos pero ella no aparece en ningún evento que es invitada, ni siquiera a sus propios eventos —agrego dejándome atónito y algo decepcionado conmigo mismo por desconocer tantas cosas de ellos, en realidad siempre evitaba escuchar o ver alguna noticia de ellos porque solo me recordaban los errores que había cometido.
—no tenía ni la menor idea, en realidad yo desconozco muchas cosas de mis padres y no he tenido contacto con ellos en muchos años —respondí avergonzado, el ambiente se volvió incomodo de nuevo entre los dos y no sabía que decir o hacer para acabar con esto— bueno… me decías que tu nombre es Caris Campbell, ¿Cuál es tu nacionalidad? —le pregunté cambiando de tema rápidamente.
—nací en Escocia, soy escocesa —respondió con una sonrisa.
—vaya y ¿Qué es lo que haces tan lejos de tu hogar? —pregunté rápidamente.
—bueno, mis padres organizaron unas vacaciones familiares y fui arrastrada a esta hermoso lugar junto con todos mis hermanos y sus hijos, ahora yo me encargo de cuidar a sus cachorros, en realidad estaba cuidando del más pequeño cuando mi hermana llegó y al salir de la habitación fue que te vi aquí completamente solo—respondió.
—y ¿tu no tienes ningún cachorrito? —pregunte mirando como negaba suavemente con su cabeza —vaya, y ¿Qué edad tienes? —pregunté.
—tengo veinte años, dentro de unos meses cumpliré los veintiuno —respondió recargando su cabeza sobre su mano sin dejar de mirarme fijamente.
—¿estas estudiando algo? —pregunté mirándola fijamente, observando las pequeñas pecas que tenía en sus mejillas y nariz.
—estoy estudiando para ser maestra de preescolar, es por eso que mis hermanos me dejan al cuidado de sus cachorros —respondió sonriendo, ambos nos quedamos mirando y hablado sobre nuestras vidas, estábamos pasando un momento agradable hasta que ella miro mi agenda y tomó la hoja donde estaba dibujando garabatos sin sentidos —¿es tu pareja? —pregunto de pronto mirando la hoja.
—¿quién?, ¿de qué me estás hablando? —pregunte confundido y mirando la expresión de asombro que tenía la joven omega frente a mi.
—de este hermoso dibujo, es un chico pero es muy lindo —respondió mostrándome la hoja y dejándome sorprendido al mirar la hoja en la cual inconscientemente había dibujado algunas siluetas de Eros.
—el… emm el es, en realidad ni siquiera se que tipo de relación tenemos —respondí sin dejar de mirar asombrado el dibujo.
—supongo que están enamorado de él y para ser sincera, no te culpo, es muy hermoso, ¿supongo que se trata de un omega por sus facciones tan delicadas? —preguntó
—ehh yo no… —me quedé en silencio, no pude decir que no estoy enamorado de Eros porque ni siquiera se lo que siento por el —y si, el es un omega —solo pude responder eso mientras sentía mi corazón latir con rapidez en mi pecho.
Ambos nos quedamos en silencio y al mirar la hora me di cuenta que ya era demasiado tarde y que debía dormir algo para tener energía para el evento de mañana. Ambos nos levantamos de la banca para ir a nuestras habitaciones correspondientes, durante el camino seguimos conversando de algunas cosas triviales y sin importancia, al despedirme de ella pude descubrir que era una chica muy linda y además agradable. Al llegar a mi habitación lo primero que hice fue quitarme la bata que cubría mi cuerpo desnudo para después dejarme caer sobre la cama, solo bastaron unos cuantos minutos para volver a conciliar el sueño y quedarme profundamente dormido.
(000000)
Al despertar lo primero que hice fue darme un merecido baño, el agua de la regadera estaba deliciosa y sentir como recorría todo mi cuerpo me relajo y me lleno de energía, después de vestirme salí al comedor para desayunar y decirle a la señora Martha que tendría que irme y que desconocía a que hora iba a regresar por lo cual le había pedido que cuidara de makkachin y lo que ella aceptó felizmente, quitando la preocupación que sentía.
Me senté y comí al lado de Caris, después de nuestra conversación ella era la segunda persona con la que me sentía cómodo, mientras devorábamos nuestros alimentos podía observar las mirada de asombro de algunos de sus familiares e incluso las miradas cómplice de la señora Martha y de la madre de Caris, lo cual me causó gracia ya que estaban totalmente equivocadas.
Al terminar mi desayuno le pregunté a la señora Martha como podía desplazarme por la ciudad, ella me comentó que podía hacerlo por medio de los taxis pero que el precio es elevado y además tenia que conocer demasiado la ciudad por lo que mejor me recomendó rentar una motocicleta, ya que son más económicas y accesibles que un automóvil. Fue así que ella me ayudo a rentar una motocicleta, la cual solo tardo media hora en llegar.
Una vez que me despedí de la señora Martha tome rumbo hacia el lugar donde seria el evento, al llegar me encontré con mucho personal instalado lo que a mi parecer era una pasarela. Los empleados trabajan bastante rápido y no dejaba de sentirme un inútil porque no tenia ni la menor idea de lo que tenía que hacer ya que Chris es el que se encarga de organizar este tipo de eventos y justamente no se encontraba aquí.
Estaba parado en medio del lugar observando como todas las personas estaban trabajando a toda marcha y eso me trajo recuerdos de como llegué a París, en ese tiempo era demasiado joven y no sabía absolutamente nada, recuerdo que la mayoría de las personas no tenían fe en mi y también estaban desconformes porque era el dueño de la agencia.
Estaba tan perdido en los recuerdos que no note la presencia de una mujer beta, la cual me estaba preguntando el color que se iba a elegir para los manteles que irían en las mesas, la mujer me mostró tres trozos de tela, uno era de color coral mientras que el segundo era un azul celeste parecido al del color de mis ojos y el último era un plateado brillante. Me quedé observando los colores de las telas sin saber cual era el que tenía que elegir.
—el evento será de noche así que yo creo que sería mejor elegir las de color plateadas —le dije a la mujer sin estar convencido realmente de mi decisión. La beta me miro incrédula para después mirar la tela plateada, lo cual me hizo ponerme demasiado nervioso.
—el color plateado es perfecto, le dará mucha elegancia y clase a las mesas, sin duda es la mejor opción que se pudo elegir… jefe Viktor sin duda eres un maldito genio —respondió una voz masculina detrás de nosotros, la escucharlo me sentí molesto al recordar la irresponsabilidad de mi estúpido amigo.
—ohh jefe Chris, bienvenido y gracias por las observaciones —respondió la chica contenta para después retirarse con el color de la tela escogido por mi. Al quedarme solo con Chris no pude disimular mi molestia con el.
—¿Qué sucede? ¿No me vas a dirigir la palabra? — pregunto al ver que me aleje de su lado para simplemente ignorar su presencia haciendo cualquier otra cosa —no se que es lo que pasa pero no puedo cree que a tus veintiún años tengas una actitud tan infantil, ¡vamos somos dos adultos! —me grito molesto mientras me tomaba del hombro para jalarme con brusquedad, dejando mi cuerpo enfrente del suyo y llamando la atención de todas las personas que estaban trabajando, las cuales comenzaron a mirarnos y a susurrar entre ellos.
—¿quieres hablar? ¡Pues bien! Vamos hacerlo pero no aquí ¿me escuchaste? Hay que ir a un lugar privado, no pienso armar un espectáculo aquí —le dije con voz autoritaria y enojo puro, todos los presentes e incluso Chris me miraron asombrados por mi actitud pero no podía evitarlo, me sentía presionado y también me siento un inútil al no saber ni siquiera que debía hacer.
Suspire y mire de nuevo a Chris para indicarle que teníamos que alejarnos de aquí, el ambiente se había vuelto incomodo por la culpa de la ridícula pelea entre Chris y yo. Al llegar a la costa podía sentir el cuerpo del alfa suizo detrás de mi, el cual estaba liberando un olor ácido lo que me indico que estaba nervioso y asustado. Gire mi cuerpo para verle de frente y caminar hacia donde estaba parado, mirando la exposición que tenía su rostro con cada paso que daba, al estar enfrente suyo miré su rostro pálido y las pequeñas gotas de sudor recorrer su piel mientras me miraba ansioso.
Mi rostro tenía una expresión de total seriedad pero al mirarlo así no pude evitar recordar nuestra hermosa niñez, Chris tenía la misma expresión que hacía cada vez que miraba a mi padre y eso me hizo sonreír, no pude mantener el contacto visual por lo cual baje la mirada hacia el suelo mientras en mi mente llegaban miles de memorias de nosotros, memorias que pensé que no recordaría. Sin poder evitarlo me acerque lo suficiente a él para unir nuestros cuerpos en un abrazo fraternal, sintiendo como se contrajo cuando lo abrace con fuerza.
—lamento si fui estúpido pero debes tenerme mucha paciencia y lo sabes muy bien —dije mientras me separaba un poco de él para mirarlo a la cara, encontrándome con su rostro confundido por lo que había hecho, no pude evitar reírme de su cara y volví abrazarlo como si fuera un niño —eres un idiota Chris, un verdadero idiota pero sobre todo eres mi mejor amigo y te quiero demasiado.
