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Los días transcurrieron mejor de lo que podría imaginarme. Jungkook y yo éramos buenos amigos, aunque en mi interior, aprendí a reconocer claramente que él me gustaba. Además que Chohee me lo recordaba cada 5 segundos a lo que yo la callaba con la cara roja.

El invierno había llegado a Seúl, las bajas temperaturas eran mis favoritas. Prefería mil veces estar bajo mi edredón o con alguna chaqueta calientita. Y eso sí, disfrutar de una rica bebida caliente.

Las marcas en mis brazos y muslos se hicieron casi invisibles, así como las malas vibras del pasado, estaban dejando de existir definitivamente.

Era fin de semana y había acordado salir con Chohee, Jungkook y sus amigos.

Bajé las escaleras despidiéndome de papá para salir al escuchar el sonido del auto de Jungkook.

Llevaba jeans negros, vans negros, una blusa de manga larga blanca, una chaqueta de mezclilla y una bufanda negra.

Al llegar noté que había otro auto ahí, deduje que era de Hoseok porque Chohee iba en el asiento de copiloto, ahí venían también más chicos. Subí al de Jungkook en el asiento de atrás junto a Namjoon y Tae, Jimin era el copiloto.

Arrancamos hacia algún club nocturno que desconocía pero que al parecer los chicos lo ubicaban a la perfección, estaban realmente emocionados.

-¡Ya quiero embriagarme hasta morir!- dijo Jimin emocionado.- ¡Y sé que tú también Jeon!-

Jungkook negó con la cabeza.- Nada de eso esta noche Park. Cuidaré de Eunji, ya que seguramente ella sí que estará borracha.- me miró riendo por el retrovisor.

Yo reí avergonzada porque una de las noches anteriores había tomado con los chicos, pero como era una inexperta, dos cervezas fueron suficientes para cantar como loca y vomitar en una maceta de casa de Namjoon. Al menos no había sido la única, Chohee se embriagó junto a mí y los chicos.

Llegamos al club y bajamos de los autos. Entramos y de inmediato los chicos fueron a la parte de arriba para lograr ganar una mesa junto a la barra de bebidas.

Pidieron bebidas, yo no planeaba beber ni una gota de alcohol, en serio, aquella resaca fue suficiente para mí, así que pedí una soda simple.

Reíamos de los chistes malos de Jin y de las incoherencias que soltaba Tae.

Noté como el alcohol empezó a afectar a Jimin, Yoongi y Namjoon. Chohee había bebido solo un poco, así que estaba tranquila, pero aun así no le quité el ojo de encima.

-¡Eunji, vamos a bailar!- escuché decir a Tae.

Me levanté con él y caminé a la pista. Me reía por los movimientos un poco extraños de Tae en su estado medio ebrio. Seguimos bailando hasta que otra persona le pidió a Tae que me dejara bailar con él.

Tae se lo pensó pero terminó accediendo, dejándome con el chico desconocido para mí.

Comencé a bailar algo temerosa, hasta que la cercanía intencional del chico empezó a incomodarme. Me detuve cuando posó su mano en mi cintura.

-Iré a sentarme un rato.- le dije casi gritando en el oído para que me pudiera escuchar.

-Anda, solo un poco más.- dijo jalándome un poco hacia él.

Sentí como alguien llegó detrás de mí.

-¿Pasa algo?- escuché la voz de Jungkook.

-Oh... nada hermano, disculpa, no sabía que era tu chica.- dijo el desconocido para retirarse tranquilamente.

Jungkook me llevó de nuevo a la mesa sin decir nada. "Tu chica", la verdad había sonado lindo.

 Al llegar los chicos comenzaron a inundarlo con comentarios sobre que era muy celoso.

-La hubieras dejado bailar más Jeon, pareces su padre.- dijo Jin ya también algo ebrio.

-Estaba incómoda.- respondió tajante Jungkook.

-¿No será que te gusta y estabas celoso?- preguntó Yoongi quién realmente estaba borracho.

Miré a Jungkook esperando una respuesta, como todos los demás. Algo en mi corazón se encendió.

-No no... para nada, Eunji...- me miró.- Es mi amiga solamente.- habló.

-¡Friendzone!- gritó Namjoon también con altos niveles de alcohol en la sangre.

Agaché un poco la mirada, en parte el comentario de Jungkook me había bajado los ánimos.

Pasó el tiempo hasta que decidí irme por mi cuenta a casa, los chicos y Chohee habían insistido en acompañarme pero sinceramente quería estar sola. Jungkook fue el más insistente, pero dije que no.

Tomé un taxi y llegué a casa. Subí a mi habitación, papá estaba dormido ya.

Me coloqué el pijama y me aventé, literalmente, a la cama. Me acomodé bajo las sábanas y el edredón.

Mi esperanza de hablarle a Jungkook sobre mis sentimientos se había esfumado. No me arriesgaría a que me bateara directamente. Porque indirectamente, ya lo había hecho.


Es mi amiga solamente.


Save her ➳ J.J.K;BTSWhere stories live. Discover now