"Ojos inocentes "TERMINADA

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5 años habían pasado desde entonces, nuestros hijos crecen cada día más y más.

Isabel es una niña sana y enérgica, al contrario que Riven, quien lamentablemente heredó mi condición: defensas débiles.

Pero su caso no era tan grave como el mío, él sí creció en un ambiente de amor y confianza, al contrario que yo, fui desechado por mi madre como si fuera una vil rata de alcantarilla.

Tal como Eren lo hacía conmigo, Isabel va a la escuela y cuando regresa se dedica a enseñarle lo aprendido a Riven.

Lery también va a la escuela, y créanme que es muy feliz con sus amigos.

Hace tiempo dejamos de vivir en aquella mansión, compramos una casa propia pero Eren se levanta cada mañana para ir a trabajar, haciendo una pequeña parada para dejar a Isabel y Lery a la escuela.

Si, él sigue trabajando para la familia Telpes pero decidimos vivir separados, sólo lo distraeríamos.

Nos quedamos Riven y yo solos en casa alrededor de unas siete horas al día entre semana.

Me gustaría ir por Lery e Isabel a la escuela, pero Hanji me dijo que lo mejor sea que NUNCA (parecía una loca cuando lo dijo) saliera de la casa, que me quedara con Riven DENTRO DE CASA.

Él no conoce el mundo exterior, lo máximo que ha salido fue al patio un día de verano, y eso fue porque íbamos a hacer una carne asada.

Hoy era sábado, un día de diciembre justo antes de mi cumpleaños.

Cuanto odio que me den tantas atenciones.

Ellos me preparan cientos de regalos por mi cumpleaños, dicen que "tú haces todo el aseo de la casa y nunca sales, sólo queremos agradecerte como se debe".

Pero cuando yo me disculpo porque no pude darles regalo, ellos dicen "nunca sales de casa, es entendible que no tengas nada".

Así que me siento como la peor basura el mundo al permitir que unos simples mocosos me den regalos y yo nunca se los regrese.

Yo sólo veía por la ventana, ya me había acostumbrado a vivir encerrado al igual que Riven. Afuera estaba nevando y debo admitir que me gusta la nieve.

Si, sé que es una porquería que sólo me enferma pero aún así...

Eren estaba jugando con Isabel y Lery mientras Riven estaba sentado en mis piernas.

-Mami, ¿puedo salir afuera?-preguntó dulcemente, con ese tono infantil que tiene.

-No-respondí, haciendo que él se pusiera algo triste, decidí abrazarlo-Quédate conmigo, yo no quiero...

No, no y no. No iba a terminar esa oración.

Inhalé el dulce aroma que su cuerpo desprendía (parezco un perro, que decirles) mientras cerraba los ojos, disfrutando el hecho de tenerlo entre mis brazos.

-¿No quieres estar solo?-pregunta, yo asiento levemente y él corresponde el abrazo-Entonces me quedaré con mami.

Siento que estar todo el día encerrado en casa con él ha formado un lazo especial entre nosotros, pero eso no significa que lo quiera más que a los demás...

A nadie engaño, Riven es mi favorito pero es algo que nunca revelaré.

También siento que al estar encerrado aquí, me están tratando peor que a un perro.

Después de un rato, Riven se durmió. Yo sólo veía por la ventana como Isabel se tropezaba e iniciaba a llorar por toda la nieve que tenía en la cara.

Eren fue con ella y se agachó para verla mejor, pero ella simplemente se levantó y, aún llorando, caminó a la puerta de la casa y llegó conmigo.

Al ver a Riven en mis brazos, ella lo apartó sin delicadeza alguna y se puso en ese lugar, yo simplemente la abracé.

¿Cómo podría negarle un poco de amor a mi hija?

-¡Mami!-gritó mientras su manos se aferraban a mi ropa-Estoy llena de nieve...

La senté ahí y fui por una toalla para quitársela de encima.

Cuando regreso, veo a Isabel abrazando a Riven por el cuello, el cual la veía fijamente.

-Isabel...-digo en tono de regaño mientras me cruzaba de brazos.

-Mami-se separó de Riven y vino corriendo. Me agaché y limpié su rostro.

-Levi~-escuché la juguetona voz de Eren llegar por atrás.

Cuanto odio que haga eso.

-¿Qué?-"respondí" a su llamado, levantándome para dejar la toalla en su lugar.

-Feliz cumpleaños-me abrazó por atrás mientras sonaban las campanas, navidad iniciaba.

Volteé a verlo, una sonrisa en su rostro y un regalo en su mano.

-Tch-últimamente se me hizo costumbre chasquear la lengua.

-¡Mami!-Lery llegó corriendo y se lanzó contra mí, haciendo que tanto Eren como yo cayéramos al suelo junto con él-¡Feliz cumpleaños!

Me senté mientras dejaba que me abrazara. Riven e Isabel llegaron y se unieron al abrazo para que después Eren hiciera lo mismo.

-¡Feliz cumple, mami!-dijeron Riven e Isabel al mismo tiempo.

-Éste si que es un cumpleaños en familia-dijo él, con los ojos cerrados y un tono dulce.

-¡Ven a abrir nuestros regalos!-pareciera que ellos dos pensaban lo mismo, algunas cosas de las que decían lo hacían al mismo tiempo.

Al igual que tomarme de las manos y jalarme hasta quedar junto al árbol de navidad.

-Primero el mío, yo lo encontré primero-dijo Eren con un tono de superioridad.

-¡¿Eh?! ¡No se vale!-gritó Lery, haciendo un puchero-¡Le das suficiente atención en las noches como para que también abras su regalo primero!

-¡Abre el mío!-dijeron Riven e Isabel al mismo tiempo, después se vieron mutuamente para finalmente voltearse "molestos".

-¡El mío!-gritó Eren nuevamente.

Agarro su regalo, de cierta forma tenía razón, lo conocí primero...

-Le das preferencia a él por la forma en la que te hace gemir por las noches al entrar en ti, ¿verdad?-dijo Lery con tono juguetón y mirada picarona.

Yo me sonrojé un poco y Eren se molestó.

-¡DEYLER JAEGER ACKERMAN, ¿QUIÉN TE DIO PERMISO DE ESPIARNOS EN LAS NOCHES?!-gritó muy enojado.

-Nadie me lo permitió pero tampoco me lo prohibieron así que da igual...-dijo como si nada.

-¡QUEDAS CASTIGADO POR VER COSAS IMPROPIAS A TU EDAD!-gritó.

-Por eso tu regalo será el último-dije, creo que eso es más molesto que castigarlo.

-¡¿Eh?! ¡¿Osea que vas a abrir primero los regalos de aquellos dos?! ¡No se vale!-gritó enojado-Todo por ser un fundashi...

-Sé que ni así dejarás de serlo-dije, agarrando las cajitas de Riven e Isabel.

Así eran todos los años, una querida navidad en familia, un poco de diversión.

Pero nada malo va a suceder, ¿verdad?