"Ojos inocentes "TERMINADA

Vigésimo Sexto Vitae (pt.3)

Especial: Los sueños de Levi (parte 3)

Esta vez, era otro mundo, un mundo aún más lejano.

Un mundo un tanto... diferente.

Sí... Muy diferente.

Se apreciaba la silueta de un hombre, moreno, con unas orejas saliendo de su cabeza y una cola saliendo de otro lugar...

Vestía unas ropas un tanto... extrañas.

Caminaba tranquilamente con una botella en la mano, al parecer de un vino demasiado caro... hasta llevaba un moño y toda la cosa.

Entró a un lugar, para ser más específicos un departamento un poco lujoso, pero nada fuera de lo común.

-Levi, ya llegué-dijo mientras ocultaba la botella en su espalda.

-Tardaste demasiado, lobo estúpido-respondió alguien más que estaba dentro del departamento.

-Jeje, es que buscaba lo mejor para mi querido vampirito.

-Tch, yo sólo quería vino, me da igual si es bueno o malo.

-Lo mejor para mi vampirito.

-Lobo testarudo.

-Ven, siéntate en el suelo-dijo ya con copa en mano.

Se dejó ver otra silueta que estaba escondida entre las sombras. Traía ropa un poco elegante, unos colmillos salían de su boca y una clase de pequeñas alas salen de su cabeza.

-¿Para qué?-preguntó parado frente al lobito, quien estaba sentado en el sillón.

-Yo mismo te daré el vino.

El vampiro se sentó como le indicó el lobito, quien agarró la copa con un poco de vino y la llevó a la boca del azabache, quien bebía tranquilamente aquel líquido.

El lobito veía atentamente al vampiro mientras le salía un poco de vino de los labios y se deslizaba por su rostro.

-Eren-llamó el vampiro cuando se acabó la copa.

-¿Mande?-preguntó mientras soltaba la copa.

-Eso no es vino, es sangre.

-Ups, jeje...

Нαρρу єи∂ιиg

-Enano, cada vez me sorprendes más...-decía una castaña mientras guardaba su equipo médico-Dos semanas para los cinco meses y casi ninguna complicación... tal vez lo único que necesitabas era una pizca de felicidad.

-Mientras yo esté a su lado, nada malo... LES pasará, ni a él ni a nuestros hijos-dijo el castaño mientras abrazaba por la espalda al azabache.

-Me retiro-dijo ella mientras salía de la habitación pero se detuvo-Eren, casi lo olvido... Hoy entras a trabajar una hora antes, se te va a hacer tarde...

Salió de la casa, y al cuarto entró un pequeño castaño.

-¿Mami está bien?-preguntó el pequeño algo preocupado.

-Sí-respondió el mayor mientras recargaba su cabeza en el hombro de su pareja-Hay que seguir cuidándolo así... mami es frágil, mucho, y ocupa ciertos cuidados.

-¿Es por eso que casi no se levanta?

-Por temor a que suceda algo.. Nada más espero que podamos ser así de felices... y que sigas limpiando la casa. Sé que es mucho pedir para un pequeño como tú, pero...

-Todo por mi mami-dijo con una sonrisa y salió de la habitación.

-¿No deberías irte a trabajar?-preguntó el azabache.

-No sin antes...

Ya que el azabache estaba sentado en la orilla de la cama, el castaño se arrodilló frente a él y puso su oreja en el vientre de su pareja.

-¡Hola bebé, soy yo, papá!-dijo-Mami y yo realmente te queremos, así que sal pronto, ¿si?

-Eren, vete a trabajar-dijo enojado.

-A la orden-dijo y saliócorriendo de la habitación