—¿Qué demonios te pasó? ¿Dónde está mi mejor amigo gruñón? —preguntó entre risas para después abrazarme con más fuerza —y acepto tus disculpas porque te amo mucho mi hermano pero dime la verdad, ¿Qué demonios te pasa? —pregunto deshaciendo el abrazo para mirarme a la cara —juro que pensé que me ibas a regañar por mi irresponsabilidad, en realidad me venía preparado mentalmente para escuchar todo el lo que me ibas a decir una vez que me vieras.
—bueno puedo gritarte todo lo que pensaba hace un momento pero creo que no quiero pelear contigo —le respondí mientras ambos volvíamos al lugar del evento, al hotel donde es estaba hospedado Chris pero de pronto sentí como me agarro de la muñeca para detener mi caminar.
—¿Qué sucedió? Estas de muy buen humor y eso es extraño así que es mejor que me lo digas ahora mismo porque sabes que le voy hacer que pierdas el control con el alcohol para que me digas que esta pasando —me amenazo y lo mire asombrado por la determinación con la que me lo había dicho. Chris no soltó y apretó con más fuerza su agarre mientras sonreía, sabía que no tenía escapatoria pero no estaba seguro si debía decirle todo lo que estaba pasando.
—yo… bueno Eros y yo nos… —balbucee confundido mientras bajaba la mirada avergonzado, sentía como si estuviera confesando una travesura a mi padre.
—¡oh por dios! ¿No me digas que por fin te comiste a ese omega llamado Eros? —preguntó emocionado como si fuera un adolescente de dieciséis años. Lo miré con incredulidad para después darle un empujón y comenzar a reír por la idiotez que había dicho.
—¿Qué?... Por supuesto que no, solo nos besamos —le dije esperando ver la reacción que haría pero solo me miro sin ninguna expresión para después comenzar a reírse de mi. —¿no entiendo que es lo gracioso? No entiendes que lo bese, no puedo creer que lo bese Chris, aún me sigo preguntando por lo hice—le dije mirando la arena debajo de nuestros pies para después sentir como me sujeto del hombre, mirándome con una sonrisa.
—no te das cuenta por que no quieres aceptarlo pero esta más claro que el agua—dejo mirándome directo a los ojos —es demasiado obvio que te gusta ese chico y que te sientes atraído por el he incluso se nota que lo deseas pero no quieres reconocerlo porque no quieres abrir tu corazón de nuevo y que sea lastimado —dijo mirándome fijamente sin dudar ni un momento del significado de sus palabras.
Después de un rato ambos nos quedamos en un cómodo silencio mientras en mi mente las palabras de Chris resonaban en mi cabeza como una cinta rayada.
¿Realmente tiene razón las palabras de Chris?, ¿realmente me gusta Eros?
“por supuesto que nos gusta, deja de negar que quieres llevártelo a la cama y hacerlo gemir, sabes que lo deseas con todas tus fuerzas “
Me sobresalta al sentir ese pensamiento en lo más profundo de mi ser, sabía que era mi subgénero, aquella parte de mi que tanto odio por ser tan conflictiva e inestable, me sorprendió escucharlo y sentí miedo porque siempre he intentado retenerlo, me da pavor pensar que no puedo controlarlo y que me cause muchos problemas como hasta ahora lo ha hecho.
Seguimos supervisando los preparativos del evento con normalidad, al estar Chris a mi lado me sentía más tranquilo porque dejaba tomará las decisiones aunque siempre pedía mi opinión. Pasaron las horas hasta que atardeció y eso nos indicó a todo el mundo que ya había acabado el tiempo para trabajar, todo el mundo comenzó acomodar y a guardas las herramientas que estaban utilizando para instalar las distintas cosas que estaban haciendo.
Chris y yo nos quedamos admirando todo el trabajo que había hecho en conjunto los trabajadores, ya casi estaba terminada la pasarela y las luces junto con las mesas alrededor de la pasarela. Estábamos tranquilos mirando todo cuando de pronto el dueño le llamó a mi amigo suizo, el cual corrió para ver que era lo que quería hablarle. Al quedarme solo sentí como mi celular vibro en mi pantalón, al sacarlo sentí como si mi corazón brincara en mi pecho al ver que trataba de Eros, el omega nipón me había mandado un mensaje disculpándose por no haberme contestado y me preguntaba qué estaba haciendo.
La palabras de Chris sonaron en mi mete y sentí como mi rostro se puso caliente mientras intentaba contener las ganas que tenia de llamar a eros para escuchar su voz una vez más y sin querer eso hice, torpemente le pique al botón de llamar. Me supe nervioso cuanto inmediatamente el omega azabache contestó mi llamada.
“~emm bueno…¿ Viktoru? ~ preguntó y sentí miles le mariposas en mi estómago, no, no eran mariposas, eran enormes águilas volando ferozmente en mi estómago al escuchar mi nombre salir de sus labios.
—lo siento, te llame sin querer—me disculpe rápidamente sintiéndome tranquilo por ver que había podido formular alguna palabra.
