Vigésimo Quinto Vitae (pt.2)

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Especial: Los sueños de Levi (parte 2)

Caminaba por las calles nevadas, unas orejas y una cola típicas de un gato eran lo que lo hacían diferente a todos los demás.

Casi no traía ropa, apenas y podía aguantar el frío que hacía.

Tenía hambre pero no dinero para comprar comida.

-Hola-un chico castaño le habla-¿Cómo te llamas?

-Eso no te importa-respondió con simpleza, los demás humanos le desagradaban sobremanera, sobre todo por lo que le hicieron... unas orejas y una cola, un nekomata.

-Debes tener hambre...-continuó el castaño-Te invito a mi casa a comer, ¿qué dices?

-...-no respondió.

-Hace frío, con esa ropa te vas a congelar.

-Lo que me pase o no, no es tu problema.

-Tal vez no, pero me preocupo por los demás, y tú eres un pequeño niño, yo soy un adulto. Ven, te ayudaré.

El pequeño niño aceptó la oferta, sin saber que es lo que le esperaba...

ლ(|||⌒εー|||)ლ

-¡Levi~!-gritaba un castaño mientras cargaba una bolsa y buscaba a su gatito por toda su casa-¡Levi!

-¿Qué quieres?-se escuchó una voz desde la recámara principal.

-¡Te traje un regalo!-dijo mientras llegaba a la habitación y mostraba su bolsa.

-¿Qué diablos es eso?

-Un traje... Quiero que lo uses.

-Nada más porque es tu cumpleaños lo haré-dijo agarrando la bolsa.

El castaño salió de la habitación. Un rato después escucha como la puerta abre, dejando ver a un gatito vestido de maid... que parece más una mujer que hombre.

-¿Feliz?-preguntó sonrojado y apenado.

-¡Por dios, Levi! Te ves hermoso-confesó el castaño.

-¿Ya me lo puedo quitar?

-Nop, hoy tendré una fiesta y quiero que vengas conmigo... vestido así.

-¡¿Qué?! ¡No!

-¿Quién te rescató de las calles?

-Tch, ya que.

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-Nee~ Eren, ¿de dónde sacaste a esa enana?-preguntaba una castaña con lentes.

-Es hombre-respondió el anfitrión.

-¿Qué? Parece niña...

-Sí, pero es el traje de maid el que lo hace ver así... ¡Levi!

-¿M-me llamó?-preguntó sonrojado, pues varios hombres de esa fiesta no paraban de desvestirlo con la mirada.

-Siéntate aquí-dijo señalando sus piernas, el pequeño obedeció para que luego el castaño le susurrara al oído-¿Después de ésto, no quieres ir a mi habitación?

-Depende-respondió el pequeño.

-No me obligues a violarte-dijo una voz un tanto ronca que asustó al azabache.

-H-hai-concluyó asustado.

Y esa noche, el pequeño supo lo que era ser un uke.

Нαρρу єи∂ιиg

Otra vez despertaba el azabache, después de la misma noche de sueño.

Esta vez no despertó asustado, despertó feliz por ese Happy End que había tenido el sueño.

Volteó a ver al castaño a su lado quien seguía durmiendo. Mostró una sonrisa diminuta, y llevó su mano a la mejilla de su pareja para así poder acariciarla suavemente, sin despertarlo.

7 f

"Ojos inocentes "TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora