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Después de un pequeño ritual en el jardín de aquel lugar, las cenizas fueron liberadas en el aire, esparciéndose por el cielo. No sabía cómo actuar en aquellos momentos, me llegué a sentir triste.

Al terminar aquello, los últimos familiares comenzaban a irse.

Chohee charlaba sentada con Hoseok y al mismo tiempo estaba acariciando el cabello de Eunji, que se había quedado dormida sobre su regazo. Yo ayudé a la tía de Eunji con las últimas personas, al igual que su sobrina, se veía bastante cansada.

Me quedé de pie observando como Eunji dormía, su respiración lenta hacía que su pecho subiera y bajara pausadamente, seguía pensando en que no había tirado ni una sola lágrima. ¿Por qué no lo deja salir?

-Es bastante fuerte ¿cierto?- una voz femenina al lado mío hizo que volteara mi cabeza. Era la tía de Eunji.

Asentí despacio y volví a observar al ser que dormía sobre Chohee.

-Vendrá a vivir conmigo, a California.-

Aquellas palabras hicieron que mi mirada regresara a la persona que hablaba. ¿Eunji irse tan lejos? No por favor. Si apenas estoy entrando en su corazón y ella en el mío. Negué con la cabeza y dije un "No" en un tono de voz algo alto. La señora me miró extrañada.

-Quiero decir.- me aclaré la garganta.- Yo cuidaré de ella, aquí. No le faltará nada.-

La dama soltó una irónica risa.

-Tus padres no lo permitirán. Son muy chicos.-

Admito que me había sentido algo ofendido y molesto, pero sabía lo que diría.

-Con todo respeto, no vivo con mis padres, tengo su ayuda pero conozco lo que es el gasto de un hogar y las responsabilidades que se requieren para vivir así. Señora Choi, yo cuidaré de Eunji.-

Me miró seriamente, con una combinación de duda y asombro en sus ojos.

-Sabes. ¿Sabes que esto es mucha responsabilidad verdad? Ella ha pasado por mucho.-

-Lo haré. Señora Choi.-

Estaba seguro de que podría procurar a Eunji si estaba conmigo, haría de todo por verla sana y feliz de nuevo y ese deseo nada ni nadie me lo iba a quitar. Si algo tenía, es que era muy obstinado, y mi único deseo y objetivo era cuidar y proteger a Eunji.

-Vale...- aún algo dudosa continuó.- Si tienes problemas con ella no dudes en decírmelo, yo vendré por ella.-

-No hará falta.- dije algo molesto por sus últimas palabras tan seguras.

Suspiré y me dirigí hacia los chicos.

-Es hora de ir a casa.- acaricié el rostro de Eunji para después poderla cargar en mis brazos, refugió su cara en mi cuello haciendo que su respiración chocara contra este.

Hoseok y Chohee me acompañaron afuera, dejé a Eunji en el asiento trasero dormida y mis amigos se fueron al suyo después de despedirnos de la tía de Eunji. Me pidieron que cuidara de ella y que los mantuviera informados, Chohee dijo que la visitaría para ver cómo estaba.

Conduje hasta llegar a mi apartamento, ya pasaban las 12 de la noche y a decir verdad, también estaba cansado.

Al llegar, un ruido en el asiento trasero me asustó, pero a la vez me indicó que Eunji había despertado. Se levantó y frotó sus ojos.

-¿Dónde estamos?-

No respondí y bajé del auto para después abrir su puerta y ayudarla a bajar.

-Estamos en casa Eunji.-

Bajó tomada de mi mano, estaba fría y no sentía la calidez que ella solía tener. Me di cuenta de otra cosa mientras entrábamos a casa.

Había perdido también aquella sonrisa que me probaba la existencia de lo perfecto.

Cerré la puerta detrás de mí y le dije a Eunji que cenaríamos algo. No habíamos comido nada en todo el día después del almuerzo. Ella se negó.

-Quiero dormir.- dijo sin importarle que estuviera en mi hogar.

Pero ella no necesitaba dormir, su cuerpo no estaba cansado. Su alma sí.

Y dormir no ayuda cuando el alma está cansada.

Save her ➳ J.J.K;BTSWhere stories live. Discover now