~oh entonces creo que debes estar ocupado, será mejor que te deje… ~ dijo de pronto con su voz apagada.
—¡No!—grite —no cortes la llamada aún, no estoy ocupado en realidad ya termine el trabajo… justo en este momento me iba al lugar donde me estoy quedando —le dije rápidamente mientras caminaba directamente había donde había dejado la motocicleta estacionada —pero dime, ¿Qué has hecho? —pregunté mientras me sentaba en la moto para tomar el casto y tomarlo.
~en realidad estuvo muy aburrido mi día, trabaje y fui a la escuela… nada fuera de lo común —respondió entre risas, sin duda Eros tenía una risa muy linda — y dime, ¿Qué hiciste tu en todo el día? ~pregunto
—vaya no pensé que trabajarás en otra cosa, pensé que solo te dicabas a esto —le dije sorprendido tras escuchar sus palabras.
~¿Qué? Por supuesto que no, en realidad tengo tres empleos contando este… mmm uno es en un restaurante y otro en una florería, aunque lo que realmente me genera dinero es este trabajo~ comento dejando sorprendido de nuevo y sintiendo admiración por el.
Tuve que colgar la llamada con Eros porqué tenía que conducir pero le había prometido que una vez que llegara a la posada le llamaría para seguir conversando con él. Mire mi celular dándome cuenta de que eran las cuatro de la tarde aquí mientras que en París son las diez de la noche, a estas horas apenas estaría llegando al departamento que compre para verme con Eros. No pude evitar sentirme emocionado por haber hablado con él y seguía emocionado porque tenía la escusa perfecta para escuchar su voz otra vez.
Tarde más de una hora en llegar a la posada porque me había distraído en el camino comprando alimento para mi amado caniche, el cual en cuanto sintió mi presencia corrió hacia mi para darme una cálida bienvenida. Le di su alimento y me acosté en la cama para llamar a eros, ya eran las cinco de la tarde por lo que dude en llamarle porque en París eran las once de la noche y me preocupaba pensar que solo lo estaba distrayendo de sus deberes cuando de pronto mi celular sonó, al sacarlo pude observar que se trataba de Eros.
~wow, pensé que se te había olvidado o que te habías arrepentido de llamarme ~ respondió y su voz se escuchaba agotada
—no fue nada de eso, es solo que pensé que ya era demasiado tarde en donde tu estas y pensé que tal vez solo te estaba estorbando —le respondí avergonzado.
~en realidad no, escuchar tu voz me da las fuerzas que necesito además acabo de salir del trabajo, ya voy directo a mi hogar pero cuéntame ¿cómo estas? Y ¿ que estas haciendo? ¿Cómo es Colombia? ¿Es hermoso? ~ hizo tantas preguntas que apenas y pude procesarlas pero le limite a responder cada una de ellas.
La conversación duró tres horas y en realidad acabo porque Eros se quedó dormido en medio de la llamada y eso me hizo sentir culpable porque por mi culpa se había desvelado y tendría que ir muy temprano a su otro trabajo o eso fue lo que me había dicho, saber que tiene que trabajar tanto me hizo sentir un remordimiento, el sin duda es demasiado joven y tiene que trabajar duro todos lo días para poder sobrevivir por lo que me ocurrió pagarle el doble, así podría ayudarlo un poco.
Al ser las ocho de la noche mi estomago exigió alimento ya que no había comido nada más que el desayuno por lo cual fui a la cocina para saber que había preparado la señora marta pero justo antes de hacer eso recordé las palabras de Eros, él me había dicho que tenía dos trabajos por lo cual le llamé a mi investigador para darle esa información que Eros sin saber me había proporcionado, ahora sabía que estudiaba y que tenía dos trabajos por lo que a mi parecer con esa información facilitaría el trabajo del investigador.Continuará.....
Bueno no tengo escusas para no haber podido actualizar, me dio un súper bloqueo enorme y sin mencionar que el capítulo es extremadamente largo jajjajja.La verdad no se si aun quieran que continúe escribiendo el especial o me salte al siguiente capitulo (con la narración de yuuri) así que comenten aquí para saber.
En otras noticias por fin salí de vacaciones pero mi madre me obligó a tomar verano, se que eso no les interesa pero eso siempre consume mucho mi tiempo.
Sin más me despido, pero antes comenten aquí que les pareció el capítulo, que creen que va a suceder y que teoría tienen, eso siempre me encanta leer.
Ahora si me voy
😭😍💖😔💖💖💖💖💖😢
YOU ARE READING
Unstable Love
Fiksi Penggemar"¿Qué serias capaz de hacer por dinero? Yuuri lo descubrió y ahora pagara el precio. El era una hermosa mariposa atrapada en su propia red de mentiras. Historia omegavers Los personajes no me pertenecen