0.10 prey

1.4K 206 65
                                        

— ¡¿cómo que quieres hacerlo?!—grito Yurio a todo pulmón.

—Yura tranquilo, déjalo que explique—respondió Otabek sujetando a su pareja para calmarlo.

(000)

Después de descubrir la verdad sobre el pasado de Yurio me puse a reflexionar sobre lo que debía hacer de ahora en adelante, para ser sincero ya tenía una idea de que Yurio se dedica a vender su cuerpo, después de todo era lógico, las salidas por las noches, las marcas en todo su cuerpo, el constantemente cambio de olor, todo arrojaba a que mi amigo se prostituía para poder salir adelante.

Una vez que paso mi cumpleaños, Yurio me ignoro durante una semana, en las mañanas cuando me levantaba para hacer el almuerzo de ambos y los pedidos, solíamos hablar por horas de cualquier cosa pero después de su confesión simplemente todo se convertía en silencio.

Siempre le daba su lugar como mi compañero y amigo, Sabía que la experiencia había sido difícil para él, por lo que Otabek me dijo, Yurio lo hizo, no porque quisiera, sino porque no tenía otra opción.

Durante el tiempo que no hablamos intenté pensar en otra manera de ganar dinero fácil y rápido pero por más que pensaba y pensaba no se me ocurría nada y el tiempo se agitaba.

Estaba tan desesperado que la idea de también vender mi cuerpo, no sonaba tan descabellada, después de todo no perdería mi virginidad y solo lo haría una vez.

Intente pensar en los pros y contras de vender mi cuerpo, las consecuencias de hacerlo eran que podía llegar a tener un cachorro o una marca no deseada, incluso alguna enferma pero cada una tenía solución.  En cambio, sí lo hacía tenía muchas ventajas, ganaría más experiencia en la cama, además de que conseguiría el dinero que necesito y recibiría otro tipo de placer por trabajar, uno que llevaba mucho tiempo sin sentir.

Ya me estaba haciendo la idea de hacerlo pero había un problema, no tenía idea de que es lo que se tiene que hacer, por lo que recurrí a Yurio, si había alguien que tenía idea de que hacer definitivamente seria él.

Practique y practique frente a un espejo lo que iba a hacer, le diría que trabajaría en lo mismo que él y que no había vuelta atrás.
Tome el coraje suficiente para animarme a enfrentarlo ya que había estado evitando todo el tiempo.

—Yurio tenemos que hablar —sentencie enfrente de él, harta de su distanciamiento.

—Ahora no es un buen momento cerdo —respondió Yurio tomando sus cosas en la mochila mientras su alfa lo esperaba en la puerta.

— ¡Quiero hacerlo! —grite lo que provocó que se detuviera.

— ¿De qué diablos estás hablando?—pregunto girando su cuerpo, viéndome confundido.

—quiero trabajar en lo mismo que tú —respondí, mirando como Yurio dejaba caer al suelo sus cosas.

— ¡¿cómo que quieres hacerlo?!—grito Yurio a todo pulmón.

—Yura tranquilo, déjalo que explique —respondió Otabek sujetándolo de los hombros para calmarlo.

—Estoy dispuesto a todo con tal de salir de esto, sin importar las circunstancias, Quiero hacerlo —respondí.

— ¿eres estúpido verdad? No sabes lo que dices —respondió Yurio llevándose ambos manos a la cabeza y haciendo su cabello hacia atrás.

—se lo que hago, yo...—fui interrumpido por Yurio que me arrojo su celular.

— ¿Qué es lo que quieres de mí?—pregunto Yurio totalmente molesto.

—Necesito alguien que esté dispuesto a pagar por tener mi cuerpo—respondí

Unstable Love Where stories live. Discover now