"Ojos inocentes "TERMINADA

Vigésimo Primer Vitae

Al día siguiente, el azabache aún se sentía mal por lo que decidieron llamar a Hanji.

-Enano, ocupo de tu cooperación para saber de qué estás enfermo-dice ella.

-Tch, sólo apúrate y ya-dice el azabache.

-Levi, sé más amable con ella-dice el castaño-Nos vino a ayudar, ¡y vino a nuestra casa!

-Vine porque sé que el enanín no soportaría salir de esta casa estando enfermo-respondió ella.

-Tal vez porque vive junto a nosotros-se quejó, diciendo la verdad.

-Tú sólo déjame revisarte.

Le hizo muchas cosas, revisó todo pero simplemente no encontró nada por lo que decidió hacerle pruebas de sangre.

Salió del lugar, diciendo que le daría el resultado al castaño al día siguiente en el trabajo, y le dio el día libre para que cuidara a su amor.

-Sólo espero que no sea nada grave-dijo el azabache en brazos del castaño.

-No tienes de qué preocuparte, mientras yo esté aquí nada malo pasará-dice el castaño mientras cierra los ojos y recarga su barbilla en la cabeza del azabache.

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El día había pasado con algunos malestares de parte del azabache pero nada grave.

Hoy, Eren estaba en un consultorio sentado frente a una castaña, un silencio casi mortal invadía la habitación.

-Eren, lo que te voy a decir no es un chiste, es algo completamente serio-dijo ella.

-Nada relacionado con la salud de Levi es un chiste-responde mientras ella suspira.

-Eren, Levi está embarazado-dijo mientras él mostraba una sonrisa-Te recomiendo abortar.

-¿Por qué?

-Tú no viste su último embarazo, yo le di seguimiento. Se desmayaba de la nada, casi no podía caminar, muy de vez en cuando tenía hambre, se enfermaba más seguido... Si quieres que Levi tenga un hijo, debería descansar desde estos momentos.

-¿Entonces sí podría tenerlo?

-Todo depende de cómo se de la situación, podría llegar a estar internado desde los 5 meses o todo saldría bien.

-¿Qué debería hacer si quiero un hijo?

-Mira, no deberías dejar que haga esfuerzo físico, mucho menos que limpie, de eso se pueden encargar ustedes. Deberá llevar una dieta estricta y no debes dejar que tenga sentimientos negativos.

-Gracias, Hanji.

-Todo por el yaoi-dijo con una sonrisa-Iré una vez a la semana.

-¿Y-yao qué?-preguntó confundido, tratando de averiguar lo que ella había dicho.

-Nada, mejor regresa a trabajar-dijo empujándolo a la puerta.

Nunca descubrirían por qué les hace tantos favores de a gratis, al menos no aún.

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Su día de trabajo terminó rápido pues estaba feliz al saber que ahora tendría un segundo hijo o hija.

Tal vez un pequeño castaño más corriendo por ahí...

O un mini azabache...

Llegó a su casa, donde vio a su pequeño hijo sentando en el regazo del azabache mientras éste lo abrazaba.

-Jeje, te quiero, Lery-dijo el azabache.

-¡Mira mami! Papi llegó-dijo señalando la puerta.

El azabache volteó a ver al castaño y se levantó. Inmediatamente recibió un abrazo de parte del castaño.

-¿Eren? ¿Por qué lloras?-preguntó confundido, tal vez traía malas noticias.

-Gracias-susurró dulcemente en su oído mientras sonreía.

-¿Qué pasó?-preguntó un poco más asustado.

-Estás... Estás

El azabache se hartó de no recibir una respuesta y se separó del castaño para sostenerlo de los hombros.

-Ya enserio, ¿qué pasó?-preguntó seriamente preocupado.

-Estás embarazado-dijo mientras llevaba una mano al nulo vientre de su pareja-Aquí hay algo desarrollándose, el fruto de nuestro amor sin duda alguna.

El azabache no dijo nada, sólo puso una mano encima de la que estaba en su vientre.

Unos segundos después mostró una sonrisa.

-¿Enserio?-pregunta.

-Yo nunca te mentiría.

-Gracias-dijo mientras abrazaba al castaño.

-Eso debería decirte yo-respondió mientras correspondía el abrazo-Con lo débil que eres, debe ser difícil llevar otra vida en tu interior.

-No entiendo, ¿qué tiene mami?-preguntó el pequeño sentado en el sillón.

-Pues, digamos que pronto tendrás un hermanito o hermanita...-dijo el castaño mientras se separaba del azabache.

-¿Y con qué se come?

-No se come, es una persona más-respondió el azabache.

-¿Alguien que juegue conmigo?

-Sí-respondió el castaño.

-Seremos una familia más grande...-dijo el azabache, ilusionado.

-Tan grande como tú quieras-dijo el castaño mientras besaba al azabache.