El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 21

—no sé de qué me estás hablando. -finjo. —no lo niegues, escuche a Simón hablando con Pedro y Nico y no puedo creer que hicieras una cosa como esa.

—bueno si lo hice, porque pensé que lo nuestro valía la pena, pero no, tu no vales la pena.

—y tu si lo vales. -asiento con la cabeza. —pues no, tampoco lo vales, siempre quieres pasar por encima de las personas y eso no está bien, tal vez si eres la reina, pero la reina mintiendo y engañando. -es lo último que dice antes de irse y dejarme ahí, mientras una lagrima solitaria rueda por mi mejilla.

—Ambar ¿todo bien? -me limpio con el dorso de mi mano antes de girarme en dirección a la voz de mi madrina. —si perfecta. Saliste muy temprano.

—tenía cosas que hacer, no quiero que nadie me moleste. -dice y entra a la casa.

Yo hago lo mismo minutos después de terminar con mi desayuno, ha ocurrido tanto en tan poco tiempo que ha transcurrido de esta mañana.

—lo siento mucho, amiga hoy no podremos ir, nos vemos mañana te queremos bs. -y ese fue el mensaje que recibí de parte de Delfi, Jazmín por su lado no se molestó en escribir.

Lo que pensé que iba a hacer un excelente día termino siendo una terrible pesadilla. Lo único que tengo ahora es el televisor y el celular.

~*~

Estar todo el día aquí me ha puesto a pensar, no puedo dejar que nadie me acabe de esa manera, tengo que olvidar cualquier sentimiento que se haya formado en mi hacia Simón, tengo que acabar de una vez con todo eso.

—porque no pones atención al hablar, Mateo ya sabe todo sobre la mentira, creí que las cosas iban a quedar entre tú y yo, pero me estoy dando cuenta de que no debí confiar en ti, nunca debí utilizarte para esto, no es posible que a la primera le hayas contado todo a Nico y a Pedro. Me decepcionaste. -me sentía tan mal en ese momento que lo único que quería hacer era enviar ese mensaje, pero no me atreví.

—creo que te debo una disculpa, me comporte como un idiota, pero es que en verdad no tolero a tu novio, y creo que no me levante de humor para tener que soportarlo. DISCULPA. -aun no logro entender cómo es capaz de sacarme una sonrisa con tan pocas palabras, quisiera responderle, pero tengo demasiado orgullo para hacerlo, ya tomé la decisión de dejarlo ir y no voy a dar mi brazo a torcer.

—Ambar. -la puerta de mi habitación se abrió bruscamente. —¿qué paso madrina?

—vamos a salir, arréglate. -ordena y yo solo asiento, no recuerdo la última vez que salí con ella, antes solía hacerlo mucho, bueno eso fue mucho antes de que yo empezara a patinar y a salir con Mateo.

—te espero abajo en cinco minutos, o te quedas. -me levanto de la cama, saco de mi closet un par de blusas para escoger cual ponerme y entonces cae al suelo la camisa de Simón.