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Jungkook P.O.V.

Salimos del hospital, Eunji no se miraba para nada bien y yo estaba desesperado por encontrar la manera de tranquilizarla, pero es que era tan torpe para dar palabras de aliento. Todo le había pasado como una mala racha, no me imagino como hubiera estado ella por dentro.

Y ese era el problema, que no sabía lo que pensaba, y yo solo quería ayudarla.

A lo que pude entender, llamaron a un familiar del padre quien escuché era su hermana. La tía de Eunji llegó al hospital para arreglar algunas cosas y me pidió que la llevara a descansar, y a pesar de que me fue difícil convencerla de irnos, lo logré.

Decidí llevarla a mi departamento a dormir, sentí que llevarla a su casa la inundaría más de sentimientos tristes. Al llegar la ayudé a bajar, todo el camino había estado callada y ni siquiera preguntó porque no la llevé a casa.

Subimos y le mostré la habitación donde ella podía quedarse, justo a un lado de la mía, la verdad creí inapropiado decirle que durmiera conmigo por más que lo quisiera. Ella simplemente asintió, se despojó de sus pequeños pendientes dorados, del suéter y se tumbó lentamente de lado en la cama sin más.

Me acerqué lentamente a ella, pero al sentir mis pasos me hizo una seña con su mano que me detuviera, sin mirarme. Supuse que quería tiempo a solas y se lo di.

Cerré la puerta de la habitación, baje a la estancia y me senté en el sofá. En verdad quería abrazarla, hacerle saber que no estaba sola pero espacio era lo que necesitaba.

Busqué mi móvil en uno de mis bolsillos y al sentirlo lo saqué, pero no era el mío, era el de Eunji, lo había guardado por ella. Justo en el momento de tenerlo en mis manos, comenzó a sonar.

"Hee Hee."

Supe de inmediato que se trataba de la amiga, mejor amiga de Eunji, el motivo de que Hoseok no se callara todo el santo día.

Contesté.

-¿Hola?-

-¿Perdón, con quién hablo?- dijo la chica algo confundida.

-Soy Jungkook, y no te asustes es el móvil de Eunji.-

-Oh, ya veo. ¿Eunji está bien?-

Solté un pesado suspiro y decidí contarle lo que estaba ocurriendo, al final de cuentas era su mejor amiga. Al enterarse dijo que vendría a Seúl de inmediato y que la vería lo más pronto posible y colgamos.

Dejé el móvil de Eunji junto al mío después de sacarlo, sobre la mesa de centro. Tomé el control remoto y encendí la televisión. Todos los programas me parecían aburridos, mis ojos comenzaban a cerrarse hasta que me quedé dormido.

*-*-*-*

El fuerte volumen de un infomercial me despertó de golpe causándome un susto. Apagué el televisor y miré la hora. Eran ya las 4 de la madrugada, había dormido un buen rato.

Decidí echarle un vistazo a Eunji, subí despacio intentando no hacer ruido para no despertarla en caso de que estuviera dormida. Abrí la puerta y ahí estaba ella, en la misma posición que la había dejado, ni un centímetro se había movido.

Me acerque de nuevo y la pude mirar de frente.

Verla así me estrujó el alma.

Me agaché a la altura de la cama, ella tenía sus ojos cerrados y respiraba tranquilamente, estaba dormida. Acaricié su mejilla deslizando mi mano sobre ella suavemente.

Tenía ojeras, su nariz y párpados se habían mantenido rojos de llanto, de pronto mi mirada se posó en sus muñecas, aquellas marcas no dejaban de inquietarme. Me hubiera gustado llegar a su vida antes, para impedir que se hiciera aquello. Me llevé una sorpresa al notar como también tenía marcas similares en uno de sus muslos.

Me levanté y tomé una manta del armario, arropé a Eunji y ella continuó dormida.

Mis ojos se cristalizaron al pensar en lo mal que la estaba pasando, en verla tan cansada, tan pálida, verla sin fuerzas.

Y entonces, después de una caricia en su cabello, le dejé un pequeño beso en la frente. En ese momento lo supe, supe que me había encontrado con ella para no alejarme más.

Ella había sido brutalmente rota, pero todavía tuvo el valor de ser gentil con los demás y por aquella sencilla razón...

Eunji merecía un amor más profundo que el mismo océano.

Save her ➳ J.J.K;BTSWhere stories live. Discover now