El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 15

Narra Ambar...

Ya han pasado varios días desde la última vez que hable con Simón, no es que no quiera saber si averiguo o no algo de Roberto, pero es que después de que lo vi feliz de la mano de Luna aquella noche, todo cambio, no quiero arruinarle su felicidad, porque él ha sido una de las pocas personas que me ha hecho sonreír sinceramente.

—¿tienes algo? -levanto la vista y lo veo ahí frente a mi esperando mi respuesta. Yo solo niego con la cabeza.

—¿seguro? No quiero ser insistente, pero creo que me estas evitando.

—no te está evitando, solo que no quiere hablar contigo. -llega Mateo. —ni contigo Mateo. adiós.

La verdad es que no han sido mis mejores días, darme cuenta de que Mateo sigue prefiriendo a la chiquita esa me molesta demasiado, pero me molesta mucho más saber que ella tiene a dos increíbles chicos a sus pies, mientras yo estoy sola.

—Ambar espera. -di media vuelta y me encontré a una señora que camina hacia mí. —¿Cómo sabe mi nombre? -le pregunto y ella acomoda su cabello incomoda.

—soy una vieja amiga de tu padre, me gustaría hablar con él.

—a mí también me gustaría, lamento no poder ayudarla. -me di media vuelta, pero ella siguió hablando. —si llegas hablar con él podrías decirle que Sylvana necesita hablar con él.

—su nombre es Sylvana. -me giro hacia ella y le pregunto y no sé porque su nombre me resulta familiar, a pesar de que estoy casi segura de no conocer a nadie con ese nombre.

—así es, por favor es importante hablar con alguno de ellos.

—yo les doy recado hasta luego. -me alejo poco a poco de la señora y entonces mi celular suena.

—hablo con la señorita Ambar Smith. -dice una voz femenina tras la línea.

—si con ella habla.

—mire señorita el señor Victorino Wang está dispuesto a recibirla en unos 40 minutos, ¿puede usted cumplir?

—si gracias, hasta luego.

Y ahora que voy a hacer, no puedo ir sola a esa cita, pero no se quien pueda acompañarme, no voy a inmiscuir a las chicas en esto y mucho menos a Mateo.

—Ambar. -me detengo cuando escucho la voz de Simón a mis espaldas. —¿Qué quieres Simón?

—hablar contigo Ambar, no sé porque me has estado evitando.

—Mateo te lo dijo, no te estoy evitando es solo que no tengo nada de que hablar contigo.

—pero si hay algo de lo que tenemos que hablar.

—Simón, ahora hay algo más importante que tengo que hacer, nos vemos después.

—no espera, no voy a dejarte en paz hasta que me digas porque estás enojada conmigo.

—está bien te lo voy a decir, pero no en este momento ya te dije que tengo cosas que hacer. -el baja la cabeza triste y se da media vuelta.

Suelto un suspiro antes de decir: —¿estas ocupado ahora? -se vuelve hacia mí.

—no. -responde. —¿puedes acompañarme a una cita? -el asiente.